En medio de ambos (Serie amigos #1)

Capítulo 22

Había una pluma acariciando mi espalda, pero me negaba a mirarla, tenía demasiado sueño. Sentí la delicadeza con la que recorría mi cuerpo, y sonreí porque se sentía genial.

— ¿Ya despertaste? —Escuche la ronca voz en mi oído, por lo que, abrí mis ojos rápidamente asustado e intente enderezarme, pero unas fuertes manos me agarraron por la cintura —Oye, soy yo, ¿Qué ocurre?

Me relajé cuando entendí que era Julián.

—No pasa nada, es solo... que me asuste al darme cuenta que desperté al lado de un chico —Levante mi rostro y lo mire. Me encontraba básicamente encima de él, sabía que nuestro peso era casi el mismo, por lo que debería estar cansado —Déjame moverme.

—No —Me sostuvo fuertemente —Explícame, ¿Por qué te asusta despertar al lado de un hombre?

—No me asusta, es solo que... No reconocí tu voz al inicio —Frunció el ceño —Esta... muy ronca —Entonces sonrió de lado.

—Bueno, eso provoca que estés encima de mí.

—Julián —Me logre soltar y me aleje.

— ¿Qué? —Se enderezo — ¿Es incomodo que te lo diga?

Lo observe por varios segundos mientras podía notar mi cara empezar a calentarse.

—Es raro —Mire mis manos.

Lo escuche suspirar, entonces se acero y observe como alargo sus manos para tomar las mías.

—Dejara de serlo, ¿verdad? Pero lo lograremos juntos —Puso su dedo en mi barbilla y busco mis ojos —Hagamos esto. Primero vamos a salir en algunas citas, no en el plan de conocernos, porque posiblemente somos las personas en esta tierra que más conoce del otro, pero si para poder hacer esto mientras vamos por la banqueta —Levantó su mano derecha con mi mano izquierda en ella y entrelazo nuestros dedos —Entonces...después te preparare una gran cena para preguntarte si quieres ser mi novio.

Mi respiración se detuvo por varios segundos antes de tragar duro.

—No se supone que me dirías como me lo pedirías.

Sonrió grandemente y se encogió de hombros.

—Aun así, vas a sorprenderte.

Empecé a reírme mientras él lo hacía.

—Siempre tan seguro de ti mismo —Murmure.

Dejo de reír y se acero para darme un tierno beso, el cual correspondí brevemente antes de alejarme.

—No he lavado mis dientes.

—Mauricio, deja de comportarte pulcramente, soy yo, Julián, te he visto en tus peores momentos —Movió mi cabello —Además, que laves tus dientes no hará una diferencia para mí —Sonrió y volvió a besarme.

Lentamente logro empujarme hasta acostarme de nuevo y se subió encima de mí, entonces lentamente beso mi rostro, para después pasar a mi cuello. Sus besos eran como caricias, como si quisiera memorizar cada parte de mi piel y era fantástico.

—Julián...

— ¿Uh? —Besó mi garganta, después mi barbilla y de nuevo mis labios antes de alejarse y mirarme.

— ¿Por qué eres tan dulce?

— ¿No quieres que lo sea?

—No hablo de eso —Puse mi mano en su mejilla y cerró los ojos brevemente saboreando la caricia —Es solo que... no sueles ser dulce en este sentido, nunca te vi hacerlo.

Me miro por varios segundos antes de acomodar su mejilla en mi pecho.

—Ahora mismo escucho el ritmo de tu corazón —Dijo sin mirarme —El late al ritmo del mío —Levanto su mano y empezó a trazar mi pecho lentamente —Estas unido a mí, como yo lo estoy contigo. Yo solo... me dejo llevar por lo que mi alma quiere hacer —Levanto su cabeza y apoyo su barbilla en mi pecho —Ahora mismo quiere explorar lo que es desconocido en un sentido más hermoso, en el sentido en el que me hace amarte, no solo ser tu amigo.