Capítulo 6

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Su risa inundaba toda la habitación mientras que me miraba fijamente.

—Me gustas libre Abby—Susurró Nate en mi oreja, un escalofrío recorrió mi cuerpo.

—¿Solo te gusta eso?—Le pregunté y en me respondió con una sonrisa picaresca.

—Me gusta todo de ti pequeña—Hundió su cabeza en mi cuello y empezó a besar y succionar es zona tan sensible de mi cuerpo.

...

Me desperté algo alterada y completamente sumergida en sudor. Miré hacía el techo horrorizada. 

¡Había soñado con Nate!

Traté de olvidarme de Nate. Hacía días que ni si quiera nos dirigíamos una palabra, desde el día que me susurró aquello en el pasillo. Desde entonces no nos hemos vuelto a hablar.

Las cosas con Travis ya están como siempre. Si es verdad que su disculpa tardó algunos días, pero finalmente se dio cuenta de que había hecho mal y ya volvemos a ser amigos como siempre, claro está que me hizo jurarle que no volvería a intercambiar ni una mirada con su hermano.

Y Dios, Nate me lo pone tan difícil colándose en mis sueños.

Miré el reloj de la mesilla de noche y me percaté de que eran las 12 am. Hoy no iría a clase, ya que tenía un ensayo general antes de el desfile y la verdad es que estaba bastante nerviosa. Todos mis amigos irían a verme, por no hablar de que mis abuelos y mis padres también estarían allí.

Me metí en la ducha y una vez salí bajé a desayunar, papá estaba allí junto a un bol de avena.

—Si ya se ha despertado la modelo—Dijo con una sonrisa burlona en la cara.

—Si el del futbol se ha levantado gracioso hoy—Le contesté y él rio.

—¿A que hora tienes que estar allí?—Me preguntó y miré el reloj de mi móvil.

—Pues en una hora o así—Le dije y vertí los copos de avena en un tazón con leche y la metí al microondas.

—Te voy a matar—Dijo riendo—¿Se puede saber porque has tardado tanto en levantarte?

—Solo me queda lavarme los dientes y coger la maleta—Le contesté.

—Ándate—Dijo y salió de la cocina.

...

—Has estado genial—Pronunció Andreh, mi representante/estilista.

—Por fin ha terminado—Dije y seguidamente me senté en una silla a que me desmaquillaran.

—Te han sacado mil fotos, verás como tu móvil va a reventar en unos minutos nena—Dijo sonriendo y se sentó a mi lado.

Andreh sacó su móvil del bolsillo y me enseñó la pantalla.

—Mira, ya me están llamando—Se levantó y contesto a la llamada unos metros más allá.

Miré alrededor perdida y sin prácticamente conocer a nadie más que no fuera Andreh en la sala. Durante los ensayos no había tenido que lidiar con tanta gente y aquello me agobiaba un poco.

—Ya puedes ir a cambiarte a tu vestuario—Dijo la maquilladora que estaba a mi lado.

—Muchas gracias—Me levanté y me dirigí al pequeño "camerino" que me habían asignado. Y es que en sí no era ni un camerino ni un vestuario. Era un término intermedio.

Al entrar cogí mi móvil sobre la mesa y le mandé un mensaje a Landon diciéndole que me estaba cambiando y que en unos minutos saldría.

—Hola—Nate salió de detrás de la puerta provocando que de mi boca saliera un gritito.

—¿Qué haces aquí?—Le pregunté asustada.

—No sé si te habrás dado cuenta de que mi hermano no quiere que hable contigo y tu tampoco me lo pones fácil—Contestó él y cerró la puerta.

—Tengo prisa—Le contesté—Y no quiero hablar.

—Pues no me voy a ir hasta que hablemos—Contestó él y reí.

—Puedes esperar ahí sentado, porque no pienso intercambiar una palabra contigo—Nate se sentó en el sillón que había en la pequeña habitación y se quedó mirándome fijamente.—Me tengo que cambiar. Sal

—No pienso irme

—Pues al menos ayuda un poco—Le dije y aparté mi pelo para que pudiera deslizar la cremallera de mi vestido.

Nate me miró sonriendo y deslizó la cremallera con más suavidad de la que me gustaría admitir. El vestido se deslizó por mi piel dejando mi cuerpo completamente desnudo a excepción de mi ropa interior beis que prácticamente era de un color idéntico a mi piel.

Me agaché y recogí el vestido del suelo, seguidamente lo colgué en su percha y lo metí en su respectiva funda.

—¿Puedes pasarme ese vestido de ahí?—Le dije señalando a un vestido rojo que había traído para la fiesta de Sally.

Nate me miró negando con la cabeza.

—¿Te estás cambiando delante mío?—Me preguntó

—Tengo prisa y tu no tienes intención de irte—Le dije mientras volví a señalar el vestido—El vestido por favor.

Nate se levantó y cogió el vestido, pero cuando fue a dármelo, levantó el brazo dejándolo a una altura bastante inaccesible. 

—¿Esto es lo que quieres?—Me preguntó—Consíguelo

Di un par de saltos, pero no alcancé a coger el vestido. A pesar de estar orgullosa de mi altura y de esta no ser pequeña, Nate era literalmente otro rollo. Si yo mido 1.75 metros él quizás llegue a 1,90 fácilmente.

—Por favor—Susurré y él me miró mordiéndose el labio.

—A la mierda—Tiró el vestido y me agarró por las caderas, levantándome fácilmente en el aire. Sus ojos recorrieron los míos segundos antes de que me apoyara contra la pared y con uno de sus dedos recorriera el borde de mis labios.—Dime una razón por la que no besarte ahora mismo—Me pidió.

—¿Perdón?

—Dame una razón para no perder el control contigo Abby—Susurró tan cerca de mis labios que pude notar su aliento mentolado.

—Tu hermano se enfadaría—Susurré con la respiración entrecortada. Nate siguió recorriendo con una de sus manos la silueta de mi cuerpo entrelazado con el suyo.

—Me la suda ese niñato—Farfulló—Una de verdad.

Según sus palabras sonaron por la habitación, alguien tocó en la puerta bruscamente.

—¿Abby?—La voz de mi padre resonó por la habitación.

Ig:_lina.sunn_

Si todo lo que soñáramos fuera realidad (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora