Capítulo 33

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*Narra Abby*

Hacía días que estaba organizando mi fiesta de cumpleaños. Cuatro días en los ángeles. Cuatro días de fiesta. Iba a ser la fiesta del año.

Terminé de reservar las habitaciones y de enviar las invitaciones mientras estaba en la cama de Nate esperándolo. Le había dicho que no lo esperaría, pero quería darle la invitación cuando entrara por la puerta y de camino aprovechar para disfrutar un poco de mi novio, aunque fuera en la madrugada.

Apenas era la una de la mañana cuando la puerta principal se abrió. Un escalofrío recorrió mi cuerpo al escuchar el ruido de la llave girar en la cerradura. Cogí una percha del armario y bajé sigilosamente las escaleras. Al ver la sombra de un hombre en la puerta, lo ataqué con la percha y lo que parecía el mejor ataque de mi vida, terminó en mi cuerpo entre los brazos del desconocido.

—¿Qué haces?—Pregunto Nate. Resulta que no era tan desconocido. Una sensación de seguridad recorrió mi cuerpo cuando sentí que eran sus brazos.

—Pensé que eras un ladrón—Le contesté y me soltó.

—¿Y qué pensabas hacerme con eso?—Preguntó mirando mi percha de plástico media doblada. 

—¡No lo sé, fue lo primero que vi!—Exclamé y él sonrió.

Me rodeó con sus brazos y besó suavemente mi cabeza.

—Oye—Le dije y se separó un poco de mi pero aún rodeando mi cintura—Te invito a mi cumpleaños

Él sonrió

—Muchas gracias señorita Jhonson—Dijo despeinándome—¿Dónde lo vas a celebrar?—Me preguntó.

—En Los Ángeles, cuatro días de fiesta—Le contesté emocionada, pero su cara se puso seria—¿Qué pasa?,¿No te apetece?

Nate cerró los ojos y respiró, a continuación cerró suavemente la puerta y me miró.

—Claro que quiero Abby—Me dijo metiendo un mechón de pelo detrás de mi oreja—Pero no puedo permitírmelo cariño.

—Ya está todo pago—Le dije y él negó con la cabeza.

—No quiero que me pagues nada Abbigail—Me contestó.

—Pero yo quiero que vengas—Le dije.

—No puedo ir —Me contestó

—¿Y ya está?—Le pregunté—Sin explicaciones, simplemente no puedes ir.

—Me han despedido—Espetó—Me han despedido y mi padre me ha cortado el grifo, no sé si te has dado cuenta de que no voy al instituto—Nate me miró negando con la cabeza—Joder Abbigail, no vivo en tus mundos de fantasía donde me llueve el dinero. No tengo dinero para irme de viaje y mucho menos lo tengo para irme a Los Ángeles.

—¿Qué?—Le pregunté—Joder Nate por qué no me lo habías dicho.

—No encontraba la forma—Susurró—Abby cariño—Acarició mi mano con su pulgar— Lo siento por no ser lo que te mereces.

—Déjate de tonterías Nate—Le contesté

Nate siguió acariciando mi mano con delicadeza mientras su cabeza permanecía agachada.

—Está todo pagado—Le respondí—Solo tienes que venir.

—Abby...yo...

—Solo quiero que vengas—Le dije y él me miró a los ojos después de un rato.

—Vale—Dijo al final.

...

Los golpes en la puerta principal hizo que nos despertáramos. Nate se estiró perezosamente y se levantó de la cama con apenas un bóxer que lo cubría. Miré el reloj y hacía apenas cuatro horas que nos habíamos ido a dormir.

Nate abrió la puerta y de inmediato la cerró. Al escucharlo, bajé por la escalera para saber el porqué había hecho eso.

—¿Quién es?—Le pregunté

—Llama a la policía—Me pidió y lo miré extrañada—¿No me has escuchado?—Me preguntó y negué con la cabeza.

—No seas exagerado, ábreme—Dijo una voz masculina.

Nate abrió lentamente la puerta y un chico de unos años más que él entró. Me quedé atontada con su parecido.

—Abby, te presento al mayor de los Jones—Dijo Nate y me quedé boquiabierta.

—No me mires así chica—Dijo guiñándome el ojo y se tiró de un salto al sofá.—Me gusta tu piso, es de mi rollo.

—¿Es tu hermano?—Le pregunté y Nate asintió con la cabeza—¡¿Por qué no me lo habías dicho?!

—Uy creo que tenéis que hablar—Dijo irónicamente el chico sentado en el sofá—Voy a darme un baño, vengo cansado.

Se levantó y caminó hacía el baño, bajo mi mirada dudosa y Nate cogió mi mano para llevarme a su habitación.

—¿Quién es ese tío?—Le pregunté.

—Es mi hermano—Admitió Nate.

—Pero Nate cariño, explícame porque aquí me falta información—Conté con los dedos de mi mano—Sois dos, tú y Travis.—Él negó con la cabeza.

—Somos tres—Me corrigió—Y a lo mejor alguno más perdido por ahí que nadie sabe.

—Vale explícame esto, porque no entiendo nada—Le pedí.

—Tyler tiene cinco años más que yo. Digamos que mucho antes de que yo naciera mis padres se dieron cuenta de que era una persona algo problemática y lo mandaron a un internado.

—¿Él estaba contigo en el internado?—Le pregunté.

—Sí—Dijo moviendo la cabeza—Él me protegió allí y cuando él salió todos me temían por quien era mi hermano así que supongo que eso me ayudó.

—¿Hace cuanto no lo ves?—Le pregunté 

—Cerca de dos años

—¿Y por qué no sabía nada de su existencia?—Le pregunté.

—Mi padre no está muy orgulloso de él, así que hizo lo que mejor se le da, ocultar a sus hijos.

Miré hacía la planta de abajo, cerciorándome de que él todavía no había salido del baño y me senté seguidamente en la cama. ¿Nate tenía un hermano? O sea otro.

—Sé que es mucho que asimilar—Dijo Nate mirándome.—Pero él es mi hermano—Dijo y sonrió—Y me siento feliz porque él esté aquí.

Se escucharon unos pasos mojados por la madera del suelo y me callé. Tyler subió por las escaleras con una mini toalla amarrada en la cintura, inconscientemente lo repasé con la mirada, sí se parecía con Nate.

—Yo también podría haberte repasado desde hace rato y no lo he hecho—Dijo mirándome y me sonrojé, cogí la manta y me tapé al recordar que solo estaba cubierta por una camiseta de Nate.—Oye déjame una toalla, porque la que había abajo no me tapa nada.

—Dame un momento—Dijo Nate y se acercó al baño de la habitación a por otra toalla. Hubieron unos segundos incómodos entre Tyler y yo y de repente apareció Nate con la toalla gris.

—Gracias—Seguidamente bajó por la escalera.


...


Ig:_lina.sunn_

Si todo lo que soñáramos fuera realidad (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora