En medio de ambos (Serie amigos #1)

Capítulo 24

Nos besamos por varios minutos, entonces sentí su erección presionar en mi estómago. Me alejé.

Tragó duro al ver mi rosto, entonces bajó la mirada hacia sus pantalones.

—Lo siento, no pude… controlarme —Sus mejillas se tiñeron de rosa y me sentí mal por alejarme, así que me acerqué y tomé su rostro.

—Oye, no es eso.

Me miró inseguro, así que sonreí.

—Tampoco pude controlarme, es solo que mi gran playera ayuda —La levanté y miró mi erección. Esperaba que riera, pero no lo hizo, en cambio volvió a tragar y desvió la mirada.

— ¿Mauricio?

— ¿Si? —Mi voz salió insegura.

—Sé que nunca has estado con un chico y yo tampoco lo he hecho —Me miró —Pero quiero hacerlo contigo —Mi pecho se apretó y empezó a subir y bajar de manera errante —Yo…

—Quiero hacerlo contigo también.

Me miro sorprendido por un par de segundos, entonces sonrió.

—Voy a hacerlo especial para ambos —Me abrazó y escondió su rostro en mi cuello —Será especial.

—El hecho de que seas tú ya lo hace especial, Julián.

Me miró y volvió a besarme una vez más.

— ¿Debemos ir a buscar una cama? —Preguntó en cuanto se alejó, así que me sorprendí, por lo que se rio.

—Tranquilo, hablo de ir de compras por unos muebles.

—Oh —Me reí —Si, hagamos eso.

—Bien —Sonrió de lado mientras tomaba mi mano y salíamos al exterior. Nos despedimos de todos después de que Julián  pidiera que desalojaran ese almacén lo antes posible, entonces fuimos a tomar un taxi —Estaba pensando que podría comprarme un auto.

— ¿Un auto? ¿Ya? ¿No estarías teniendo muchos gastos?

Soltó un suspiro y asintió levemente.

—Sí, realmente los tendría. Entonces… ¿Debería esperar unos meses?

—Solo tú sabes las ganancias del taller, pero independientemente de eso. Creo que sí, espera unos meses.

—Bien.

Guardamos silencio durante el resto del trayecto, entonces cuando llegamos al fin, Julián  pagó e ingresamos al centro comercial.

— ¿Solo buscamos una cama? —Pregunté cuando ingresamos a la mueblería.

—Bueno, un pequeño comedor también, así como un refrigerador.

—De acuerdo.

—La próxima semana podemos venir por una pequeña cocina.

—Chico, empiezo a creer que ese taller si te hace millonario.

Se rió.

—Son mis ahorros también. Podríamos llevarnos la cocina de una vez, pero primero debo checar que el almacén este limpio.

—Cierto —Asentí.

Me observó unos segundos, entonces nos concentramos en las camas y finalmente después de varios minutos escogimos una de tamaño “queen” con buros y cabecera en color chocolate. El comedor fue sencillo de elegir, pues se decidió por uno para cuatro personas en el mismo color, entonces finalmente eligió un refrigerador de tamaño regular en color acero.

— ¿Quieres ver las cocinas integrales y hacerte una idea?

—Sí.

Eso nos tomó un par de minutos más, pero realmente Julián  siempre había sido un chico que sabía lo que quería e iba por ello sin pensarlo dos veces. Así que todo término siendo color chocolate.