Capítulo Ⅰ

296 25 2
                                    

Nada les hará daño

༻✧༺No todo es para siempre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


No todo es para siempre.

Ese era mi dilema.

Llevaba alrededor de un año sola , en un mundo donde lo único que puedes tener es esperanza, y si tienes suerte, vida.

Y ya llevaba aproximadamente 3 años en el apocalipsis, al menos asi lo llamaba yo.

Ahora me las arreglaba yo sola para sobrevivir en este lugar, ya no era común ver personas, al menos no buena o viva. Mucho menos de mi edad.

Por los días que llevo contados desde que todo empezó, ya tengo aproximadamente 12 años. Soy pequeña, lo sé. Pero tengo una buena defensa, buena condición, soy rápida y también soy buena cazando.

Al principio éramos mis hermanos, mi mamá y mi papá. Éramos nosotros contra el mundo, ahorita más bien lo llamaría infierno. Al menos así era, y creímos que así iba a ser hasta que todo esto de fin. Pero supongo que...no todo es para siempre.

Todo iba bien, pues nunca habíamos tenido problemas en encontrar provisiones, en cazar animales, cuidarnos entre nosotros. Eso era hasta que madre comenzó a tener pesadillas, cada vez más, y más constantes. Todas las noches, sin falta, se levantaba con sudor recorriendo su cara y cuerpo, gritaba e imploraba por nuestras vidas con lágrimas cayendo desde sus ojos por todas sus mejillas, mojandolas completamente. Los gritos y lloriqueos provocaban que montones de caminantes, a veces hasta hordas enormes, fueran atraídos por el ruido y sonido de la voz de mi madre. Gracias a eso, siempre agarrabamos carretera antes del amanecer, para pasar desapercibidos.

Siempre nos íbamos de hasta los lugares más seguros que puedas encontrar hoy en día, pues bien sé que ni yo ni mi familia quería ser atrapada por una horda de caminantes o hasta grupos de personas que no conocíamos. Caminábamos sin rumbo alguno, solo deseábamos encontrar algún lugar, que pueda ser seguro, a lo largo de la eterna caminata.

Pero por más que cambiábamos de ubicación todos los días, todas horas, la pesadillas jamás paraban de atormentar a mi madre. Y conforme pasaban los días, las municiones, las balas, flechas, comida, agua y provisiones, disminuían. Cada día teníamos menos provisiones.

Habían ratos en las que no comíamos por días, solo cazabamos lo que podíamos para poder guardar comida. La única persona de nuestro pequeño grupo que comía constantemente era mi madre. Al estar apunto de dar a luz a dos niños, mi padre insistía en que ella debe de tener más prioridad y tenía que comer bien por los bebés. Mi hermano y yo no nos negamos ante eso, pues sabíamos que el tenía razón.

𝐍𝐨 𝐓𝐨𝐝𝐨 𝐄𝐬 𝐏𝐚𝐫𝐚 𝐒𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞- The Walking DeadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora