Túneles subterráneos

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El puente cayó completo al vacío con todos los despojos que los seguían, Haiyuu y Xotzal cayeron junto a los cuerpos y Eris y Tesile no podían hacer nada más que observar cómo aquello pasaba lentamente frente a sus caras, llenas de impotencia por no poder hacer nada al respecto. Lo último que escucharon fue un golpe seco retumbar por toda la cueva. Todo quedó en silencio por unos instantes, la brisa que se colaba por la cueva movía lentamente el cabello de Tesile al compás de su respiración acelerada producto del cansancio, ella veía sorprendida el vació obscuro que quedo frente a ella.

Eris en su mente repasaba una y otra vez los últimos momentos tratando de entender que había pasado, ella se volteó lentamente hacia Yukami que no había cambiado de expresión y solo veía el vacío, Eris se llenó de más ira al verlo tan insensible y trató de golpearlo, Yukami esquivo el golpe sin problema por lo que Eris se frustro más.

—¡¿Qué demonios hiciste?! ¡Acabas de lanzar a la muerte a un compañero! ¡A un amigo! — Yukami solo ignoraba los gritos de Eris mientras observaba a Tesile que no se movía de su posición, a ella solo se le escapaban lágrimas que corrían por su rostro sin poder creer lo que acababa de ver.

Observó sus manos sintiéndose culpable por no poder sostener el puente, ella apretó los puños mientras lloraba en silencio, Yukami solo esperaba que ella reaccionara mientras esquivaba otro golpe de Eris que estaba ofuscada por la ira.

—¡Pudiste ayudarlos! — Yukami le agarró el puño a Eris con el que intentó golpearlo y fijó su mirada seriamente en ella

—Si tanto querías ayudarlos ¿porque te paralizaste en el peor momento? — Eris se indignó con su respuesta, la sangre le ardía de la ira que sentía por la respuesta de Yukami, intento soltarse, pero la fuerza que él ejercía sobre su mano era mayor.

—¿Me estás culpando de tus acciones? ¡Quizás estás acostumbrado a deshacerte de tus compañeros, pero yo no!

—Entiendo tu miedo Eris, pero en momentos así debes actuar, aunque sea con miedo, eso hubiese hecho la diferencia en esta situación.

Eris lo veía llena de ira, apretaba los puños con tanta fuerza que le dolía, quería golpearlo, pero sabía que Yukami esquivaría sus golpes sin problema. Además, tenía razón, se había congelado y eso le había costado la vida a Xotzal. Sentía un vació en su pecho y una presión tan grande que sentía que iba a explotar, las lágrimas empezaron a salir en un coctel de ira con tristeza.

Tesile se volteó lentamente fijando su vista en Yukami, las lágrimas habían ensuciado su rostro, la tristeza se asomaba por su mirada en busca de respuestas, al igual que Eris quería golpearlo, pero conocía sus limitaciones y su cansancio. Su voz se quebró un poco cuando se decidió por las palabras que usaría para expresar el dolor que sentía.

—Yukami ¿Por qué? — Eris vio a Yukami y a Tesile, esperaba que él le diera una respuesta convincente. Él se cruzó de brazos y observo fijamente a Tesile.

—¿Confías en mí? — Tesile lo vio incrédula por unos momentos, se quedó en silencio mientras veía el vació, se secó las lágrimas con la manga de su uniforme ensuciándolo de tierra, se levantó y lo vio fijamente a los ojos buscando respuestas en aquella mirada inexpresiva.

—Haiyuu confiaba mucho en ti, pondría su vida en tus manos, aún después de aquel incidente, y yo confío en él, espero que no estuviese equivocado.

Tesile pasó por un lado de Yukami molesta, limpiando sus lágrimas, dispuesta a continuar la misión, sin embargo, las palabras de Yukami la detuvieron en seco.

—¿Confías en Xotzal? — Tesile frunció el ceño, aquella pregunta le había disgustado, se volteó llena de rabia, Eris al verla frunció el entrecejo, esperando conocer su respuesta, quería saber el origen de tanto odio hacia Xotzal. Tesile regresó al lado de Yukami viéndolo a los ojos.

El legado de Satoga: La maldición del ReinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora