Capítulo 15

55 5 0
                                    


Galicia Wayne.

Mis ojeras estaban cada vez más marcadas, los días que tenía encerrada en casa solo han sido para estar llorando como una idiota en la cama, vi mi celular todos estos días, pero nunca sonó con la llamada de Petter con la esperanza de que me pidiera perdón por todo, solo tuve muchas llamadas perdidas de Leonard y ninguna conteste solo le envíe mensajes de que estaba bien cuando todo era mentira, pero así él tenía claro que estoy bien en cuestiones de salud. Mi madre dijo que debía ir hoy a la universidad, cosa que no quería hacer realmente, no he ido al trabajo, ya que mi padre me ha permitido tomar estos días libres, supongo que quiere ser un buen padre, pero aun así eso no llena toda la mierda que ha hecho.

Me levanté de la cama para alistarme, tome un respiro, sequé mis ojos, camine lentamente sobre mis talones hacia el baño, ¡mi cara apesta!, tengo una lucha entre sí, tomar un baño, o ir así. Aunque llevaba dos días sin hacerlo, creo que lo mejor es que me escuche a mi misma.

Quite mi camisa, me detuve al ver mi muñeca en la que están mis cicatrices de debilidad. En mi cabeza escuché la voz de Logan.

"No bese tus cicatrices, bese tus constelaciones" Sentí el tacto de sus labios por simple recuerdo, solté una risa sin despegar mis labios, era tonto que riera sin sentido alguno, puse el buscador de música en mi celular, necesito recordar algo. Coloque esa música que baile en compás junto al azabache, solo rogaba en mi mente, hazme olvidar todo una vez más ojos negros.

Tome la ducha caliente recordando su voz, era tonto que riera de una forma estúpida.

Termine mi ducha secando mi cuerpo, tenía que decidir con qué ir, no quería elegir alguna ropa que ponerme, tomé aquella camisa de Logan, me coloque esa camisa, sentí su aroma, esa combinación de Café amargo y pasteles. Me hizo sonreír al pensar la estúpida idea que su aroma es relacionado con mi sueño.

Aspire una vez más su camisa, simulando los efectos de la droga, admitiendo que su camisa era mucho mejor, sentí la necesidad de verlo, ya hace muchos díasno sé dé él, ni de escucharlo o ver su sonrisa. Pediré permiso para ir a verlo luego de la universidad, es el único que no iba a juzgarme y seguramente podre sentir libre con él. Su amistad se ha vuelto muy importante para mí.

Tome mis cosas saliendo de mi casa, me di con la sorpresa que mi familia no estaba en casa, había una nota sobre el refrigerador que anunciaba un vuelo en unas horas para España. Di un suspiro, y me fui a la universidad sin avisarle a nadie que iría, llegar y sentir las miradas de todos solo me hacía sentir rara, vi a Petter a lo lejos, así que tome otro camino, llegue a mi salón sentándome en el único lugar alejado de todos, el chico pelirrojo se dirige a hablarme. Se detuvo en el asiento de al lado.

—¡No debes estar triste, no perdiste tú, él fue quien lo hizo! —lo mire con mi ojo izquierdo, él solo miraba el frente mientras la profesora—. Sé que no me he presentado antes, Soy Edward —lo mire y asentí, no tenía muchas ganas de hacer amigos hoy.

—¡Gracias por todo! —él asintió.

—Bueno, solo quiero que te sientas mejor y también quería decirte que Leonard ha estado buscándote, le diré que viniste hoy —Asentí, volviendo mi vista a los cuadernos y garabatos que estaban en mi libreta anotados por mí, me ayudaba a desestresarme y controlar mis manos cuando la ansiedad se hacía más fuerte.

Las horas de clases se pasaron rápido, o tal vez fue la opción de no prestar atención en clases, la cabeza me dolía, la paz era ausente en mi corazón, mi dolor seguía ahí sin ganas de quererse, sonó el timbre anunciando la última clase. Tome mis cosas saliendo apurada del salón, estar por los pasillos me traía muchas escenas a la cabeza.

Caminando por ellos, mis pies recaen, no logran mantenerse con fuerza, saliendo, note estaba lloviendo, el cielo estaba de un color gris, el frío era un poco más presente de lo normal. Siento mi teléfono vibrar con frecuencia en mi bolsillo, di un vistazo contestando la llamada por accidente.

—¿Cariño? —la voz de Leonard me tranquilizo un poco al escucharla.

—Sí, soy yo —respondí suspirando.

—¿Dónde estás? —Pregunto con duda.

—¡Estoy en la salida de la universidad!.

—¡Espérame ahí vamos juntos! —Acepte colgando la llamada.

Espere un poco cuando observe una moto negra bajando por la entrada de la universidad con cierta velocidad, notar ese cabello mojado guiado hacia atrás por la renuente brisa, hizo que mis mejillas formarán un hoyuelo debido a esa pequeña sonrisa, aproximándose más a mí elevo sus brazos soltando el volante, frenando a pocos pasos de mí.

—¡Joder Logan puede sucederte algo si sigues manejando sin brazos! —me dio miedo su acción, así que decidí regañarlo, es poco consciente cuando se trata de manejar, él de inmediato sonrió rodando sus ojos.

—¿Me ves luego de una semana y es lo primero que recibo de ti? —negó con su cabeza tomando mi mano jalándome hacia él, todas las personas de nuestro alrededor voltearon a mirarnos, me aleje soltándome de su mano.

—¡Logan ya deja de jalar mi mano cada vez que te apeteces! —me crucé de brazos, él sonreía como si todo se tratara de bromas. Las personas susurraban cosas que a lo lejos podía escuchar sus balbuceos.

—¡Solo vamos, al parecer hoy no te hechaste azúcar! —declaró riendo.

—No puedo, acorde ir con Leonard — agaché la cabeza, dentro de mí había algo que me pedía ir con el azabache, pero ya había hablado con mi mejor amigo.

—¡Créeme que él no se enojara contigo, solo déjame llevarte! —Suspiré viendo la sonrisa del pelinegro, observe atrás dudando si ir o quedarme, odiaba tener que tomar una opción. Al voltear observe a mi mejor apoyado en la puerta sonriendo, ladee mi cabeza y junte mis manos, él sonrió asintiendo mientras mencionaba, algo pude leer sus labios "Solo ve".

Sonreí lentamente y asentí subiendo a la motocicleta, rodee su abdomen y apoye mi cabeza en su espalda, él sonrió y emprendió camino a donde sea que fuéramos.

La vista era hermosa, el camino se hizo tranquilo y relajante, el azabache llevaba un rostro serio y tranquilo que podía sentirse una paz extraordinaria, aunque mi corazón iba a 100 km por hora.

Llegando a una especie de puente un poco antiguo que estaba formado por rocas y madera, donde había dos carriles de ida y vuelta no muy transitados. Estaciono su moto cerca del puente, baje de la motocicleta, pude ver su rostro que es acompañado de melancolía cuando el mío era de un corazón roto.

—¿Puedo tomar tu mano? —bajo su cabeza con vergüenza causada por su pregunta. Mi humor no es el mejor y a veces puedo llegar a decir estupideces como la que dije hace un rato.

Antes de responder observe mi mano como si estuviera pidiéndole permiso a ella, suspire, de todas formas no puedo permitir que sus palabras acaben con mi vida, tampoco Dawson merece esto cuando siempre ha dado mucho por mí a pesar de ser esa amargada.

Acerque mi mano a la de él para tomarlo, esta vez el agarre no fue de mis muñecas, esta vez fue un agarre que implicaba tener nuestros dedos entrelazados, observe cómo sonrió ladeando su cabeza, yo también respondí su sonrisa con una sonrisa a medias. Sus pasos me guiaron tal como una niña pequeña, ya me estaba acostumbrando a su forma de ser extraña.

Se detuvo posando sus manos, el muro que lo ayudaba a ver el río que pasaba bajo nuestros pies, él hizo una seña con su cabeza de que me mirara, hice caso observando este río hermoso que contenía el reflejo de una joven luna que estaba comenzando a salir en aquella noche que planeaba ser oscura.

—¿La vista es hermosa, no? —Logan mencionó rompiendo el silencio entre nosotros.

—¡Lo es, muy pocas veces pueden verse lugares así por la ciudad! —respondí apoyando mis codos en el muro para ver al frente, el agua pasando por el río, el sonido relajante de algunas rocas pequeñas chocando entre sí o la del agua haciendo su proceso de erosión.

Puedo escuchar su respiración, una que suena un poco más agitada, pero aun asi no preste atención, el sonido relajante hacía que perdiera la concentración de los alrededores.

—¿Recuerdas cuando te dije que los sueños nacen en los lugares más hostiles de la vida? —dijo aclarando su garganta. Su pregunta me genero curiosidad, así que voltee la mirada para verlo.

Su rostro era triste, pero intentaba luchar con una sonrisa falsa que impedía cualquier intento de dolor, sus ojos estaban cristalizados llevando ese brillo que los caracteriza a brillar con mucha más intensidad.

—Recuerdo perfectamente esas palabras —dije y me acerque a él para intentar ayudarlo, por un momento olvide todo lo que me estaba lastimando.

—¡Pues este es el puente que hizo nacer mis sueños!, o no sé si acabo con ellos, mi padre dio su vida acá por mi culpa —dijo de una forma dolorosa con la voz quebrada, por un momento me sentí egoísta, comencé a pensar que desde nos conocemos no he hecho nada por descubrir sobre él. Comenzó a votar unas lágrimas ahogadas mientras la secaba con sus manos—. Todo se volvió mi maldita culpa, si no fuera tan curioso o no me hubiera encantado la belleza de este puente, todo seguiría bien.

Tome su abdomen abrazándolo, me partía el corazón, ver sus dos ojos llorar de una forma tan real y dolorosa que causaba un leve escalofrío en mi cuerpo. —Logan, Se lo que se siente sentirte el culpable de algo... — No tengo ni idea que decir, es tan difícil para mí siquiera pensar en ayudarlo cuando ni yo misma puedo hacerlo conmigo—. Sabes... lo que si puedo decirte es que todo tiene una razón, estoy seguro de que tu padre estaría feliz por ti.

Él levantó su cabeza negando, tomo fuerte mi cuerpo y me abrazo, sentí sus sollozos volverse propios y cuando menos me lo imagine las lágrimas también estaban saliendo de mí. Al pasar mis brazos por la parte trasera de su cuello observé mis cicatrices y tuve una gran idea.

—¡Es lo que dice la psicóloga!, pero al final del día nada funciona, cada lienzo, cada risa, cada día, cada cumpleaños, cada momento feliz me hace acordar que no hay vuelta atrás —peine su cabello hacia atrás, jamás en la vida pensé ver el lado real de una persona.

"El azabache no solo estaba mostrando su parte real, tampoco lo humano que era, él estaba enseñando que todos debemos seguir adelante, aun así el pasado este impidiendo avanzar"

—No soy buena en eso Logan, Pero por favor ya no llores, ¿si? Mira, ¿ves este puente? — pregunté señalando el suelo. Estaba a punto de hacer cualquier locura para lograr sacar la sonrisa tan hermosa que pocas veces lograba ver del azabache.

—¡Obvio que lo veo! —frunció su ceño sin entender mi pregunta.

—¡Pues mira lo que le haré! —comencé a pisotear el suelo de madera del puente, luego posando mis manos en el muro comencé a gritar—. Pasado no debes doler, ¡no tienes por qué ser hiriente para los demás cuando ya pasaste! —me alce un poco más para poder hacer mis gritos más lejanos.

—¡No seas tonta cuidado puedes resbalar! —No preste atención y seguí gritando, las emociones se apoderaban de mí.

—Abuela, ya no quiero culparme, ayúdame a no hacerlo y ayuda a Logan que no le duela más su padre, dile que es un gran chico, aunque a veces llega a ser idiota, tarado y un amarg... —resbale siendo sujetada de la cintura por las manos suaves y blanquecinas de Logan.

—¿Ash mierda ya ves los sustos que me haces pasar? —me tomo quedando de frente a él, cuando su respiración y sus lágrimas eran aceleradas junto con los pálpitos de mi corazón.

—¡Perdón yo... yo quería que rieras! —aún sujetaba mi cadera y yo sus brazos, la luz de la luna reflejaba directamente a sus ojos, se veía un color platino tan hermoso que solo podía ser visto desde sus ojos.

—¿Gritaste que soy amargado eso en que puede ayudar? —al terminar de decir eso ambos sonreímos sintiendo la poca distancia que nos separaba.

— Sabes Logan, esto no tiene por qué ser hostil acá nacen tus sueños, también los de tu padre, estoy seguro de que él y mi abuelita ven como nos lamentamos, ¿No crees que eso lo hace sentir tristes? —Suspire al recordar, que yo pagaba la partida de mi abuela con golpes, jaloneos, gritos... Y maltratos de mi padre, pero no podía permitir que el brillo en los ojos de "Moony" se desvaneciera.

—Tienes razón, este puente fue mi inspiración a mis lienzos, pero lo que más me duele es que después de todo sigue siendo mi lugar favorito —sonrió tiernamente llevando su dolor al límite, mis ojos se humedecieron, mis mejillas tomaron un color carmesí. Pensé la locura más grande mi vida.

—¡Mi Lugar favorito es donde nace el brillo de tus ojos! —él sonrió mordiendo su labio inferior mientras yo me sonroje, no entendía lo que había dicho, ¿por qué lo dije acaso pensé en voz alta?—. ¡Yo no quise decir eso! — balbuceé ganándome un gesto de burla de parte del azabache.

—Husky, ¡ven, vamos, esta noche no puede acabar así! —tomo mi mano corriendo al estacionamiento, esta vez no rechiste, corrí con él hacia la motocicleta.

—¿A dónde vamos? —pregunte, es de noche, mis padres no están en casa, no tendría ningún tipo de problema, pero Joder a quien se le ocurre hacer planes a las 11 de la noche.

Ya fuimos en busca de tus sueños, ahora te voy a mostrar los míos —sonrió a carcajadas acelerando su motocicleta.

Me aferré a su abdomen soltando un pequeño gritó, aún los nervios no se habían ido por completo al subirme en la motocicleta. Íbamos por la carretera riendo, chocando con las luces de aquellos faros de nuestra linda Frankfurt.

—¡Me gusta ver la noche tan alumbrada! —grité logrando que me escuchara.

—¡Ami me gusta ver cuando sonríes! —me reí nerviosamente apretando su abdomen.

—¡No tenías que decir eso!, yo hablo de lo que puede llegar transmitir esta forma de ver la noche —la risa le ganaba a mis palabras y sentir como él reía me está llenado el alma.

—¡Yo puedo hablarte de lo que me transmite tu sonrisa! —sonrió, cruzando hacia la derecha, al parecer ya estábamos próximos a nuestro destino, comencé a reconocer el camino, estábamos nuevamente en su casa, el hecho de que Logan me lleve sin decirme a donde le da un toque mágico a mi curiosidad.

Llegamos a su casa, el patio estaba desordenado como si dos niños hubieran corrido por todo el lugar llevándose todo lo que tenían enfrente. Entramos en la casa encendiendo las luces, he venido dos veces y el azabache ha estado solo.

Subimos las escaleras que llevaban a su cuarto entrando, pude notar que el orden de los lienzos colgados en su pared eran diferentes, toque el radio quitando el polvo, solté una pequeña risa al recordar aquella noche en la cual bailamos al ritmo de aquella música. Donde su voz enamoraba mis oídos hasta volverlos solo para él.

—¿Qué? —es en serio lo que estoy pensando, seguro debo estar borracha.

