POV CALLE
Froto mis ojos. No sé qué está mal conmigo. Llevo días arrastrándome. Salgo de la tienda tratando de luchar contra mi cansancio. Pasé a ver la construcción que ya está en marcha en la tienda de comestibles. Una ventaja de que Laura esté casada con Carlos es que todos saltan cuando hay que hacer algo. Tuvimos equipos de construcción peleando por las renovaciones.
—Hola, Layla. —Ella me abre la puerta del auto—. ¿Puedo sentarme adelante contigo?—Por supuesto. —cierra la puerta trasera, abriendo la delantera. Un hábito que no puedo quitarle—. ¿A la Dra. Lane? —pregunta mientras salta al lado del conductor.
—No, al Olive Garden en Caster. —me mira de forma extraña—. ¿Qué? Tienen unos panes muy buenos. Y son ilimitados junto con la ensalada.—Ya lo sé, pero ¿qué pasa con tu cita?
—Ha sido reprogramada, —miento. Creo que me estoy volviendo buena en eso. Maravilloso. No tengo ganas de ir hoy. Pensé que podría haber estado embarazada hace unas semanas, pero me vino la menstruación. Fue ligero, pero está ahí de todas formas.
Necesito un descanso de las malas noticias. No tengo ganas de escuchar a la doctora decirme todo el discurso otra vez. Hoy no.
—Bien. —se aleja de la acera, el auto se queda en silencio.—He quedado con Teddy. ¿Está bien? —me rompo—. ¿Quién eres, el FBI?
Ella deja salir una risa. —Tienes que mejorar para no quebrarte. Ni siquiera dije nada. —Respiro porque ella tiene razón. No soy una mentirosa por naturaleza. Siempre me siento mal cuando lo hago, lo cual es algo bueno. Supongo que es malo cuando no
tienes ningún remordimiento por ello.
—Odio mentir.—Entonces no lo hagas. La Sra. Garzón no te va a echar por hablar con tu propio hermano aunque sea... —se detiene, sin terminar lo que quiere decir. Ni siquiera puedo estar enfadada con ella. Ella también está mintiendo por mí.
—Ha sido diferente. Tengo que darle una oportunidad.
—Sabes que estoy de tu lado, —me recuerda.
—Clarooo. —Ahora soy yo la que se ríe. Puede que me lleve, pero si dejo que Layla elija me diría que me deshaga de mi hermano. Ha dejado sus pensamientos sobre él muy claros en numerosas ocasiones.
—Trato de no meterme en tus asuntos, pero ¿Reprogramar tu cita para reunirte con él? Eso no es propio de ti.—Te dije que no lo hice. —Ella me da una mirada de complicidad. Me conoce demasiado bien por todos los años que ha estado a mi lado—. Está bien, pero no te voy a dar un palito de pan. —Abro la puerta del auto antes de que ella pueda. Ya estoy llegando tarde y odio llegar tarde. Aun así, Layla se me adelantó en la puerta del restaurante, abriéndola para mí.
—¿Dos? —pregunta el anfitrión.—He quedado con alguien. —señalo a mi hermano, que se levanta de su mesa. Se encuentra conmigo a mitad de camino, dándome un abrazo. Las cosas se sienten diferentes. Sus mensajes de texto no han sido esporádicos estas últimas semanas. Todos los días se está reportando. Las cosas se sienten algo normales con él. Ni
siquiera puedo recordar la última vez que hablamos todos los días.
—Debí saber que elegirías el OG para el almuerzo. —Era el lugar donde siempre íbamos cuando éramos jóvenes y celebrábamos algo. Incluso después de que mamá consiguiera un gran trabajo de lujo en la ciudad. Recuerdo cuando le pedí a Poché que me trajera aquí la primera vez. Sus ojos casi se le salieron por completo.—Nunca podrás vencer a los interminables palitos de pan. —me saca la silla.
—Tenemos algo que celebrar, —dice mientras el camarero se acerca—. ¿Dos Tours of Italy?
—Perfecto. —Bueno, supongo que hoy estoy teniendo Tour of Italy ya que Teddy se encargó de pedir por mí. Recojo mi Coca-Cola y me tomo un trago gigante, necesitando toda la cafeína que pueda conseguir. No puedo deshacerme de esta fatiga hoy.
—Volveré con sus ensaladas. —Nos quita nuestros menús intactos. Se me hace agua la boca al pensar en los panes calientes que están a punto de aparecer.—¿Estamos celebrando que has vuelto a mi vida? —le sonrío. Siempre me hace feliz verlo. Creo que mucho de ello es porque cuanto más viejo se hace, más se parece a nuestro padre. Siento como un momento robado el que pueda volver atrás en el tiempo. Si tan sólo se hubiera parecido más a papá, pero tengo la esperanza de que tal vez lo esté logrando.
—Eso y que creo que he encontrado mi nuevo camino profesional. —contengo la respiración—. No es apostar.
Levanto mi soda. —Salud por eso. —Él hace chocar su agua con mi vaso. Gracias a Dios que finalmente lo está dejando ir—. Háblame de ello.—Criptomonedas, —dice mientras el camarero coloca la ensalada y los palitos de pan.
—No tengo ni idea de lo que es eso, —admito mientras me sirvo un poco de ensalada y me engancho unos palitos de pan.
—Va a avergonzar a Bitcoin. —Sí, tampoco sé mucho de eso, pero dejé que Teddy se lanzara a ello. No entiendo ni la mitad de lo que dice, pero su emoción es clara. No lo he visto tan emocionado por algo en mucho tiempo, si es que alguna vez lo ha estado. Hago una nota mental para de alguna manera preguntarle a Poché más acerca de los bitcoins y la criptomoneda. Ella puede descifrar cualquier cosa por mí. Apuesto a que sabe todo sobre eso, pero necesito hacerlo en pequeñas dosis o podría sospechar por qué de repente estoy tan interesada.
—Todas las piezas están finalmente empezando a unirse. —Hace una pausa por un momento mientras la camarera regresa con nuestra comida. La deja en la mesa, preguntándonos si necesitamos algo más antes de dejarnos para disfrutarlo. Recojo mi tenedor y me dedico a comer, esperando que el hambre sea la causa de mi somnolencia.—Eso es muy bueno, Teddy. Suena como si tuvieras tus cosas juntas. —Lo miro.
—Sí, estoy reuniendo algunas cosas de último minuto para la financiación y estaré listo. —detengo el tenedor prácticamente en mi boca. ¿De eso se trata todo esto?
—Lo siento, Teddy, pero no tengo los fondos para invertir en algo así.
—Tu esposa vale qué ahora ¿Miles de millones? —En realidad no sé lo que vale Poché. Nunca ha importado. Mi estómago comienza a agrietarse—. Pero no estoy pidiendo, —añade rápidamente—. Todavía estoy trabajando en algunas cosas. No voy a entrar hasta que lo solucione todo.
—Eso es inteligente. —doy mi mordisco a la pasta. Ves, ha cambiado.
