05. Deja vú

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Habían pasado varios días desde que Cinco llegó a aquella casa, en donde por alguna extraña razón se sentía en confianza con las dos mujeres.

Él se encontraba ayudando a Tn en los quehaceres de la casa, en este momento estaban en la cocina y ponían los platos y cubiertos en su lugar. Ambos conversaban fluidamente y reían de vez en cuando.

Lineth había ido a su curso de repostería que su madre la había inscrito para que tuviera un pasatiempo en vacaciones. Ya vendría más tarde.

Tn dio un suspiro al poner el último plato en su lugar.

Cinco imitó aquella acción.

- ¿Puedo preguntar algo? - inició el chico.

- Claro. ¿Qué sucede? - respondió Tn sentándose.

- La otra vez mencionaste algo sobre otro hijo - tratando de recordar.

La postura de ella desvaneció un poco.

- Ah sí, el hermano de Lineth - soltó una sonrisa escasa.

- ¿Le pasó algo o-

- No, no ,no - riendo un poco - Él está con su padre.

- ¿Se separaron? - frunciendo el ceño.

Tn tragó un poco de saliva y se relamió los labios.

- Algo así - un poco incómoda.

- ¿Algo así?

- Me recuerdas mucho a el. En parte fue porque te dejé quedar.

- ¿A tu esposo o a tu hijo? - riendo incómodo.

- Mi hijo, y no era mi esposo.

Cinco hizo una mueca de confusión. Y Tn solo río.

- ¿Deseas que te cuente?

- Debería decir que no pero adelante.

- Estaba en la universidad cuando lo conocí.

- ¿Al padre de Lineth?

- Si, era un hombre atractivo y con muchas cualidades. Pasaron tres años y tuvimos nuestro primer hijo - riendo contagiando a Cinco también.

- ¿Y cómo lo llamaron?

- Aidan.

Cinco sonrío.

- Pasaron dos años y tuvimos a Lineth, en ese tiempo todo iba bien, nos divertíamos como familia, disfrutábamos como pareja, era perfecto - dijo con nostalgia.

- Presiento que viene algo malo. ¿O no?

- No te equivocas, el quería darnos lo mejor, siempre buscaba empleos en donde tuviera un rango superior, le gustaba sentirse importante. Ya teníamos lo que necesitábamos pero el quería más. Las cosas entre nosotros iban decayendo de a poco pero yo siempre trataba de mejorarlas. Un día discutimos sobre eso, no terminó bien.

Ella dio un largo suspiro y continuó:

- Al día siguiente desperté y el no estaba, supuse que había ido a trabajar. Me angustié cuando no encontré a Aidan en su habitación, pero Lineth si estaba en la suya. Se me hizo raro y lo llamé varias veces pero no contestó. Volví a mi habitación y sus cosas no estaban. No quería pensar que se había ido. No quería pensar que me había abandonado.

>> Llamé a su trabajo y me dijeron que había renunciado, no sabía si llamar a la policía o algo, llegué a pensar que tal vez estaba exagerando y solo tenía que esperar pero no podía. Pregunté a los vecinos y nadie los había visto.

- ¿Qué edad tenía Lineth en ese entonces?

- Cinco años.

- ¿Y Aidan?

- El tenía siete.

- ¿Qué pasó después?

- No los volví a ver.

- ¿Nunca?

- Hace un par de meses me enviaron una foto, y ahí los pude ver. Estaba él, mi hijo y...una mujer.

- Lo siento.

- Ya lo suponía, el dejó de importarme hace mucho pero arrebatarme a mi hijo de esa manera no se lo perdonaré.

- ¿Lineth sabe esto?

- Se lo conté hace un par de meses.

- Ya veo. Perdón por preguntar eso es solo que - buscando que decir - me causaba curiosidad.

- Tranquilo, supongo que son cosas que pasan.

Cinco no supo si preguntar más, en el fondo había algo que lo incitaba a hacerlo.

- ¿Crees que las cosas suceden por algo? - dijo el chico de repente.

- No lo sé sinceramente. Podría pensar que solo pasan por que sí, no es como si algo malo pasara y luego esperes que de eso salga algo bueno. O lo contrario.

Cinco se quedó pensativo, hasta ahora todo lo que había hecho había tenido como resultado cosas malas.

En medio del silencio se escuchó la puerta abrirse.

Lineth había llegado.

En algún lugar desconocido

- Debe de haber algo para evitar todo esto.

- Estamos hablando de la vida de millones de personas. Si se cambia algo, cambia todo - mencionaba una mujer.

- Herb, creo que simplemente debemos aceptar el destino. De alguna forma u otra esto tiene que suceder.

- No siempre. De hecho nada de esto hubiese sucedido si alguien no lo hubiese manipulado. ¿Qué opinas Tn?

Los reunidos voltearon a verla.

- ¿Y si empezamos de nuevo?


Los días contigo / Cinco Hargreeves Donde viven las historias. Descúbrelo ahora