—¿Pasa algo? —preguntó mientras arreglaba unos lienzos que estaban tapados con sábanas.

—No, no te preocupes —me alejé de lo que tocaba acercándome a él—. ¿Puedo saber que haces? —dije curiosa y me reí por lo nervioso que se veía.

—Dijiste que querías ver mis lienzos, y yo que iba a mostrarte mis sueños —fruncí mi ceño, ladee mi cabeza observando cómo tomó todas las sábanas en su puño para Jalar de estas—. "Estos son mis sueños Gali" —dejando ver todas sus pinturas, cada una de ellas con ese toque artístico que solo podía lograr él.

Observe, sorprendida, sin moverme y sin hablar, posos sus manos en mi hombro para llevarme más cerca y admirar cada uno, todos eran hermosos, originales, con texturas distintas, colores distintos, temáticas distintas. Mi dedo recorría cada pincelada mientras trataba de imaginar en el momento que él las dio.

—Dios Logan... Todos son hermosos, realmente haces... Haces arte —mencioné y él rascó su cabeza riendo.

—¡Ven cierra los ojos! —mencionó entre una pequeña sonrisa, me negué alejándome de él, luego sonreí y me acerque a él.

—¡Es mejor si los tapas tú!, tendré ganas de hacerte trampa —se acercó ami tomando lugar detrás de mí, con sus dos manos suaves tapo mis ojos, quedando en total oscuridad una que solo él sabía como volver a hacer brillar.

Dimos pequeños pasos hacia delante, nos detuvimos, ambos dimos un suspiro.

¡Los sueños a veces nacen de las personas! —susurro en mi oído derecho mientras mis ojos aún no eran revelados, mi piel se erizó al sentir el impacto de su voz, me sonroje apretando mis manos para controlarme.

—¿Qué... Qué quieres decir? —susurre donde solo él podía escucharme.

—¡Desde que vi tus ojos se convirtieron en mi sueño! —susurro logrando que ambos sintiéramos los nervios del otro, respiraba cada vez más rápido, la tristeza no existe o al menos no ahora. Mi mente solo procesaba el momento, sus palabras, su voz, su esencia y lo mágico que podía volverse cada momento junto a él.

Destapo mis ojos dejando ver un lienzo de dos ojos, pero no cualquier ojo, se trataba de los míos, aquellos que me pertenecían a mí, me llevo a darme cuenta de que una vez sería una total extraña y desconocida al futuro.

"Mis ojos pertenecen a mí, pero mi mirada es totalmente suya"

Rodeo mi cuello con su brazo y abrazo mi cuerpo, apoye mi cabeza en su pecho y vi así su rostro, su sonrisa era una que solamente podías imaginar al leer un libro, una que solo podías ver o imaginar si conocías el sentimiento llamado amor.

Ese que nos destruye y nos repara de formas inexplicables, en 1 noche o en 100 años el tiempo, en lo que menos importa cuando dos corazones están dispuestos a sentirse.

Sostuve sus brazos dejándome llevar por la situación, volví a ver una vez más su lienzo soltando un par de lágrimas, odiaba ser sensible, aunque mi fachada era de una piedra, pero él sabía cómo volverme un algodón de azúcar.

Sentir su latido y su respiración en ese cuarto silencioso en el que nuestros sueños brillaban, morían y nacían. Él tenía razón, a veces los sueños vienen de las personas, un nuevo sueño para mí nació desde que él llegó, Logan vino a mi vida para devolverme todo lo que la vida me ha quitado.

Pensar que tendríamos una amistad sincera se volvió un pensamiento tan mediocre cuando veíamos nuestros rostros, porque cuando la vida quiere traerte a tu hilo rojo, aunque caigas muchas veces, aunque la tormenta ahogue los barcos más grandes... lo hará sin ningún prejuicio.

Así era el impacto del azabache, poder borrar la tristeza de mi vida con la alegría amarga que llenaba su alma.

"Vi sus ojos y agradecí por su lindo gesto, y como todo cuento de hadas sabía que esto recién comenzaba"

Último Lienzo #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora