Capitulo 18

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9 de diciembre de 2018

—¿David ya montaste todo? —preguntó mi madre desde su asiento en el camión de la mudanza.

—Sí, ya todo está listo —Respondí.

Estábamos por irnos de nuestra casa, como les había mencionado anteriormente, la dueña de la casa nos había pedido la casa porque se venía a vivir en ella, así que afortunadamente encontramos un lugar donde pasar las noches, una pequeña habitación de una residencia.

El camión arrancó y nos fuimos a nuestro nuevo hogar por los momentos.

El lugar no era ni muy lindo ni muy feo, era neutral, al menos eso era lo que pensaba, en ese lugar solo pasamos un mes, así que pasamos diciembre y los primeros días de enero, luego conseguimos una nueva casa.

9 de enero de 2019

La casa nueva no era tampoco fea, no muy grande, tenía solo 2 cuartos, pero sería prestada, estaríamos cuidado la casa porque los dueños vivían en Caracas y necesitaban que una familia cuidara su casa.

Invité a Mariana para que conociera mi nueva casa, ella vivía unas cinco cuadras, pero no solo la invite a conocer la casa, si no a que habláramos algo importante.

—¡Buenas! —Llamaron a la puerta y supe que era ella.

Corría a la puerta y ahí estaba, la dejé entrar, le di un tour por toda la casa, ya luego nos sentamos en el comedor, tenía que hablar con ella.

—Bueno... Te invite porque necesito decirte algo importante.

—Dime —dijo seria—. ¿Está todo bien?

—Sí, si —dije calmandola—. tranqui, no es nada del otro mundo, o bueno no sé cómo lo tomarás tu...

—Pero dime.

—Mariana... Me gustan los hombres —confesé—. Soy gay.

Ya era hora, aunque ya ella se había dado cuenta.

—¿Solo eso? —Dijo sonriente.

Solo asentí.

Ella se levantó del asiento y se acercó para darme un abrazo.

—Siempre lo supe, pero no quise preguntarte porque eso es decisión tuya, sabes que siempre estaré para ti y te apoyaré siempre mi esposo, te quiero.

—Y yo a ti también te quiero mi esposa —dije sonriente.

Sentí como si un peso se me hubiera quitado de encima.

—Por cierto —dijo. yo la mire—. ¿has tenido novio o te gusta alguien?

—Pues...

Ya era hora de decirle lo que había pasado con Armando aunque ya ella a lo mejor supiera algo.

—Si tuve uno, a lo mejor hayas escuchado sobre mi video...

—¿Que vídeo? —Preguntó confundida.

—¿No sabes sobre el vídeo que publicaron en Internet donde tengo sexo con otro chico?

Ella abrió los ojos como platos y negó con la cabeza.

—¿Porque hiciste eso? —preguntó algo asombrada.

Le expliqué con lujos y detalles todo.

—¿Porque no me lo habías dicho? —soltó—. hubiera molido a golpes a ese imbécil.

—Tranquila, la verdad es que tenía miedo, todavía no había dicho que era gay, ¿sabes?, Ese miedo está al principio, pero con el tiempo sientes que es momento de dejarlo salir, como lo estoy haciendo ahora contigo.

—Te entiendo.

Al pasar los días, Lugo se lo conté a Marvin y fue un momento gracioso.

—Soy gay.

—Siempre lo supe —dijo ella sarcásticamente—. ¿tus padres ya lo saben?

Negué con la Cabeza

—¿Cuando piensas decírselo? —preguntó.

—No sé la verdad, tengo miedo a como reaccionará mi padre, sé que mi mamá lo tomará normal pero sé que él no.

—Tomate tu tiempo, no te apures —Me aconsejó—. y ya que estamos en momento de confesiones... David tu me gustabas cuando estudiábamos juntos.

—Uy ¿en serio?

Ella solo asintió.

—Que asco, ¿Te imaginas yo siendo tú novio? —dije entre risas.

—Si es cierto que asco.

Ambos reímos durante toda la mañana

—¡Buenas! —gritan en la puerta de la entrada.

—Espera —Digo—. voy a ver quién es...

Me levanto de la mesa y voy a la entrada, al llegar veo a una hermana de mi maestra Sara.

—Hola Lory —digo con emoción mientras me acerco a abrirle la puerta.

Tenía años sin mirarla, pero paro en seco cuando veo como se encuentra, está muy flaca, cuando la conocí hace años ella estaba más rellena.

Llamé a mi madre que estaba en el patio trasero de la casa para que atendiera a Lory porque yo estaba con Marvin.

Vuelvo y me siento con Marvin para seguir hablando, Lory entra a la casa y me ve con cara de confusión, yo finjo no prestarle atención para no ponerla incómoda.

Durante todos estos años mi maestra Sara me había contado muchas cosas sobre Lory, aparentemente ella era vidente, veía cosas donde no la estaban y lo más sorprendente era que ella supuestamente, escuchaba a Dios, sí recuerdo aver escuchado que ella había ayudado a personas con hernias y dolores en el cuerpo.

Al caer la noche, estábamos en la cena y mi madre comienza con una conversación.

—Hijo —pronuncia mirándome.

—Dime.

—¿Tu no has presenciado más cosas como las que veías en la antigua casa? —Dice.

El momento se puso tenso, siento como algo se me revuelve por dentro.

Habíamos quedado entre familia que nunca volveríamos a hablar de esto.

Desde que tuve ese exorcismo en la antigua casa decidimos no hablar sobre el tema.

—¿David? —indaga mi padre sacándome de mis pensamientos.

—No la verdad —niego con la cabeza—. ¿A que viene esto? ¿No se suponía que no hablaríamos sobre eso?

—Sí, sé perfectamente en que quedamos pero Lory me ha dicho algo hoy que me ha dejado preocupada —explica mi madre.

Pongo cara de confusión, ella hace miradas con mi padre como si le preguntara si debería decir algo.

—¿Mamá? ¿Pasa algo? —digo.

—Lory me dijo que cuando ella entró a la casa, ¿ves esa sábana blanca que tapa el carro? —explica y me señala la sábana blanca—. ella dijo que vio una calavera en esa sábana.

En frente de la casa había un garaje y ahí estaba en auto del dueño de la casa tapado con una sábana.

—¿Es todo? —digo como si me fastidiara todo esto.

Mi madre niega con la cabeza y vuelve a hablar—: ademas... Ella cuando entro y te miró —dio una pausa como si tuviera miedo de decir, dio un suspiro y continuó—. dijo que esa calavera la vio reflejada en tu cara...

De la nada vuelvo al pasado a aquella noche en la que soñé con esa cosa negra con la calavera y la misma cosa la vi después de despertar de ese sueño.

—¿Te encuentras bien? —pregunta mi padre.

Asiento repetitivamente con un aire de nervios.

—¿Es posible que esa cosas nos haya seguido? —Preguntó.

—Eso le pregunté a Lory pero ella dijo que a lo mejor nunca se fue...

Y aquí el mundo volvió a tumbarse al piso.

La vida de David ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora