GIRASOLES [HYUNLIX]

Ⅰ

Un chico rubio con pecas se asomaba desde la esquina saliente de una de las grandes columnas de los pasillos. Sus ojos brillaron al ver la silueta de un chico alto con cabellos negros que llegaban hasta por encima de los hombros.

—Felix, no me digas que estás espiándolo de nuevo —alguien le susurró al oído.

—¡AAAGH! —el chico volteó sorprendido—. ¡Idiota, me asustaste!

—En serio, Felix, no dejas de espiarle. Si te gusta solo ve y háblale, tampoco es tan difícil —rio el otro.

—¿Qué? ¿Qué tan fácil o difícil crees que es hablarle a un chico del que te enamoraste a primera vista?

—No lo sé, fácil, ¿no? —el más alto se encogió de hombros.

—Seungmin, nunca lo entenderás —el rubio se tapó la cara con las palmas de sus manos y se agachó—. Tú no te has enamorado de nadie, obvio no sabrás.

—No es mi culpa que todos tengáis cara de culo y unos gustos terribles.

—¡Eh! —exclamó Felix haciéndole un puchero.

—No, no. Nosotros somos la excepción —rio el llamado Seungmin.

—Mierda, se va. Lo siento Seungminnie, pero me tengo que ir.

—¿A perseguirlo de nuevo? —el chico se cruzó de brazos, alzando una ceja.

—Sí —respondió después de mirarlo de reojo—. O sea, no. Iré a mi clase —Felix dijo enderezándose y caminando hacia la dirección por la que se marchó aquel chico de cabellos azabaches.

El más alto solo se quedó en su lugar, apoyándose en la pared mientras movía la cabeza de lado a lado riéndose de lo tonto que se vio su amigo.

[...]

Los días pasaban rápidamente, Felix no paraba de seguirle y espiarle. Tanto lo perseguía que ya se sabía todo su horario.

—De verdad, Felix, deberías dejar de parecer un maldito acosador de Hyunjin y hablarle de una puta vez —gruñó el de cabellos castaños—. Si sigues así, te aseguro que nunca terminarás con él. ¿Además, seguro que él no tiene novia? Es uno de los más populares de la uni.

—¡Estoy segurísimo!—asintió el pecoso—. Llevo espiándolo el tiempo suficiente como para saber que él no tiene ninguna novia y nunca tuvo.

—Felix, de verdad das pena —suspiró Seungmin—. Llevas todo el semestre espiándole y siguiéndole vaya a donde vaya. ¿Cómo es que él no te ha pillado todavía?

—No sé, yo tengo muy buen talento para estas cosas.

—Claro, talento que desarrollaste después de haber espiado a no solo Hyunjin, sino también a más chicos de otras escuelas. ¡Y no llegaste a hablar con ninguno de ellos!

 —¡Arg, Seungmin! ¿Podrías apoyarme al menos esta vez? —el más bajo frunció el ceño—. Le hablaré antes de que termine la última semana. Además, vive cerca de mi barrio y tengo el plan perfecto.

—¡¿Le sigues incluso hasta su casa?! —gritó el castaño—. ¡Felix, te convertiste en un verdadero acosador!

—¡Mentira! ¡Los acosadores toman fotos y se masturban con ellas! —se defendió.

—¿Y de verdad no hiciste eso? —arqueó las cejas el más alto.

Felix no respondió, un brusco sonrojo habló por su parte.

—¡No me lo puedo creer!

—¡Cállate! —el pecoso gritó con la cara más roja que un tomate.

—Bueno, ¿y se puede saber cuán alocado será ese plan tuyo?