114 6 3
                                    

El pecoso miró atrás confuso. Se sorprendió al ver al chico acercarse a él corriendo apresuradamente y con una mirada segura y decidida.

—¿Qué pasa? —Felix preguntó acercándose un poco, ayudando a Hyunjin para que no tuviese que correr tanto.

—Felix... Yo... Ugh... —el más alto respiraba agitadamente, tratando de recuperar el aliento a pesar de haber corrido unos cuantos metros—. ¡Felix! —exclamó enderezándose—. Nos veremos mañana, ¿cierto? —preguntó con ojos brillantes, esperando escuchar la respuesta que quería y anhelaba que saliera de los labios del menor.

El contrario lo pensó durante unos pocos segundos y finalmente asintió con una sonrisa tímida. ¿Volverán a como estaban antes entonces?

—¡¿De verdad?! Oh, eh... —el morocho rio nervioso—. ¿Te di mi número?

—Creo que no —el pecoso se encogió de hombros inocente.

—Entonces dame tu celular, yo lo anotaré.

El más bajo le entregó el aparato suavemente y el morocho apuntó rápidamente su número en la lista de contactos.

—Llámame siempre que quieras —Hyunjin sonrió.

—Sí.

Y dicho eso, Hyunjin abrazó a Felix, cosa que lo tomó por sorpresa. El contrario tardó un poco en corresponderle el abrazo ya que seguía procesando la información. No esperaba para nada aquel abrazo.

—Nada, buenas noches —dijo el morocho al separarse.

—Tú también.

Felix suspiró aliviado, despidiéndose de su amigo con la palma de su mano moviéndola en el aire, pues Hyunjin se movía rápidamente y corría hacia su casa por los nervios. Nunca hizo nada parecido. Era...

Era algo nuevo.

¿Desde cuándo estaba tan ilusionado por alguien? ¿Desde cuándo parecía que sus ojos brillaban cuando lo veía? ¿Desde cuándo su día se iluminaba cada vez que él estaba cerca? ¿Desde cuándo él se sentía con energía y positividad cuando Felix le hablaba y le trataba como un amigo tan cercano?

No importaba, sólo sabía que le encantaba estar con él.

[...]

Al día siguiente, Felix despertó algo mareado, tal vez sea porque hace unas nueve horas estaba cantando y escuchaba música a un volumen muy alto. Se rascó la nuca y se levantó lentamente de la cama para abrir la cortina y dejar que entrase la brisa mañanera que le tranquilizaba el comienzo de cada nuevo día.

Se dirigió al baño para lavarse los dientes y la cara. Nada más salió del baño vio varios mensajes en la pantalla encendida de su celular.

«Fue muy divertida la noche de ayer, ¡deberíamos repetir!» Mensaje de Jeongin que mandó por el grupo de amigos que crearon la noche anterior.

«¿Cómo amaneciste?» Mensaje de Seungmin, quien siempre se levantaba más pronto y le decía buenos días por chat, no lo llamaba para no interrumpir sus horas de sueño, el perrito sabía que su mejor amigo no dormía mucho.

«Creo que me dejé una bolsita en tu casa ayer antes de ir al karaoke. Búscalo, por faaaaaa 😭» Mensaje de Han. De verdad, siempre tan despistado. Felix suspiró.

«¡Chicos! ¡Las vacaciones comenzaron hoy oficialmente! ¡Diviértanse y sobre todo, descansen!» Mensaje de uno de los compañeros de su clase que mandó al chat del grupo.

«Buenos días, cariño. ¿Cómo estás? Felix, recuerda desayunar bien, sabes que mamá se preocupa por tu salud.» Mensaje de su madre, uno que nunca faltaba cada vez que despertaba en la mañana.

GIRASOLES [HYUNLIX]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora