Capítulo 21

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Observé a Julián dormir por varios minutos, entonces solté su mano. Fue lindo verlo esforzarse por impedir que el sueño lo invadiera, pero puedo imaginar que los medicamentos que le dieron ayudaron a que no pudiese lograrlo. Es como si tuviese miedo de dormir y cuando despertara no encontrarme aquí.

Brendan y Sebastián entraron cuando estaba poniéndome de pie, por lo que, les hice señas para que fuesen silenciosos. Lo miraron un segundo, entonces me siguieron afuera.

— ¿Cómo está? —Pregunto Brendan.

—Está bien —Solté un suspiro —Dice que puede irse a casa hoy mismo —Sonreí —Pero sabemos cómo es.

—Uh... ¿No están enojados, cierto?

Mire a Sebastián quien me observaba a la espera de la respuesta, pero no sabía cómo definir el punto en el que estábamos ahora.

—Estamos bien, él... no se molestó conmigo —Mire avergonzado mis zapatos.

—Bien, eso es bueno —Brendan sonrió y tomo mi mano para darle un fuerte apretón.

—Sí —Sonreí y fue cuando me di cuenta de la mirada acusadora de Sebastián.

— ¿Qué?

— ¿Te perdono tan fácil? El chico termino en el hospital.

—Pues... fácil no es la respuesta indicada.

Soltó un suspiro y asistió.

— ¿Ya desayunaste?

—Sí. Pero quería un poco de café.

—Oh, pues yo podría acompañarte mientras Sebastián se queda con él.

—Sí, vayan, aquí los espero —Brendan asintió y se agarró a mi brazo.

—Gracias —Sonreí mientras caminábamos lejos de la puerta y fue ahí cuando la miré. La madre de Julián se estaba bajando del elevador acompañada de Sonia. Me detuve en seco cuando la realidad me inundo. Aquí estaba la chica destinada por sus padres a ser su ideal.

—¿Mau?

—Es Sonia —Murmure sin dejar de mirarlas mientras se acercaban. Mire en los ojos de la señora mayor el reconocimiento, así como el leve desprecio que siempre me demostraba; por otro lado, la chica sonrió amigablemente mientras se detenía frente a nosotros.

—Hola, ¿son los amigos de Julián, cierto? Soy Sonia, ¿Me recuerdan?

—Te recordamos —Brendan asintió con una leve sonrisa en sus labios —Un gusto... volver a verte.

—El gusto es mío —Sonrió.

Mis ojos se toparon con los de la mujer.

—Señora —Murmure respetuosamente mientras bajaba mi mirada.

—Mauricio... —Miro a Brendan.

—Es Brendan, amigo de Julián y mío.

—Un gusto —Su rostro se mantuvo estoico mientras nos contemplaba, entonces mire a la linda chica frente a mí.

—Un gusto... Sonia.

Sonrió.

—Qué bueno verte de nuevo. ¿Lulian está despierto?

Mi pecho sufrió una presión extraña al escucharla llamarlo de ese modo, pero me obligue a mantener mi sonrisa. Sabía que era su forma cariñosa de llamarlo desde siempre.

—Estaba dormido cuando salimos. Ahora mismo está otro amigo haciéndole compañía.

—Oh, bien, iremos a verlo —Miró a la señora junto a ella que nos observaba platicar, entonces espero a que caminara para seguirla.

En medio de ambos (Serie amigos #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora