Capítulo 20

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Mi cabeza estaba punzando demasiado y necesitaba que se detuviera el dolor.

*Lo lastime, le provoque dolor, tiene sangre, esa sangre yo la esparcí*

—Mauricio, Mauricio necesitas levantarte —Escuché la voz de Sebastián demasiado alejada, pero podía escuchar el deje de preocupación en ella. Quise mirarlo, pero no podía dejar de mirar el cuerpo en el suelo, no podía dejar de mirar el rostro mallugado de Julián mientras Brendan intentaba ayudarlo en un mar de lágrimas.

—Lo lastime, yo lo hice —Murmure. Julián se había vuelto borroso, ¿Por qué lo estaba?

—Necesito que te pongas de pie —Puso sus manos en mis hombros y me miro directo a la cara. Estaba asustado —Acaban de hablarle a la policía informando lo que sucedió.

— ¿Qué? —Pregunte distraído

— ¡Mauricio! —Sacudió mi cuerpo —Es muy posible que la policía te...

Se escucharon las sirenas, ellos venia por mí y lo merecía. Yo lo había lastimado. Necesitaba que dejara de hablar, pero... ¿Tenía que romperlo para lograrlo?

—Mierda —Murmuro Sebastián mientras se enderezaba de nuevo, entonces me ayudo a ponerme de pie.

—Está bien.

Observé los ojos de Julián abrirse en asombro mientras intentaba levantarse, pero Brendan lo mantenía contra su pecho.

— ¡No vas a moverte! No sabemos qué tan mal estas...

—Es... toy bien —Murmuro lento —Estoy bien, no... no dejes que se lo lleven.

Mi corazón se rompió aún más si es que aun podía hacerlo.

*¿En verdad él me quiere? Dios, ¿Por qué no puedo creerle? tanto que espere por esto y ahora yo simplemente... no puedo creerle*

Mire la patrulla estacionarse en el lugar y dos hombres uniformados se bajaron.

— ¿Han llamado a la ambulancia? —Preguntó uno mientras miraba a Julián recargado en Brendan.

— ¿Quién fue el agresor? —Cuestinó el otro mientras miraba a los presentes con cara de enfado.

—Yo lo hice —Anuncié.

Todos los pares de ojos cayeron sobre mí.

—Bien, pues déjame decirte que estás en serios problemas. Así que... —Saco las esposas — ¿Necesito usarlas o seguirás cooperando con...?

—Estoy bien —Se escuchó de nuevo la voz de Julián, en esta ocasión más fuerte —No necesitan llevárselo, yo... no presentaré cargos.

Los policías lo miraron asombrados.

— ¿Qué estás bien? ¿Ya viste tu rostro?

—Aunque no presentes cargos, el chico creo disturbios en una vía pública, debe rendir cuentas ante la ley.

—Pero...

—Estoy cooperando, solo súbanme a la patrulla —Corte a Julián y comencé a caminar hacia el auto.

Fue cuando se escuchó el ruido de la ambulancia acercarse. Escucharla me dio coraje, porque era un horrible sonido del recuerdo mientras golpeaba a Julián. Entonces la miré estacionarse y los paramédicos se bajaron rápidamente, pero en ese instante los policías me abrieron la puerta, por lo que, me fui de ahí cuando estaban poniendo a Julián en una camilla.

Durante todo el trayecto mire por la ventana rememorando una y otra vez sus palabras.

*Yo te quiero... yo te quiero*

En medio de ambos (Serie amigos #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora