—¿Hyun... jin...? —preguntó en un hilo de voz. Esperando a que el mencionado volviera a mirarlo y le dijese que todo eso era una puta mentira. Mas no fue así, el de cabellos azabaches desapareció cuando la vista del menor se volvió totalmente borrosa, tanto que ya no se podía distinguir nada.
El chico se levantó rápidamente. Era un maldito sueño... Una pesadilla...
Felix se levantó de su cama confuso, pensando en por qué narices soñó eso. Decidió no pensarlo mucho e hizo su rutina de siempre. Se lavó los dientes, se preparó el desayuno y se lo comió. Revisó su mochila y se alistó para salir. Cogió sus llaves con el llavero de girasol que volvió a poner y salió de casa y cerrando la puerta con llave.
Caminó un poco más rápido de lo que solía hacerlo para no toparse con Hyunjin. Miraba a sus alrededores todo el rato para asegurarse de que no se encontraría con él en ningún momento.
Nada más llegar a la universidad, el pecoso corrió hacia su clase y ahí se escondió. Seungmin apareció detrás de Felix unos segundos después, confundido por la velocidad e impaciencia de su amigo.
—Oye, Felix, ¿qué pasa...? —el más alto intentó recuperar el aliento—. Cuando te vi por la calle, te saludé pero no me hiciste caso. Te veías muy apurado, ¿se puede saber qué ha pasado? ¿No hiciste los deberes o algo así?
El rubio estaba sentado en su lugar, inquieto.
—Seungminnie, no me dejes solo por nada en el mundo —tembló.
—¿Eh, por qué?
—Sólo... —el chico bajó la cabeza, cada vez más nervioso— no me dejes solo.
Seungmin notó que Felix estaba cada vez más nervioso y él intentó tranquilizarlo acercándose más y dándole un abrazo, un abrazo de los que siempre lo tranquilizaba, o al menos un poco.
—No te preocupes, Felix, estaré a tu lado pase lo que pase... Si no puedes contarme lo que pasó, lo entenderé. Pero de verdad me preocupas... ¿Es algo muy serio?
—Es que... tuve un sueño... —balbuceó el pecoso— en el que Hyunjin me...
Felix no pudo terminar su frase, pues el profesor de filosofía entró por la puerta e insistió en que todos se sentaran rápidamente en sus sitios para que él pudiera dar la última clase antes de los finales. Quedaban pocos días para que empezasen.
—Lo siento, Felix. Ya me contarás después en el descanso —señaló el castaño palpando su hombro y dirigiéndose a su sitio, dos mesas detrás de él.
El rubio estaba quieto en su sitio, clavando su mirada en un punto fijo, con los ojos nerviosos e inquietos. Abrazaba fuertemente su mochila, todavía con los libros en el interior de esta.
El tutor lo miró, indicándole a Felix que sacase ya el libro y una hoja para tomar apuntes. El chico asintió nervioso, y torpemente sacó su estuche y sus libros. Seungmin se preocupó por su amigo, lamentándose en silencio desde su lugar.
La clase se le hizo un poco corta al rubio, por primera vez quería que la clase no terminase, ya que poco a poco se acercaban a la hora del primer descanso y eso era lo único que Felix no quería. En la hora del descanso, siempre se encontraba con Hyunjin. Sí, le encantaba eso. Pero hoy no quería, el horror que sintió en su sueño seguía presente.
Recogió sus cosas con las manos temblorosas y sacó las cosas para la próxima clase. El profesor de filosofía saludó rápidamente a una mujer de su misma estatura, más joven y bien arreglada. La profesora de sociedad entró por la puerta y dejó su ordenador sobre la mesa, la clase había empezado.
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GIRASOLES [HYUNLIX]
FanfictionCuenta una leyenda mitológica griega: la ninfa Clitia se enamora del dios del sol, Apolo; pero lamentablemente, este último no pudo corresponderle ese amor. Felix, quien está enamorado de Hyunjin, ¿conseguirá un final diferente al de esa triste leye...