Justo cuando mi padre estaba por darme golpes pero como si el mundo no quisiera que presenciará ese momento, de la nada aparecí acostado en mi cama.
Levante mi cuerpo de golpe.
¿Que había pasado? ¿Acaso estaba dormido? ¿Todo fue un sueño?
Me puse de pie pero luego todas esas preguntas se desvanecieron al sentir todo mi cuerpo adolorido, hice una mueca de dolor, me dirigí al baño y contemplé mi reflejo en el espejo.
Tenía morados por todo mi rostro -. Entonces mi padre si me había golpeado.
Pero, si me golpeó ¿Como es que no presencié todo?
Me fui a la cocina, mi mama estaba sentada mirando la TV al escuchar mis pasos volteo a mirarme.
—Si no fuera por mí estarías muerto —soltó tan pronto me miró—. Yo te eh dicho a ti tantas veces que aprendas a comportarte —Reprochó—. Pero como uno te dice las cosas y te entran por aquí —Señaló una de sus orejas—. Y te salen por acá —dijo finalmente, señalando su otra oreja.
No dije nada, solo me mantuve callado todo el tiempo, no quería hablar, no estaba de humor, no porque mi padre me había golpeado, si no porque no recordaba absolutamente nada de lo que paso.
Al día siguiente.
En la escuela.
Estaba copiando una clase que estaba anotada en el pizarrón, luego, el timbre del recreo sonó, dejando gritos de las estudiantes para salir a jugar al patio de la escuela, ese día no quise desayunar en casa, así que mi mamá me había dado dinero para comprar algo en la cantina de la escuela.
Estaba apunto de cruzar la puerta del salón cuando...
—¡David! —Llamo mi maestra desde su escritorio, me detuve—. ¿Puedes venir un momento?
Me di vuelta, camine a su escritorio y me senté en un pupitre que estaba justo delante de ella.
—Dígame maestra —solté amablemente—. ¿Que desea?
—Bueno, voy directo al punto —Soltó ella y me tense—. ¿Como te trata tu madre? o ¿Como es tu relación con tu madre?
—La verdad mi mamá la considero como la favorita, ella me cuida, me ayuda pasa mis tareas, hace mis comidas favoritas cuando me porto bien —expliqué—. Sin dudas ella es la mejor mamá del mundo, considero yo.
El rostro de maestra se inundó de una gran sonrisa—. Que lindo. Que pienses eso de tu madre David —comentó—. Estoy orgullosa de ti.
—Muchas gracias —agradecí—. ¿Ya puedo irme?
—No, todavía no hemos terminado —su voz luego se tornó más triste y grave—. ¿Como es tu relación con tu padre?
Esa pregunta me tenso por completo, ¿Que iba a responder?
Di la verdad...
Una voz sonó dentro de mi cabeza, me confundía mucho en que responder.
Si dices la verdad podrías deshacerte de tantos problemas en casa...
Esa volvió a sonar, Si digo la verdad ¿Qué pasaría después? ¿Mi padre se metería en problemas por mí culpa?
—¿David? —soltó mi maestra e hizo salirme de mis pensamientos.
—Ehh... Pues bien maestra, nada de que quejarse —Mentí.
Tonto David...
—David —soltó la maestra, su voz más seria—. he notado que dudaste en responder, dime la verdad.
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La vida de David ©
عشوائيTenía tan solo 9 años cuando me di cuenta de lo que quería en realidad, aunque desde muy pequeño lo sentía, solo que para esa edad estaba muy pequeño para saber las cosas. Mi vida desde los 9 tuvo un cambio radical, muchas cosas pasaron desde que cu...