ALGÚN DÍA
Después de que detectaron la herida en el tobillo de Thomas (un esguince con bastante mala pinta) me ocupé de regresarlo sano y salvo a casa y lo senté en su cómodo y elegante sillón, asegurándome mantener su pierna en lo alto.
―Tú papá me otorgó ese deber y honor, después de todo.
No pude resistirme a burlarme aunque sea un poquito de él. Él sonrío en respuesta, pero estaba un tanto perdido, su mirada estaba fija en un punto atrás de mi, nunca en mis ojos como debería ser.
―Thomas, ¿Estás bien?
Me mordí el labio inferior, preocupado por su salud.
―Si te duele mucho... ―puse una mano en su rodilla y él suspiró, sosteniendo mi mano con la suya.
―Siento que te debo una disculpa.
Sus mejillas se veían rojas y tragó saliva con fuerza.
―¿Qué? ¿Porqué? ―interrogué.
―Tenía a mi padre justo ahí. Podría... tendría que haberle dicho de lo nuestro. Fui tan cobarde.
Parpadeó muchas veces, como si estuviera intentando evitar llorar. Suspiré.
―¿Le hubieras dicho y luego qué? ―le pregunté y luego entrelacé nuestros dedos.―luego haría todo lo que estuviera a su alcance para separarnos. Utilizaría todos sus recursos, los cuales no son escasos, para "corregirte" y convertirte en lo que él quisiera que fueras, un hombre de bien según sus parámetros. O, en otro hipotético caso, te repudiaría. No veo ningún escenario en lo que esto saliera bien.
―¿Crees que mi padre no me ama lo suficiente como para aceptarme?
Soltó mi mano y miró hacia otro lado, frunciendo el ceño entre reflexivo y molesto.
―No lo sé.
Frunció aún más el ceño si era posible, nuevamente negándose a mirarme.
―Debería haber tomado el riesgo. No te mereces ser un secreto. Deberías ser amado como corresponde, con alguien que grite que te adora a los cuatro vientos, que haga lo que yo no puedo...
―No me digas lo que merezco, lo que quiero o debería querer.
Me quejé en voz alta y me miró con los ojos desorbitados.
―Pero... pero mi papá... yo...
―Mira, no sé si tu padre te pondría por sobre sus patéticos y errados ideales, pero lo que sé es que lo necesitas y no quiero quitártelo. ―dije acercándome a él aún más, intentando captar sus ojos azules―Algún día, algún día sé que podríamos tener esa relación no secreta de la que tanto hablas. Sé que cuando estés listo lo dirás. Sé que cuando de verdad importe, harás lo que sea correcto, aún si amas a George Hanlon porque nunca dejará de ser tu padre. Así que, quiero que cuando salgas del armario sea porque así lo desees. Por ti, no por mi o lo que sea que creas que merezco o quiero. ¿De acuerdo?
Él tragó nuevamente pero esta vez me miró, fijamente mientras asentía.
―Algún día. ―repitió con voz ronca, como una promesa.
―Si, mientras tanto, disfrutemos. ―exigí plantándole un beso de lleno en la boca. ―¿Vemos una película?
―Estaba pensando en hacer otras cosas contigo...
―No, no. ―negué con la cabeza. ―De eso nada. El doctor dijo que necesitas hacer reposo, reposo harás.
―Pero...
―Sin reclamos.
Ordené eligiendo una buena película e ignorando deliberadamente el puchero en sus labios.
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Jugar, ganar y enamorarse |✔
Fiksi RemajaFinn Gley es un joven abiertamente gay que se vio obligado a realizar una actividad extracurricular, y para su desafortunada conveniencia había un puesto vacante en el equipo de fútbol americano: Mantenimiento. Así que si, debía comportarse como el...