04. Amigos.

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1 año

En el transcurso del tiempo las cosas no habían cambiado tanto. Ambos chicos habían recorrido distintos lugares quedándose un tiempo en algunos. Ahora estaban en uno de esos lugares.

La chica reposaba mientras leía un libro que habia encontrado en una librería.

- ¡¿No me pueden dejar así?! - exclamaba con cierto enojo la chica - ¡Ahg! De todos los que pude haber escogido. ¡Demonios!

- ¿Y ahora qué sucede? - preguntaba el chico que acaba de llegar.

- ¿Recuerdas cuando encontramos la librería?

- Ah, sí. ¿Qué pasa con ella?

- ¡Encontre este libro de romance que me pareció entretenido porque tenía mucho drama y resulta que está incompleto!

- ¿Le faltan páginas? - preguntaba confundido.

- ¡NO! ¡Resulta que son dos libros y ahora no podré saber con quien se casó Alex!

- Podrías ir a buscar nuevamente en la librería y ya. Haces tanto drama.- contesto un tanto irritado el muchacho.

- ¡Ese es otro problema! No hay un segundo libro aún.

- No te entiendo para nada ¿Podrías explicarte antes de que me dé un colapso mental?

- La autora ya está muerta.

-Ah, era eso. Bueno, busca otro libro y problema resuelto.

- Yo quería saber que pasaba después - decia Tn con cierta molestia aún.

- Puedes imaginar un final, tal vez sirva o tal vez no. Tu decides.

La chica dio un suspiro y preguntó:

- ¿Encontraste algo nuevo?

- Si ¿Qué crees? - respondió Cinco enojado - ¡La vida es una completa mentira! - agregó mientras se agarraba los cabellos.

- Okeey, ahora yo soy la que está confundida.

- Encontre otro supermercado.

- ¡Eso es genial! ¿No?

- ¡NO!

- ¿Por qué no?

- Osea es genial si. ¡Pero el problema es que encontré chocolates!

- ¿Y...? No veo que eso sea un problema.

- ¡En la envoltura decía " chocolates que no caducan" lo probé y sabían horrible!

- Y yo soy la que hace drama - decía Tn negando con su cabeza.

- Se supone que deberían cumplir con lo que ponen en la envoltura, solo digo.

- Bueno, también deberías haber traído algo para comer, solo digo.

Cinco miro a la chica que tenía la cara burlona con ojos entre cerrados.

- Lo olvidé por completo, ahora vuelvo.

- Y yo iré en busca de otro libro y me aseguraré que no tenga final inconcluso.

Los dos chicos partieron en direcciones diferentes y en cuestión de medio hora ambos volvieron al lugar de encuentro. Tn llego feliz con varios libros y Cinco de igual manera con la comida enlatada.

- Encontre un libro sobre ti - mencionó la morena.

- ¿Cómo?

- Bueno, no es solo sobre ti sino de todos tus hermanos. - seguía diciendo mientras se acomodaba.

- Déjame ver.

La chica le dio el libro y comenzo a colocar los otros en una esquina que ella habia inaugurado como su estantería. Cinco le daba una ojeada al libro y arrugaba la frente.

- No puedo creer que Vanya haya hecho esto.

- ¿Qué cosa?

- Revelar nuestros secretos. Sobre como éramos.

- Bueno, no creo que en este momento importe.

- ¿Te importaría si lo leo antes que tu?

- Para nada, tengo otros acá - respondió sonriendo.

Los días continuaron y la rutina era casi la misma: despertar, comer, buscar algo que hacer, dormir. Lo de comer variaba, en ocasiones se les terminaban las provisiones y eso provocaba que nuevamente tuvieran que moverse en busca de un nuevo sitio para quedarse.

Una vez a Cinco no le pareció mala idea el hecho de que podían comer cucarachas. Por el contrario a Tn le pareció que el chico estaba completamente loco.

En una de sus caminatas mientras Cinco reía por alguna tontería de la chica ella le preguntó:

- ¿Alguna vez haz tenido amigos?

- Creo que no. ¿Y tú?

- Recuerdo que en la escuela me tachaban de rara y  recurría a mi hermano para contarle, el siempre me escuchaba, siempre podía contarle todo. Supongo que el era el único amigo que tenía. Tal vez no cuente porque es mi hermano pero-

- Los hermanos también pueden ser amigos, muy buenos amigos - le interrumpió el oji-verde - no funciona en todas las familias pero en algunas si.

- ¿Tu y yo somos amigos?

- ...

- Yo sí te veo como uno.

- Literalmente soy al único que ves.

- Hablo enserio.

- También yo. Supongo que si.

- ¿Si?

- No me queda de otra - respondió en son de broma.

- ¡Cinco! - exclamó la chica golpeándole el hombro suavemente. Provocando una carcajada de parte de el.

Siguieron caminando mientras reían y aunque el no lo hubiera admitido, el si la consideraba una amiga.

Poco a poco esa amistad que se fortalecía  con el tiempo se estaba transformando en algo más profundo.

Los días contigo / Cinco Hargreeves Donde viven las historias. Descúbrelo ahora