7

12.4K 1.2K 502
                                    

Louis.

Fui hundiéndome en la frialdad de mi hogar. Había ropa en el suelo. Como podía observar, era de mujer y las demás de mi tía. Algunas prendas, no las reconocí por lo que supuse que serían nuevas. Pero lo que más llamó mi atención, fue la ropa en sí. Bryanna era bastante jodida con respecto al orden y la limpieza, y al ver eso, mis pensamientos se tornaron en cosas raras. Dejé de titubear y para sacarme cualquier duda.

Escalón, escalón, escalón, dos escalones. Llegué a la puerta de su habitación, de donde provenían algunos quejidos. Toqué sonoramente la puerta, pero no tuve respuesta. Bueno, si un suspiro en plan "Me acaban de interrumpir una paja" era respuesta, esa fue. Todo volvió a quedar en silencio y entré.

Mi vista quedó estupefacta delante de lo que mis ojos estaban observando. No sabía se quedaría con un trauma de por vida o simplemente me olvidaría.

Mi tía se encontraba sobre otra mujer, la cual nunca había visto en mi vida. No sé qué era peor, si era una mujer o que estén desnudas las dos. Es decir, soy gay, no vaginas, no tetas, no nada para mí. Pero, ¿todo este tiempo estuve frente a una mentirosa? ¿Qué defendía la creación del hombre y la mujer, cuando se acostaba con mujeres?

Las lágrimas no tardaron en salir. Temía tanto decir la verdad, cuando no la tenía delante de mis ojos. Bryanna era lesbiana y yo gay, ¿las diferencias sexuales venían de ancestros o qué? Estoy orgulloso de ser gay, aunque solo lo sepan dos personas. Igual, serán tres pronto.

Salí del cuarto de esa mujer que me mintió. Me dijo mentiras que llegaron a cambiar mi mente por unos segundos, pero luego volvía a la normalidad. Ella estaba viviendo una mentira, y quería que yo la viviría con ella o como ella. Cosa que iba a ser inaceptable.

Me encerré en el baño y abrí la ducha, necesitaba despejarme ya. Retiré cada impureza de ese día de mierda que había tenido. Bueno, no fue tan de mierda. Había hablado con Harry, y eso me había puesto un poco más... animado. No llegué a estar feliz, casi nunca lo estaba.

Es raro, pero antes no podía ver a Styles ni unos segundos. Ahora dependía de esos segundos y rogaba todos los días por molestarlo y ver su indiferencia. Si, su indiferencia, esa que hace dos días me estaba matando y despertaba un asesino en mí.

Pensar en él me calmo. Paren, ¿ayer 2 días me había masturbado gritando su nombre y ahora me traía paz? ¿Eso era acaso posible?

Me coloqué el pijama y me quedé en mi habitación toda la tarde y noche. Mi tía no dio señales de vida en todo el día, después del incidente. No se molestó en hablar conmigo, ni en ver si siquiera había llegado. Que odio que le tengo en estos momentos.

Agarré mi portátil y navegué en mis redes sociales, también pasando por mis favoritas. Twitter y Tumblr. Tumblr era un mundo, algo diferente y debía ser por eso que me vi tan pequeño al descubrir lo que la gente expresaba en las fotografías que subía. Reblogueaba muchísimas cosas que eran de mi agrado y subía unas cuantas fotos que sacaba de We Heart It o Pinterest.

Si, actuaba como un chico malo, al que nadie detenía, el hijo de Satán. Pero en casa era un gay hecho y derecho. Y sin pudores de ello.

Entré en Facebook para ver si tenía notificaciones o mensajes. Estos últimos tenía de Zayn. Decían que hace mucho que no hablaba conmigo, que me extrañaba. Y tenía razón. Le ofrecí de salir mañana a la noche a tomar unas cervezas a Bobby's y aceptó gustoso. Nuestra tranquila noche, extrañaba eso.

Observé un poco más mi inicio y en Amigos que capaz conozcas sorpresivamente, apareció Harry. Entré a su perfil y mis ojos se posaron en su foto. Mierda, sí que era hermoso. Sus rizos estaban recogidos en una banda con algunos dibujos. Sus hoyuelos siempre presentes me sacaban una sonrisa inconsciente, pero que no me molestaba en borrar. Y esperaba que Harry tampoco la borrara nunca.

Poniendome cursi, su sonrisa iluminaba, ponía de buen humor, te hacía feliz. Y ahí estaba yo, como adolescente hormonal mirando la foto de un chico al que supuestamente "odio". Me sorprendía ver como estaba... cambiando. Pero faltaba todavía para notar ese cambio.

Realmente estaba cansado de la actitud de chico malo, de no mostrar quien era en realidad. Le mandé la solicitud de amistad y apagué mi computadora. Me acomodé entre sábanas y mantas, abrazando una almohada, pensando en qué cambiaría y en cómo lo haría. Mañana empezaría a organizar y maquinar un plan para ser mejor persona.

Y de algo que estaba segurísimo, era que Harry me iba a ayudar. O mejor dicho, ya me estaba ayudando desde hace tiempo y no me di cuenta.

The Hater « larry stylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora