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—Doctora Amelia, ¿cómo está mi madre? — Lily preguntaba mientras detenía su paso.

Sí, se la había pasado caminando de un lugar a otro.

Estaba nerviosa.

Sabía perfectamente que no era la primera operación pero, el miedo y la ansiedad siempre se presentaban. Y es que Lily esperaba que esta fuera la última operación de su madre.

Aunque ya estaba segura.

Amelia se quitó el estetoscopio de su cuello y soltó un suspiro.

—Escucha Lily...la operación fue más compleja de lo que pensábamos...duró incluso más horas de las que nosotros creíamos...

El doctor Sloan había llegado junto a Joe.

Lily inmediatamente se giró únicamente prestándole atención a la doctora Amelia.

—¿Y bien..?

Lily quería llorar.

La operación había sido compleja.

Mierda...

—Logramos estabilizarla, al final...sí ha funcionado...

Lily sintió que su alma regresaba al cuerpo.

Su madre estaba bien...

Ya no había que preocuparse.

—Muchas gracias doctora Sheperd. No sabe cuánto se lo agradezco...

Amelia sonrió ladinamente.

Lily frunció el ceño.

Algo no andaba bien.

Y ellos tres lo sabían.

—Doctora, ¿pasa algo más? — Lily sentía un miedo recorrer su cuerpo.

—Lily, ahora tu madre requiere del mayor cuidado posible. La situación sigue siendo muy delicada, es por eso que debemos dejarla en observación y con ello...no puede recibir visitas. El enfermero Keery se quedará a cargo de ella — Lily observó de reojo a Joe y asintió sin decir una sola palabra.

—Bien, si me disculpan, debo dirigirme hacia el otro pasillo, nos vemos señorita, Ryder — Respondió Mark mientras sonreía cortamente.

Joe iba a hablar, sin embargo fue interrumpido por el doctor Sloan nuevamente.

—Keery, tú vienes conmigo.

Gracias doctor Sloan. Pensó Lily.

Si era sincera, ya no tenía ánimos de hablar con Joe.

No después de lo ocurrido.

Amelia observó la situación y enarcó una ceja.

—Perdona que me entrometa Lily pero, ¿ocurre algo con Keery y tú?

Lily abrió sus ojos sorprendida.

—Sólo tonterías...se cree que puede controlar mi vida, pero ya ve doctora que eso no es así — La doctora Sheperd soltó una carcajada y asintió.

—Lily estoy un poco cansada, ¿te importaría acompañarme a beber un café?

Lily asintió.

Estaba preocupada.

Eso sí era cierto.

Pero afortunadamente, confiaba en Joe y sabía que todo iría bien si él estaba presente.

Lily recordó el momento que había pasado en la tienda durante la mañana mientras elegía una película para disfrutar con Joseph.

Porque sí.

7 » joseph quinnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora