ANGEL | Eddie Munson

CAPÍTULO 27

Sentada con Chrissy a su derecha y Cardan frente e ella, Jude estaba a punto de llorar. 

Rose hablaba animadamente junto con la señora Carver sobre los planes que tenía con su hijo y su ahora nuera, ignorando los rostros congelados de los dos jóvenes. Podía escucharla decir cuánto le gustaría que su nieta se llamase, Rose, como ella, pero sonaba demasiado lejos. 

Jason era el que intentaba hablar de algo entre ellos cuatro, pero no obtenía respuestas muy largas. Cardan directamente estaba totalmente congelado y Chrissy visiblemente incómoda. 

A Jude se le había quitado completamente el apetito, por lo que jugaba con la comida, arrastrando los guisantes a los bordes para que diera la sensación de que el plato estaba vacío. Y no era la única que hacía eso, al parecer. 

Se llevaron el primer plato para dar paso al segundo, y a pesar de que Jude sabía que esa iba a ser probablemente la comida más rica que iba a probar nunca, no pudo evitar las pequeñas arcadas ante el fuerte olor de la carne. 

Toda esa situación la estaba haciendo sentir demasiado enferma. Las voces parecían extremadamente ruidosas, las risas irritantes y el temblor en sus manos cada vez más notorio. Una presión molesta se instaló en la nuca de la chica como respuesta, haciendo que sus ojos picaran aún más. 

¿Era normal que el único lugar donde quería estar en ese momento eran el los brazos de otro que no era su novio? Aunque siendo sinceros, Cardan sólo estaba unido a ella por esa palabra, por que absolutamente nada los impulsaba a estar juntos. No desde hacía muchos meses, ahora simplemente salían casi por obligación. Jude solía verlo como que estaba con él para no volver a estar sola, pero, ¿era eso verdad? Ahora que había conocido a gente que le habían demostrado lo querida que era, y estaba hablando de los chicos del club, de Eddie, y de Robin y Steve (Sí, Steve, al quien había empezado a tomar enserio), no estaba muy segura de que quisiera seguir con la falsa. 

No quería seguir teniendo que acompañar a Cardan a sus entrenamientos, no si en cambio podía pasar ese tiempo con otras personas que le hacían un mejor bien. No quería tener que seguir soportando esas estúpidas fiestas, donde cada vez lo pasaba peor. Y por supuesto no iba a ser capaz de aguantar otro evento así en donde una desconocida planeaba su vida entera, cuando ella ni siquiera quería tener hijos. 

No podía seguir mintiéndose a ella misma, por lo que se obligó a salir de su aturdimiento y reaccionar. 

Tras mucho rato de puro sufrimiento, se podía decir que la cena había terminado. 

Muchos de los invitados se levantaron de las mesas, volviendo a la situación del principio. Reían mientras camareros servían bebidas a quién se lo pidieran, centrados en sus asuntos y ajenos a todo lo que pasaba por la mente de Jude en ese momento. 

Jude vio la oportunidad perfecta, así que escapó hacia el baño.

La versión pálida que le devolvía la mirada en el espejo por podía ser ella. Ni si quiera el rubor que Chrissy había aplicado parecía suficiente. 

Esperó un buen rato allí, jugando con sus dedos mientras trataba de contar el tiempo. 

No podía creerse que hubiera sido tan tonta. 

Vio las señales escritas en rojo y con mayúsculas, y las ignoró todas. No quería seguir con alguien como Cardan, y no pensaba hacerlo. Fue una gran revelación para ella en ese momento, pues a pesar de saberlo desde hacía bastante, tomar finalmente la decisión era muy diferente. Había llegado la hora de dar el paso, por que sabía que no lo haría sola. Iba a salir de esa relación e iba a hacer lo que le diese la real gana con su vida, por que llevaba mucho tiempo sin hacerlo y lo merecía.