En medio de ambos (Serie amigos #1)

Capítulo 26

Rentamos unos equipos para esquiar, entonces nos pusimos en marcha para subir a la primera pista. Afortunadamente la fila para el teleférico no era tan larga.

—¿Crees que debamos ir a esta pista o subir hasta la siguiente? —Julián  preguntó junto a mí mientras se acomoda mejor sus guantes.

—Podemos subir a esta para calentar, entonces pasamos a la siguiente.

—De acuerdo —Sonrió mientras fijaba su mirada en mi snowboard —Pensé que tomarías bastones, si mal no recuerdo, no te encanta utilizar tabla de nieve —Me miró a la cara.

Bajé mi cabeza para mirar la tabla y después la suya, entonces volví a verlo.

—Quiero intentar.

Asintió no muy convencido.

—Si en algún punto sientes que es demasiado, podemos venir a cambiarlo, igual, antes te enseñaré lo que sé —Sonrió de lado, por lo que sonreí de vuelta.

—Eso esperaba.

Se rio e hizo ademan de acercarse, pero fue nuestro turno de subir al teleférico con otras tres personas.

Manejar el snowboard era bastante complicado al principio, pero conforme pasaba el tiempo y Julián  me explicaba o me daba su hombro para apoyarme, logré sentir mayor estabilidad.

—Te veo abajo —Le sonríe, entonces me lance por la colina. Hubo muchos momentos en lo que estaba por perder el equilibrio, ya que con la velocidad y la inclinación era un poco difícil manejarlo, pero lo logré, bueno, casi; ya que metros antes de llegar mi rostro se estrelló contra la nieve y segundos después sentí como un par de manos me tomaba de los varazos.

— ¿Estás bien? —Escuche su voz.

—Lo estoy —Me reí mientras me levantaba —Simplemente acabo de congelar mi rostro.

Su preocupación desapareció, entonces sonrió.

— ¿Sin bastones entonces?

—Sin bastones.

—Bien, hagámoslo unas veces más, entonces consideraremos ir a la siguiente.

—De acuerdo —Asentí.

Unas veces más nos llevó casi dos horas antes de lograr hacerlo entender que estaba listo para incrementar la dificultad, entonces finalmente cedió y fuimos de nuevo al teleférico.

La tarde se nos pasó volando, pues entre intentar no caer dos por tres y Julián  siguiéndome de cerca, el sol comenzó a meterse.

—Debemos irnos, de noche será más complicado —Se acercó a mí en cuanto bajamos la colina—Muchos empiezan a irse.

—Sí, supongo que tienes razón —Mire hacia la montaña y noté la oscuridad que antes no estaba —Podemos hacerlo de nuevo por la mañana.

—De acuerdo —Sonrió y me espero para caminar juntos hacia el teleférico.

— ¿Quieres que cenemos en el restaurante o lo pedimos a la cabaña? —Me preguntó una vez que nos subimos, afortunadamente solo éramos nosotros dos.

Lo pensé un segundo antes de girarme a mirarlo.

—Quisiera ir a la cabaña. Sera más cómodo, además quiero tomar un baño.

—Perfecto —Sonrió —Hagamos eso.

Fui directo a mi maleta mientras él hablaba por teléfono para pedir algo de cenar.

— ¿Tomaras un baño? —Le pregunté cuando entro a la habitación.

—Sí —Me miro —Pero hazlo primero.