CAPÍTULO 30

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El viernes por la noche no se podía encontrar en otro sitio que no fuese el Family Video jugando a las cartas con Robin mientras le contaba lo sucedido como si de una película se tratase.

-Así que le dejaste sentado allí y te fuiste en coche al lago Lovers junto con Eddie Munson- recapituló la castaña-, solo para acabar comiéndole la boca y quién sabe si algo más.

Estaba a punto de asentir, cuando de repente se dio cuenta de cómo sonaba. Entonces puso una mueca.

-Más o menos si, fue así- dijo con duda.

-Ni las historias amorosas de Steve suelen ser tan interesantes.

El nombrado se giró para mirarlas de forma "amenazadora". Como era de esperarse, se había negado a jugar junto a ellas, así que se encontraba en una esquina de la tienda, escuchándolo todo, y mirando mal a Jude por estar sentada en su silla tras el mostrador. A la rubia no parecía importarle nada, haciendo que cada vez le cayese peor a Steve (si eso era posible) por ello.

-¿Que tal te van las citas, campeón?- la rubia quiso mofarse un rato.

No hacía ni diez minutos que habían visto en primer plano como fracasaba con una clienta.

-Te sorprenderías- quiso parecer como que lo tenía controlado.

-Yo creo que no- Jude entrecerró los ojos en su dirección.

Robin rio por la nueva riña entre ellos.

-Pues a mi me parece que sí- dijo, como si de un niño pequeño se tratase.

-Admite que ya no eres el Rey Steve- puso un falso mohín en sus labios-, has perdido tu poder.

-Nunca- Steve alzó la voz de manera exagerada-. Lo que pasa es que he tenido un mal verano, eso es todo.

-¿Oh, enserio?

-No tienes ni idea, Williams- negó de repente, muy ofendido-. Han pasado cosas muy locas estas vacaciones.

-Y eso te ha afectado mucho en las citas, ¿verdad?- Jude fingió sentirse mal, como si lo estuviera consolando-. Me compadezco de ti, Steven.

El destino parecía querer reírse de él también, y justo en ese momento una chica pelirroja bastante bonita cruzo la puerta. Steve, desde su esquina, las miró para darles una señal de que él se encargaría de ella. Era su momento para restregarle a Jude en la cara lo increíble que podía desenvolverse.

-Buenos días, señorita- la pobre se asustó al escucharle repentinamente tras ella-, estábamos a punto de cerrar, pero supongo que haremos una excepción contigo- Jude se peguntaba por que hablaba en plural, pues parecía que lo estaba haciendo en nombre de una secta-. ¿Necesitas nuestra ayuda con algo?

-No, gracias- negó amablemente, impaciente por quitarse al castaño de encima.

-¿Estás segura?- insistió ante la atenta mirada de Jude.

-Sí.

-Bien, vale- acabó rindiéndose.

Pasó a juntarse con su mejor amiga y Jude tras el mostrador, esperando a que la chica se acercase a pagar. Para ese entonces, Robin miraba cómo Jude aguantaba la risa, sentada con la silla totalmente inclinada hacia atrás, intentando hacer lo mismo que ella. Steve evitaba sus miradas a toda costa.

La pelirroja volvió, junto con Regreso al futuro en la mano. Por alguna razón, se llevó una decepción cuando Robin no fue quien la atendió. Pero el intercambio de miradas no fue solo por su parte, la castaña también parecía querer acercarse desde su lugar.

ANGEL | Eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora