The Hater « larry stylinson

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*Leer capítulo con la canción multimedia*

Harry.

Llegamos a LQF, el único lugar con pizza en cono que encontramos. Cuando fuimos al mostrador, nos dimos cuenta que no había mesa en la cual sentarnos, así que al tener nuestras manos ocupadas con la comida y bebida, fuimos a la plaza que se encontraba al frente del local.

Caminamos un poco, hasta encontrar un banco disponible y nos sentamos a devorar nuestra comida, estábamos muy hambrientos. Comimos en silencio hasta que decidí aprovechar la situación. No era una cita, claro que no. ¿Pero qué hay de malo con saber algo de su vida?

-Tengo una idea. -dije mientras masticaba. Él dejó de mirar a los adolescentes que estaban fumando y tonteando con sus bicicletas y volteó a verme. -¿Qué tal si nos conocemos un poco más?

-¿Qué tal si... no jodes? -¿Qué?

-Okay, para el carro amigo. ¿Si no quieres que joda para que me invitaste? -bien Styles, cada vez mejor. Hubo un silencio matador, hasta que suspiró pesadamente.

-Lo siento, ¿sí? Realmente estoy intentando ser mejor persona y es tan difícil cambiar tu forma de ser de un día para el otro. Yo... yo solo quería ser amable y tener una amistad fuera de las drogas o que no sea delincuente. -le dediqué una sonrisa y mirada llena de ternura. -Ha más que tu vendas drogas o robes a escondidas. -reí un poco.

-¿De verdad tienes esa visión de mí? -pregunté tonto. Fue su turno reír ahora.

-¿Te has visto la cara? Eres algo tan inocente y tierno. Lo único que puedes llegar a robar son golosinas de un kiosco. -admitió. Me sonrojé debido a lo anterior y sonreí bochornoso.

-Hagamos algo. -dije. -Yo te hago una pregunta y luego me haces otra. Sólo hay una sola que podemos no contestar. -propuse. No sabía si iba a aceptar, ya que no socializaba mucho con las personas, pero que más da, intentar no cuesta nada.

Obviamente que si se negaba, no insistiría. Estaba en todo su derecho de dejar su vida en discreción.

-Acepto. -dijo. -Pero empieza tu, porque no soy bueno en esto. -se excusó. Asentí y pensé.

-¿Nombre completo? -okay, eso acababa de salir de mi boca de una manera espontánea, se pensará que soy tarado. Me miró divertido.

-Pensé que empezarías con ese tipo de preguntas intimidantes, como "¿Eres virgen?" -lo miré con el ceño fruncido y su risa me calmó. -Louis William Tomlinson. -respondí tranquilo. -¿Y tú? -preguntó burlón.

-Harry Edward Styles. -contesté con media sonrisa. 

Supuse, desde ese momento en el que los dos nos estábamos mirando fijamente con nuestros labios curvados, que iba a ser una gran noche.

{≈} 

Nos encontrábamos tomando un helado, y terminándolo, mientras caminábamos hacia nuestras respectivas casas. En dos horas que nos dedicamos el uno al otro, pude entrar un poco en su vida, aunque ya me sentía parte de ella hace mucho.

Me enteré que su color favorito era el azul y el negro, que tuvo un conejo, pero alguien lo había pateado sin querer una vez y murió al estamparse contra la pared. Sólo lo noté un poco raro cuando le pregunté si tenía hermanos o hermanas. Fue la pregunta que no quiso responder y lo respeté, no lo presionaría. Luego que le gusta mucho The Fray, Lana del Rey y Ed Sheeran. Y le conté que amaba ese tipo de música también y nos recomendamos unas canciones y algunas bandas.

Fue raro e impactante verlo comportarse de manera gentil y amable conmigo, aunque prefería a este Louis sobre todas las cosas. Toda la noche sostuvo su mirada en mi cada vez que decía algo y mis mejillas se tornaban carmesí de la vergüenza. Una sonrisa empleó su rostro casi toda la salida y nunca había pasado un tiempo tan feliz y libre de preocupaciones. Es como si hayamos sido solo nosotros dos todo ese tiempo y que nadie o nada importaba cuando estábamos juntos.

-¿Harry? -llamó Louis. Mi mirada se posó en él, con ojos entrecerrados. Y tome un minuto para apreciar su belleza una vez más. Me quedé mirándolo fijo, sin importar lo psicópata que podría parecer eso. Su pelo castaño claro estaba despeinado, sus ojos observándome cargados de risa, seguramente tenía la boca abierta y saliva cayendo de ella, pero bueno, era imposible pasar un minuto sin que lo recorriera de manera absoluta. -Harry, hey, tierra llamando a Harry. -sacudí mi cabeza y le presté atención.

-¿Qué sucede?

-Pasa que si sigues caminando, te irás a otra casa. Estamos en tu puerta. -musitó riendo. Mierda, que hermosa risa. Esperen un segundo... ¿por qué uso palabreo de "enamorado"? Si a mi Louis no me gusta... obvio que no. No, por muchas razones no. Primero y principal, él no es gay. Por lo menos, no que yo sepa. Con respecto al tema...

-¿Louis, puedo hacerte una pregunta? -nos sentamos en los escalones de la entrada y continué. -Puede que esto suene un poco raro, pero... -no sabía como no ser tan obvio. ¿Y qué si era homofóbico? Tendría que ir despidiéndome de su amistad. -¿Qué te parecen las personas que se sienten atraídas por... por personas de su mismo se-sexo? -tartamudeé al final. Sus ojos azules que se encontraban en alguna parte antes, ahora me inspeccionaban, tratando entender el por qué de mi pregunta. Después, su ceño se ablando y sus hombros cayeron con tranquilidad, soltando una carcajada muy grande. Yo lo miraba confundido, no entienda qué le daba gracia. Después de que tomara un poco de aire, contestó.

-Hazz, dios, espera. -respiró hondo calmándose. -Voy a contarte una cosa que solo saben dos personas de mi al rededor, ¿si? -asentí. -Yo soy gay, así que por eso me tomé tu pregunta graciosa, fue inevitable, lo siento. -se disculpó. Tenía una sonrisa en mi rostro, suspiré con alivio y le contaría también.

-No sabes lo bien que me hace sentir eso, yo también lo soy. Debo admitir que tenía miedo que no me aceptaras y que...

-Harry, te aceptaría de todas maneras. Eres una persona, no haces nada malo. Es amor, no te juzgaría. -le dediqué una sonrisa sincera y él respondió con una compresiva. Nos paramos los dos, mientras son sacudíamos la suciedad del suelo.

-Bueno, gracias por hacerme salir y divertirme así, hace mucho no lo hacía.-admití. -Nos vemos el lunes, hasta entonces. -mientras buscaba las llaves, sentí una mano pasar por mi hombro, cosa que me hizo voltear.

-¿Ahora puedo hacerte una pregunta yo? Será rápido, lo juro.

-Si, ¿que sucede? -sonreí, de golpe, se colgó de mi cuello y sentí sus labios sobre los míos. Puedo jurar que mis ojos salieron de sus órbitas del asombro, no entendía nada. Pero sus labios comenzaron a moverse y los míos también solo por necesidad.

En ese momento, me sentí como en las películas. En mi cabeza sonaba una estúpida y empalagosa canción de amor y bailaban cupidos imaginarios sobre nuestras cabezas.

Pero fuera de lo bizarro, en la realidad, se sentía tan bien. Su lengua trazó una fina línea, pidiendo un permiso que le concedí. Sus manos estaban acariciando el cabello de su nuca y mis dedos jugueteaban con el borde de su camiseta.

Nos separamos por falta de aire, pero si por mi fuera, seguiría besándolo. Era tan suave y delicado, era difícil de explicar. No sé que me daba más ternura, que sea tan bajito y tierno siendo más grande que yo, creyéndose rudo o la situación en general.

-¿Qué querías preguntarme? -susurré.

-¿Te molestó que te haya besado? -volví a besarlo, contestándole así. Las palabras no servían ya. Me separé de él y nos reímos. -Bien, eso respondió a mi pregunta. -sonrió. -Se me está haciendo tarde así que, ¿hablamos?

-Si, descansa. -sonreí mordiendo mi labio. Me adentré a casa y terminé dormido, con una sonrisa que no se borraría en días.

Louis.

Ya estando en mi cama, pensaba todo lo que había sucedido ratos atrás. Realmente, no sabía que me había impulsado a eso. Era la necesidad que tenía, fue el momento. Obviamente, por un beso no eramos nada. Porque, nadie querría estar conmigo. No tengo familia que mostrarle, no soy capaz de amar, no sé hacerlo. Tengo miedo de lastimar y salir lastimado.

¿Por qué siempre es la misma mierda? Quería un minuto de felicidad y tuve horas con Harry. Aparte, no podría dañarlo, no me lo permitiría. Tenía que alejarme lo más pronto.

Aunque no sé si ya no es tarde...