Capítulo 3

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7 años atrás

Un pequeño Mauricio de 15 años.


Yesica vivía lejos de mi casa, por lo que, hacía mucho ejercicio al recorrer 40 minutos de ida y luego de regreso en bicicleta.

Realmente no hacíamos nada más que mirar películas en su estancia o de vez en cuando la invitaba a salir. Era una excelente novia, al menos eso creo, ya que era mi primera. Pero había algo, algo que no terminaba de cuadrar cuando estaba con ella y creo que en ocasiones muy extrañas y lejanas, ella se daba cuenta, pero disimulaba, los dos éramos buenos en eso.

Hacia dos meses Miguel había empezado a salir con una chica, ella era muy hermosa y se notaba que estaba contento en su relación, por lo que, cada que él hablaba yo le prestaba mi total atención para entender que estaba haciendo mal. Me gustaba verlo feliz y me gustaba que su chica en ocasiones comiera con nosotros en el almuerzo.

Pero había algo que lo arruinaba y me odiaba por el hecho de que una chica pudiese provocar el sentimiento de enojo. Ni siquiera cuando Yesica exigía ir al cine después de mi entrenamiento de fútbol me molestaba tanto.

Mónica era novia de Julián desde hacía cinco meses y aún había algo repugnante en mis emociones cuando los veía juntos.

Estaba tomando mi bicicleta que había recargado en la parte trasera de la casa de Yesica cuando ella se acercó de nuevo.

—Mauri, se me olvidaba decirte que el sábado hay una fiesta.

Me giré a mirarla y noté la emoción que intentaba esconder en su lindo rostro.

— ¿Fiesta? ¿De quién o qué?

—Victoria está festejando su cumpleaños número 17 y nos invitó —Se acercó y puso sus manos en mi cuello, para después besar lentamente mi mejilla —Quiero ir, es mi amiga.

Tragué duro y la miré a los ojos. Me gustaba sus ojos, eran hermosos, muchas cosas en ella eran hermosas y cada día aprendía a quererlas más.

— ¿A qué hora?

—A las 4:00 p.m. —Sonrió — ¿Puedes decirle a Miguel y Julián? Me pidió que los invitara. Quiere a los tres chicos más lindos de la escuela en su fiesta.

Quise rodar los ojos, porque odiaba el apodo de "los tres galanes" pero me obligué a no hacerlo.

—Uh... claro, les comentaré.

—Gracias —Chilló emocionada y besó de nuevo mi mejilla.

Me alejé sonriente y me subí a mi bicicleta. Siempre me alejaba sonriendo, pero nunca la mantenía hasta casa.

— Cariño ¿por qué no has traído a Yesica a casa? —Mi madre preguntó después de sacar la basura —Me pareció una linda chica cuando la conocí hace unos meses.

Sentí algo pesado en mi estómago cuando preguntó por ella, pero lo ignoré y sonreí.

—Es un tanto incómodo con los chicos aquí —Me encogí de hombros.

—Invítala un día de estos —Revolvió mi cabello —Haré unos ricos panecillos para ella. Hablaré con tus hermanos, no te preocupes por ellos.

Solté un suspiro disimulado y asentí.

—Iré a mi habitación ahora.

—Claro, termina tu tarea y después descansa.

Continúe con mi tarea de biología, pero no fue hasta pasadas de las 11: 00 p.m. que la terminé.

En medio de ambos (Serie amigos #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora