Prólogo

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~ 12 años atrás ~

Un pequeño Mauricio de 10 años

Mi papá dijo que a veces los niños buenos no siempre reciben al momento lo que se merecen, pero que de igual forma no debía decepcionarme, porque en un futuro algo podría llegar a sorprenderme.

Así que todas las tardes salgo a jugar fútbol porque espero algún día aparecer en televisión en el Barcelona, bueno, puede que eso tal vez sea mucho, pero el futuro podría sorprenderme, así que debo prácticar por ello.

Hace tres semanas un chico nuevo llegó a la manzana, se llama Julián y es bueno jugando, pero no tanto como yo. Aún así me cae super bien. Pocos chicos comprenden cuándo hablo de fútbol, por lo que, regularmente me dejan solo más interesados por el basquetbol o el béisbol; Julián no me entendió mucho, pero al día siguiente se reunió conmigo y empezó a hablar de la historia del cómo inició ese deporte en el mundo. Me dio risa porque no le entendí una palabra, pero el chico lo intentó. Él no se fue a jugar béisbol. Eso era un gran punto a su favor.

—Oye, Mauricio, ¿Por qué te gusta el fútbol? —preguntó mientras lo acompañaba a la casa de su madrina, dónde se había estado quedando el último par de semanas por vacaciones de verano —Siempre hablas solo de eso.

—Bueno, porque algún día seré un gran jugador —Patié mi balón mientras nos acercábamos a la casa —Debo saber mucho sobre fútbol —Le hice un pase corto a lo que la jugo un poco y me lo pasó de nuevo.

—¿Quieres ser famoso?

—No

Frunció el ceño.

—Pero dices que...

—Quiero ser un gran jugador, si eso implica ser famoso, pues nimodo —Me encogí de hombros.

Asintió y desvió la mirada hacia la calle y soloto un silbido.

—Pues a mi me gustan los autos. Pero dudo que algún día sea un auto —se rio, a lo que también me reí al mirar el objeto de su asombro. Un auto rojo muy lujoso se encontraba estacionado al frente de la casa de su madrina.

—Puedes ser un corredor —sugerí y me miró sonriendo.

—Eso sería genial.

Entonces empezó a hablar de autos y no entendí una palabra, por lo que, fue mi turno de mirar videos. Los autos eran impresionantes con toda esa velocidad y hermosura, pero no se comparaba con el fútbol, no se lo dije, simplemente entendí mejor al chico al día siguiente. Entonces cada día a las 12 de la tarde ibamos a la cancha y jugabamos fútbol, para después en el regreso hablar de autos.

No tenía muchos amigos, pero Julián me llamó Mau a la tercer semana, ya no era "Mauricio" ahora era "Mau". Me gustó.

A la cuarta semana mientras salía a las 11 :55 a.m de mi casa para ir a la suya dos cuadras arriba, miré a una chica pasar junto a mi acompañada de un chico. Los ignoré, pero entonces él me habló.

—¡Mau! —escuché la voz de Julián y me giré para verlo junto a la niña —Oye, hoy no puedo jugar, voy a ir a acompañar a Sonia a su clase.

Miré a la chica, Sonia, y me saludó tímida, a lo que levanté mi mano para saludarla igual. Ella era pequeña.

—De acuerdo. Después te veo —Levanté el balón del suelo y lo recargue en mi cadera, bajo mi brazo izquierdo.

En medio de ambos (Serie amigos #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora