xvi.

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—¡Rápido! ¡Joe, anda a buscar a Lily— Exclamó Amelia mientras arreglaba las últimas cosas de la despedida de la castaña.

Finalmente, Lily terminaba su estadía en el hospital.

Tal como se solía realizar siempre en oncología, los y las pacientes que finalizaban su tratamiento del cáncer, eran despedidos en un largo pasillo que daba hasta la puerta del hospital.

La tradición.

Y con Lily, no sería diferente.

Joe fue hasta la habitación 37, porque sí, suponía que allí se encontraría con Lily.

Y tal vez...con Joseph.

Al ingresar a la habitación, se encontró con una imagen bastante desagradable para él.

Joseph Quinn estaba besando a Lily. La mano del chico yacía posada en su mejilla derecha.

Joe sintió un dolor punzante en su pecho, sin embargo lo esquivó y carraspeó.

Lily de inmediato se separó de Joseph.

—Lily, necesito que vengas conmigo — Joseph se levantó y observó a Joe.

Lily asintió sonrojada.

Joe se iba a marchar, sin embargo se detuvo en seco y fijó su mirada en Joseph: — Ven con tu novio, Lily.

En ese instante, Lily quería morir.

Los dos salieron de la habitación siguiendo rápidamente a Joe.

Joe sentía su pecho latir imponentemente, se estaba muriendo de celos.

Era la primera vez que veía a Lily besar a alguien y aunque estaba feliz por ella...

Él deseaba ser Joseph Quinn.

Joe se detuvo unos metros antes del pasillo y se acercó a Lily, sacó un pañuelo y tapó los ojos de Lily.

— Lo siento preciosa pero, hasta aquí puedes ver — Quinn frunció el ceño al escuchar pronunciar aquella palabra por parte de Joe, sin embargo mantuvo la compostura.

Si era sincero, no quería que él se dirigiera así con ella pero, tal vez así era como ellos se trataban.

Lily por su parte yacía aterrada.

Su pecho latía a mil por hora.

Y es que después de lo ocurrido con Joseph, difícilmente podría enfocarse en otra cosa que no fueran sus labios.

—Joseph...— Lily bajó su mano buscando el contacto con Joseph.

Joe observó la situación y levantó la cabeza señalando a Joseph.

Joseph se acercó hasta ella y entrelazó sus dedos con los de la castaña.

—Estoy aquí, tranquila...todo saldrá bien. Confía en mí, Ryder — Joseph le brindó una leve caricia en su mano.

Lily sonrió y soltó un suspiro.

Ahora sí que ella se sentía protegida.

—Joseph, guía a Lily. Tú sabes perfectamente a dónde — Joe miró por última vez a Joseph y se alejó hacia el pasillo.

Joseph suspiró y observó a la chica.

—Lily, camina en línea recta — Lily estaba nerviosa y apretaba firmemente la mano de Joseph.

—Estoy nerviosa, Joseph...

Joseph soltó una risita lo que provocó que Lily sintiera su piel erizarse.

7 » joseph quinnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora