ANGEL | Eddie Munson

CAPITULO 45

Sentada en el sofá que tan bien conocía y con los brazos de Eddie agarrándola por su espalda, Jude aún seguía temblando por las imágenes que había visto.

¿Era así como Chris se había sentido cada vez que sufría un episodio? ¿De verdad había sido capaz de decirle que no era la gran cosa y que debía dormir más?

Si antes se sentía alguien miserable, para ese punto no podía estar más decepcionada de si misma.

Ver a su mejor amiga de nuevo con la piel quebrada y los ojos hundidos no ayudaba. En un primer momento, la Chrissy normal había estado frente a ella, agarrando su hombro y mirándola con la inocencia con la que la pelirroja miraba a todo el mundo, pero poco a poco, a medida que su voz se iba distorsionando, su imagen muerta apareció frente a ella.
Intentando correr, salió a la calle. Allí su hermana la estaba esperando, y la acusaba de ser la culpable de lo que habia ocurrido con su madre. Por su culpa Noah había tenido que abandonarlo todo a los catorce, y le gritaba para que lo supiera. De repente, todo el mundo la acusaba de algo. Hasta Eddie, que con el pecho herido y la boca llena de sangre la miraba desde el suelo.

Pensó que había terminado, pero pronto Vecna estaba frente a ella, llevándosela hasta el famoso laboratorio de Hawkins.

-Jude- las manos de Max es sus rodillas la sacaron de su sueño. Nuevamente, pudo ver la pena inundada en sus ojos-. Necesitamos que nos cuentes lo que has visto.
Miró por alguna razón al pelinegro, que le asintió para infundirle confianza.

Las mejillas de Eddie estaban llenas de lágrimas secas, y por lo que Steve le había dicho, había estado a punto de colocar Killer Queen cuando ella despertó. De hecho, todo había estado bien hasta que Dustin y Lucas tiraron de ella para levantarla. Nada más estabilizarse, sus ojos se habían vuelto blancos, y ya era imposible sacarla del trance.

A Eddie le había faltado segundos para estar junto a ella, mientras todos se movían con desesperación por la caravana en busca de alguna cinta que le pudiese gustar. Robin, que conocía sus gustos, sabía que no iban a encontrar nada. Eddie la había dejado al cuidado de Steve para saltar por la ventana, corriendo con desesperación hasta cruzar al otro lado y alcanzar la canción que tantas veces había escuchado a Jude tararear.

Justo cuando su dedo estaba por presionar el botón que le daría comienzo, Jude tomó una bocanada de aire y cayó hacia atrás. Steve había sido quién la habia sujetado hasta que Eddie reapareció, agarrándola entre sus propios brazos y dejando caer las lágrimas que tanto había aguantado.

No le importó que los chicos le estuvieran viendo, el dolor en sus pulmones era mayor.

-Me mostró cosas que aún no han pasado, cosas horribles- el simple echo de hablar le dolió-. Vi una nube negra que cubría Hawkins. El centro estaba ardiendo, y habían soldados muertos. También... también una criatura gigante con la boca abierta. Y no estaba sola, había muchos monstruos. Era todo un ejército, joder- miro hacia el techo para aguantar los sollozos, tragando duro antes de recomponerse y seguir-. Todos venían aquí, a nuestros barrios y casas. Luego vi a todos muertos. Mi hermana, Wayne, Eddie... hasta Steve estaba ahí.

El último mencionado negó con el cuello flexionado hacia el suelo.

-Él solo quería asustarte, ¿no?- peino su pelo hacia atrás por los nervios-. Eso no era real.

-Aún no- le dio la razón, pero pronto volvió a hablar con la garganta ardiendo y los labios apretados-, pero ten por seguro que lo será. Y hay algo más, me ha enseñado los portales- añadió-, cuatro portales en total. Estaban repartidos por Hawkins, y eran como los que hemos visto hasta ahora. Crecían mucho, crecían sin parar. Y no era el Hawkins del mundo del revés, era el nuestro, os lo prometo- tuvo que dejarlo claro-. Era nuestro hogar.