Capítulo 9

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Ella me mira decepcionada.

- Haz estado fumando hierba todo este tiempo- frunce el seño- y no me he dado cuenta.

Estoy segura qué hay miles de preguntas que pasan por su cabeza.

- Se que no te gusta que las personas lo hagan, sé que no encuentras motivo para que lo haga pero... después de... después de- suspire- después de que Hopper y Billy murieran me sentí en un vacío enorme y luego que Eleven se tuviera que ir- pensar en ella hace que sienta una opresión en el pecho, trato de ignorarlo- fue... casi como si yo ya no existiera, me obligaba a levantarme porque quería verte y quería que estuvieras bien y que pensaras que estaba bien para no preocuparte. La escuela me obliga a ir a la terapeuta escolar- ella me miró extrañada- me sentí avergonzada, por eso no se lo dije a nadie. Se que no tengo de porqué sentirme así pero no está muy bien visto ir a un terapeuta. Se que lo hubieras entendido pero... no lo se, solo no quería que fuera todo realidad y lo escondí. Max lo sabe porque me ha visto salir de ahí cuando ella estaba por entrar pero nadie más, nunca lo hablamos- hubo un momento de silencio- Me fui de tema, perdón- ella asintió- siguiendo con lo de la hierba. Lo siento por escóndetelo. Te amo, quiero una relación contigo y no pasa nada con Eddie, el solo la distribuye y tal vez actúa de esa manera tan extraña porque es extraño y además, fui la última persona que lo vio antes de que pasara todo y también creo que de cierta forma generamos confianza durante este tiempo.

Creo que ya no tenia nada que decirle, capaz la confundí más o tal vez fue capaz de entenderme pero no soy capaz de saber lo que piensa porque mira hacia otro lado y es la primera a vez que no me habla.

- Robin, cariño- le toque le brazo- por favor, por favor háblame. Si queres grítame pero haz algo. No me gusta que estés callada-

Ella gira así mi.

- Escúchame, te amo. Y soy capaz de hacer lo imposible por ti pero no... no quiero que me mientas. Decime la verdad aunque sea dolorosa, por favor- yo asiento- y no, no me gusta que lo hagas pero tampoco me gusta que te sientas vacía. Quiero que hagas esto, cada vez que te sientas tan mal como para querer hacerlo, ven hasta mi, sabes que siempre estoy incluso en el trabajo te puedo prestar atención- me rio porque recuerdo lo de ayer.

Ella suspira y deja un beso en mis labios.

- Y ahora vamos que hace frío- dice frotándose las manos.

Asiento y conduzco hasta su casa.

Hubo un ambiente tenso por unos minutos pero luego empezamos a hablar de lo que sea y reímos como siempre reímos cuando estamos juntas.

- Asi que... llegamos- ella río por mi comentario.

- Parece como si estuviéramos en nuestra primera cita y vinieras a dejarme en casa.

- ¿Recuerdas nuestra primera cita?- ella sonrió

- ¿En Starcout?- rei

- Eso no cuenta- acaricie su mejilla.

- Te veías muy linda- me sonroje- siempre te ves bien pero wow, aquel vestido se te veía impresionante.

- Se veía mejor en el suelo- ella asintió y me besó, amabas sonreímos entre besos.

Lo malo de ir a una cita con una mujer siendo otra mujer en los 80 es que debemos actuar como amigas tipo una noche de chicas.

- ¿Vamos?- abrió la puerta y se bajo.

- Pero no le dijiste que veníamos- agarre el walkie-talkie mientras bajaba del auto.

- Sabes que siento eres bienvenida-

- Dejamos a Dustin, cambio y fuera- escuché por el aparato. Después de un rato me aviso que ya había dejado a Max y que estaba en su casa.

Seguí el camino hasta su casa y ella abrió la puerta.

- Hay un asesino suelto y tu por la calle a esta hora- apenas abrió la puerta y ya tenía un regalo, si supiera que estábamos con el, la mataba

- Lo siento, cuando termine mi turno Sky ofreció traerme para que no viniera sola.

- Eres un ángel- me agarra la cara entre sus dos manos- Vamos a cenar y que después se quede, no quiero que esté sola en este momento

Robin y yo sonreímos con picardía cuando su madre se fue.

- Cocina muy rico- le digo a la madre de Rob mientras cenamos.

- Gracias, cariño- me sonríe dulcemente.

- Nos alegra que estés aquí- me dice su padre- nos encanta que Robin pueda tener una amiga así, tan compañera. Antes era muy solitaria- Robin se ahoga con el agua

- A mi también me alegra, señor- le digo mientras golpeó la espalda de Rob- se volvieron personas muy importantes para mi y ademas criaron a una hija asombrosa.

Ambos me sonrieron y luego miraron a Robin.

- Perdón - baja la mirada.

Después de comer levante los planos y me ofrecí a lavarlos pero no me dejaron, me pidieron que vaya a descansar y que duerma bien.

Después de lavarme los dientes porque si, tengo un cepillo aquí, voy hasta la cama dónde está Robin y trato de calentarme las manos haciendo que ella se congele.

- Sky- me reta- estás congelada.

Sonreí pero esa sonrisa se borro rápido cundo una jaqueca apareció. Me toque la cabeza e hice una mueca de dolor.

- ¿Estás bien?- me miró preocupada.

- Si, solo... un fuerte dolor de cabeza- ella asintió y estiró su mano hacia la mesita de luz donde tenía agua y pastillas para todo tipo de situaciones.

Me las tome y se lo agradecí aunque no me hagan efecto para nada.

- Buenas noches- apareció su madre a saludarnos y como ya sabíamos que eso iba a pasar habíamos armado la cama marinera y yo me había tirado cuando escuché sus pasos.

- Buenas noches- le decimos al unísono.

Por lo general vine a vernos a la noche, de mañana nunca aparece pero por las dudas trancamos la puerta.

Vuelvo a subir a la cama y Robin me besa desesperada .

- Rob - la separo - ¿qué pasa?

- ¿No recuerdas qué hay cierto castigo pendiente?- sonrió y asiento.

Ella continúa besándome y el resto es historia.

Que Steve me siga mirando, por favor...

Pretty Please - Robin BuckleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora