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Lily giró el pomo de la puerta para así poder ingresar a la habitación 37.

Se encontró con una imagen totalmente distinta a lo que había sido la última vez.

El suero aún seguía presente. Sin embargo, ya no requería de oxígeno. Por lo que su rostro estaba descubierto y por primera vez, Lily pudo acercarse y observar las facciones con mayor precisión.

El labio ínfimo de Joseph aún poseía una leve magulladura.

Lily sonrió.

Habían estado haciendo un buen trabajo.

—Vaya, ahora sí estás mejor...

Lily se acercó a la única silla que yacía en la habitación, justamente estaba cercana a la ventana por lo que se podía observar el cerezo desde allí.

—Quizá debería presentarme — Habló al cabo de unos segundos.

Observó la respiración calmada de Joseph y sonrió.

Al menos estaba tranquilo y es lo que importaba.

—Soy Lily Ryder, tengo 22 años y vivo en este hospital hace 6 años — Murmuró mientras observaba la camilla.

Sabía que no obtendría respuesta, sin embargo quería intentarlo.

En ese instante, Lily observó a su alrededor y sonrió para sí misma.

—¿Sabes? A tu derecha te encuentras con la puerta que da al pasillo. A mano derecha encontrarás el baño, si te soy sincera lo utilizaba antes de que tú llegaras, es el único baño que tiene agua a la temperatura perfecta. Al frente tuyo está la televisión, por si algún día te animas a despertar, pero cuidado, suele tener canales muy aburridos que promocionan productos que jamás usarás — Lily dio una bocanada de aire y continuó — Finalmente, a tu izquierda te encontrarás con mi lugar favorito, hay una enorme ventana que da hacia el patio del hospital, y justo en la ventana te encuentras con el árbol que nunca muere — Lily ladeo su cabeza — Bueno, según mi madre, nunca morirá.

Lily abrió un poco la ventana dejando que el aroma del árbol llegara a las fosas nasales de Joseph.

—No sé si esto puedas sentirlo pero, el aroma que expulsa este árbol es fantástico. Es una de mis cosas favoritas en el mundo.

Lily pasó sus manos por sus hombros y se giró para observar al chico que yacía en la camilla.

—¿Sabes? Me pregunto algo...si estuvieras despierto, ¿me hablarías? quizá nunca pueda averiguarlo pero, ¿sería el tipo de chica con la cual pudieras sentarte a conversar?

Ahora que lo pensaba bien, ¿él notaría su presencia? parecía un chico tranquilo, y qué tal vez no quisiera conversar con la gente.

Lily era todo lo contrario.

Le gustaba poder conversar y ahondar más en la vida de las personas.

Lily suspiró.

Le gustaría saber qué es lo qué pasa en ese instante por la cabeza de Joseph.

Quizá nada.

O quizá esté pasando todo...

¿Por qué no podía despertarse?

Tenía ganas de ahondar en su vida.

De saber tal vez cómo era antes del accidente.

Quizás...saber las cosas que le gustaban.

Las cosas que le molestaban.

Las cosas que lo hacían feliz.

Cuál era su canción favorita.

7 » joseph quinnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora