Los días contigo / Cinco Hargreeves

06. Momentos

-¿Alguna vez pensaste en tener hijos?

Cinco quedó pasmado ante esa pregunta.

Jamás lo había pensado, ni siquiera por un segundo. ¿El con hijos? Si tuviera una vida normal tal vez lo hubiese considerado pero a estas alturas de la vida...no era una buena opción. Solo el y ella en medio de todo un desastre causado por un Apocalipsis.

¡¿Cómo tendrían un hijo?! 

Ni siquiera podrían darle una vida adecuada, ¿Como po-

-¡Cinco! - interrumpió la chica y chasqueando sus dedos en frente de el para que reaccionara.

- ¿Qué... ?

- Te hice una pregunta y te quedaste como - buscaba la palabra para describir la situación así que solo pudo decir: - en blanco.

- Estéee yo... ¿Cuál era la pregunta?

- ¿Qué si alguna vez pensaste en tener hijos? ¿Estás bien? - sonó preocupada poniendo su mano en la frente del chico - Te pusiste pálido y estás sudando.

- Estoy bien - respondió nervioso pero tratando de disimular.

- ¿Y bien? - volvió a insistir.

- ¿Qué cosa?

- La pregunta que te hice-

- Ah sí, la pregunta de los hijos.

- ¿Qué piensas de eso? - continuó la morena.

- Qué son una gran responsabilidad - se limitó a decir.

- Ajá si pero ¿Qué más?

- Quéee...hay que pensar bien antes de tener uno.

- Si pero-

- ¡Pero qué! ¿Acaso quieres uno? - exclamó asustado poniéndose de pie.

- ¡No! Claro que no. Solo decía.

- ¿Segura? - preguntó viéndola con ojos entrecerrados.

- Segura Cinco. No podríamos hacerlo de todos modos - soltó un suspiro - no en esta situación.

El chico se quedó pensando unos segundos y luego se arrodilló ante ella.

- Mira, me gustaría que tuviéramos una vida normal, enserio me gustaría - agarrando delicadamente la mano de Tn - haría lo que fuera por sacarnos de aquí y tener esa vida que tanto anhelas. Te prometo que buscaré la ecuacion perfecta y que saldremos los dos, juntos.

Promesas.

Tn lo miró dulcemente y depositó un pequeño beso en su frente y le dijo:

- Te quiero.

- Te quiero también - agregó con una sonrisa de lado haciendo notar su hoyuelo.

- ¿Sabes? Creo que serías un buen padre.

- ¿Y por qué?

- Solo lo siento. Serías algo gruñón pero creo que lo harías bien - agregó esto último acompañado de una risita.

Cinco se hizo el ofendido y luego se quedaron viendo un par de segundos y el dijo:

- También creo que serías una gran madre, una muy dulce.

Sonrieron y se dieron un corto beso.

- Juguemos algo - propuso Tn.

- ¿Qué cosa?

- Imaginemos que tenemos una vida normal y esto - señaló el lugar poniéndose de pie seguida del oji-verde - sería nuestra casa, claro que sin las paredes destruidas - agregó riendo causando que Cinco también riera.

- Okeey y ¿luego?

- Imaginamos que teníamos un hijo o hija lo que prefieras y que lo estamos preparando para su primer día de escuela. ¿Cómo lo harías?

- ¿Cómo haría qué?

- Tu rol como padre.

- Ehh, niño ¿la mochila?

Tn soltó una risa.

- Okey nos adelantamos un poco - se quedó pensando un momento hasta que dijo: - ya sé.

Cinco la miro extrañado y luego se asustó cuando la morena comienzo a retorcerse y soltando pequeños gritos pidiendo ayuda.

- Pero qué demonios ¡¿Qué te sucede?!

- ¡Tengo contracciones! ¡Rápido llama a una ambulancia!

- ¡Qué! Pero-

- ¡Rápido el bebé no va a esperar!

- ¡¿Es parte del juego?!

- ¡¡Me duele!! ¡Apúrate Cinco!

Cinco a punto de entrar en crisis.

Tn a punto de soltar tremenda carcajada por la crisis de Cinco.

- ¡Demonios! ¿Qué se supone que haga?

- Llevarme al hospital, dah.

- ¡Aquí no hay-

- Cinco, solo imagina.

- Por todos los cielos, perdón Tn, sería un padre terrible.

- Tu puedes Cinco - alentó la chica.

- Esto sobrepasa los límites pero imaginemos que ya estamos en el hospital y que el bebé ya nació, listo, se terminó.

- ¡Vaya! Resumiste todo el proceso y mi actuación no sirvió de nada.

Cinco se sentó en una esquina.

- No vuelvas a hacer ese tipo de juegos - regañó Cinco.

- Oh vamos, fue divertido - dijo la chica con una sonrisa acercándose a él.

- En una situación real no sabría como reaccionar.

- Yo tampoco, solo improvisé.

- Hablo enserio.

- También yo, a veces en la vida tenemos que improvisar y los resultados pueden ser muy buenos.

- No sé como lo haces pero...

- ¿Pero qué?

- Haces que todo aquí sea mejor. No imagino si estuviera solo. Creo que me hubiera vuelto loco.

Tn lo abrazó y el correspondió.

Estos momentos hacían que Cinco se sintiera bien, demasiado bien. Le gustaban los momentos en los que podía admirarla, en los que podía posar sus labios en los de ella, las noches en las que dormían juntos.

La quería y ella a él.

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