Mi celular sonó una y otra vez hasta que lo puse en silencio. Algunas llamadas eran de Sander, otras de Sebastián y Brendan, pero también estaba Julián, persona a la que no quería mirar. Solo quería que me dejaran solo. Quería escuchar el silencio del campo de fútbol. Después de notar que el sol comenzó a bajar y ver la oscuridad empezar a inundarme, me enderecé poniendo mis manos en mis rodillas flexionadas. Duré unos minutos, entonces me puse de pie para ir a mi dormitorio, y ahí fue cuando lo miré sentado en la segunda fila de las gradas. Me detuve a mitad del campo observando a Julián enderezarse lentamente para empezar a caminar hacia mí.
Mi instinto protector me decía que corriera en el sentido contrario, pero no pude. Algo pesado estaba en la planta de mis pies que no me dejaba moverme, por lo que, tuve que soportar los cincuenta y tres pasos que le tomo llegar frente a mí.
— ¿Qué haces aquí?
Miró por un momento la portería a mi izquierda y entonces se rio sin humor.
—Te conozco bien Mauricio. Sabía que vendrías aquí.
—Bueno, pues se supone que estaba aquí porque quería estar solo.
—Y lo estuviste. No me acerqué, te di tu espacio, te dejé pensar el tiempo que querías.
Me reí.
—Cuando me refiero a solo, me refiero a no quererte cerca, no querer mirarte, no solo por ahora, sino tal vez hasta mañana o la semana que viene, no lo sé.
Negó frustrado.
— ¿Por qué estás tan enojado? ¿Hice algo mal?
Trague duro mientras me reprendía por reaccionar así, él no tenía la culpa de nada. ¿Su culpa era no estar enamorado de mí? Eso era tan estúpido.
—Solo estoy molesto porque sí y punto.
—Eso no es una contestación valida.
— ¡Solo déjame estar molesto! —Levante mis manos frustrado —Dios, ¿Sabes lo duro que ha sido para mí lograr decirles mis preferencias? ¿Lograr comprenderme y entender que no puedo simplemente tapar la realidad con una bandita? ¿Lograr aceptar que este soy yo e independientemente lo que opines o digan los demás, seguiré siendo yo? Un chico al que le gustan también los chicos —Me encogí de hombros —Si quieres seguir siendo mi amigo, adelante y si quieres alejarte, también hazlo.
— ¡Deja de ser un maldito mártir! —Se acercó un paso —Yo no voy a alejarme, ¿Por qué rayos haría eso? No voy a dejarte Mauricio. Ni por esto, ni por otra cosa. Eres mi amigo.
Amigo, amigo, amigo. Que jodida palabra tan fea. Aunque... tal vez lo prefiero cerca como solo a un amigo a dejar de verlo por completo. Puedo guardar mis sentimientos solo para mí y estaré bien, pero no puedo dejarlo, no puedo apartarme y renunciar a la otra parte de mí.
—Ocho años no se borran tan fácil, ¿Cierto? —Murmuró con cuidado mientras avanzaba otro paso — Cierto ¿Mau?
Asentí lentamente, entonces se acercó y me abrazo fuertemente. Mi respiración salió de golpe de mis pulmones, pero lo agradecí, agradecí tanto el abrazo, aunque para él significara algo tan distinto.
—Ocho años no se borran tan sencillo —Murmuré contra su hombro mientras lo rodeaba con mis brazos.
—Te quiero, Mauricio, no borrará eso tus preferencias o las mías —Se alejó y puso sus manos en mi rostro, entonces me miro directo a los ojos y me asuste, no porque fuese a besarme, sino porque tal vez podía descubrir los secretos que escondía de él. Cerré mis ojos y asentí.
—Bien, entiendo tu punto.
Lo escuche reír, entonces me soltó.
—De igual forma, perdón por lo de hace rato. No debí exigirte de esa manera que hablaras.
ESTÁS LEYENDO
En medio de ambos (Serie amigos #1)
RomanceMauricio y Julián han sido mejores amigos por muchos años, han tenido altas y bajas, pero su amistad aún sigue adelante... y Mauricio así espera que siga, cada instante de cada día, él se esfuerza para que así siga... ¿Estar enamorado de su mejor am...