ANGEL | Eddie Munson

CAPÍTULO 19

La cocina en ese comento parecía un real zoológico. 

Se habían organizado en parejas para hacer el desayuno en equipo, pero no había salido muy bien. Dustin Y Mike peleaban por algo que no llegaba a entender, mientras Gareth hacía lo posible para que se separaran y, a la vez, que no se quemaran los huevos. Lucas supuestamente debía de preparar el café junto a Eddie, pero no dejaban de gritar maldiciones, pues el agua caliente se había desbordado de la cafetera, provocando que se quemaran los pies. Y de mientras, ella y Bill mantenían una tranquila conversación de por que dieciséis velas era una película tan mala, untando mantequilla sobre panes tostados. 

Habían congeniado bastante bien entre ellos. Por lo que habían interactuado, habían descubierto que ambos le tenían el mismo odio hacia esa película y, sin embargo, la misma pasión por ABBA (aunque prácticamente el chico le había rogado de rodillas que no le dijera nada al azabache).

Después de media hora, por fin todos estaban sentados en la mesa. 

-Eso ha sido intenso- murmuró Dustin cuando por fin hubo silencio. 

-Sí, bueno- Gareth los miró a todos con una sonrisa dulce-. ¿Y qué tal habéis dormido?

Jude se atragantó con el café que estaba bebiendo, llamando así la atención de todos, que la miraron confundidos. 

Ciertos flashback pasaron por su mente. 

Comenzó a toser, sonrojada por todos los pares de ojos sobre ella. 

-Tranquila, hermana- Bill golpeó suavemente su espalda-, tranquila.

-Lo siento- habló cuando por fin se recuperó. 

Hicieron como que eso no había pasado, mirándola de manera extraña antes de apartar sus vistas. 

Mike le respondió a Gareth que habría dormido de maravilla si no hubiera sido por sus ronquidos, haciendo que se sonrojara considerablemente. Todos parecieron estar de acuerdo, asintiendo a la vez como una verdadera secta. 

Hubo otra pequeña riña, donde él lo negaba y todos lo afirmaban, jurándolo por la madre de Dustin. No entendía lo último, pero seguía avergonzada así que no preguntó. 

Cuando se calmaron, hubo un breve momento de paz, en dónde aprovecharon para ordenar como recogerían las cosas. Siguieron con las mismas parejas, así que a ella y a Bill les tocó fregar los trastes. Eddie se quejó por que odiaba su tarea, que era barrer el suelo de toda la porquería que había caído. Pidió que se la cambiaran, aprovechando también para criticar a Lucas, que según él era un empanado y por su culpa habían tenido el accidente con el agua. Comenzaron a gritar de nuevo. 

Ella observaba todo como una buena espectadora, riéndose cada vez que alguien maldecía algo. 

-¿Ves?- Bill habló con la boca llena de huevos revueltos-. Hasta esto es mejor que esa estúpida comedia de amor. 

Jude le dio la total razón. 

Por fin todos habían acabado de comer, poniéndose manos a la obra con sus respectivos deberes. 

-¿Disfrutaste ayer jugando con nosotros?- su compañero preguntó, mientras secaba la vajilla que ella le iba entregando. 

-Claro- se encogió de hombros con una sonrisa-, fue increíble. 

 -Todos sabíamos que Eddie tenía algo con alguien- siguió diciendo-, pero nunca nos imaginamos que fueras tú. 

Miró al nombrado por encima de su hombro, levantaba la escoba tratando de darle en la cabeza a Lucas, quien gritaba desesperadamente.