Capítulo 16

32 5 0
                                    

El día estaba realmente hermoso aunque muy melancólico sentimentalmente, no puedo negar que extraño a Petter aunque Leonard odie que hablemos de él, aun así seguíamos mencionándolo, tengo miedo que un día aburra a Leonard con este tema, pero a veces lo hago inconscientemente.

De todas formas una persona no sale de tu corazón tan fácilmente.

¿Pero para entrar en el cuánto tiempo dura?... Imagine la voz del azabache, aunque nunca haya dicho eso, es algo que él puede decir, ¿No?.

No entiendo el hecho de pensar en el azabache y hacerlo me está haciendo sentir culpable, solo han pasado unas semanas, todos los problemas se me han venido encima... Problemas en casa, con mi padre, en el trabajo, con mi madre, también en el colegio.

Petter ha estado molestando diciendo que volvamos a hablar.

Mis pasos se hacen pesados mientras batallo para pasar en los pasillos y poder llegar al salón de clases, llevo mi rostro abajo, siempre evito ver las caras de los demás bichos. Estar luchando contra ellos logré llegar al fondo de los pasillos donde estaba ubicada la dirección. Observe el interior en el cual parece encontrarse un chico de silueta alta, cabello negro y piel muy blanca. Obtuve un pequeño déjà vu me quedé mirando al chico como si de él se tratara.

Sacudo mi cabeza borrando esos pensamientos, di un último vistazo asegurándome de que no fuera él, el chico dio la vuelta, chocando nuestras miradas, sentí un revoloteo recorrer mi estómago. Se trataba de Logan traía su cabello peinado y su rostro más brillante que las veces anteriores, o tal vez es el cristal que nos separa.

Se acercó a mí quedando al otro lado del cristal, saludo con su mano, copie su acción y él sonrió ladeando su cabeza, me daba ternura el hecho de que cada vez que mueve su cabeza también se mueve el pendiente que cuelga de su oreja izquierda.

Él salió de la dirección, con una chica que parece ser su hermana. Ella es pelinegra con ojos marrones, el chico se acercó a mí con la chica. El tomo lugar frente ami y la chica comenzó a escanear mi rostro detenidamente fijándose en mis ojos, Logan rodó sus ojos y rompió el silencio que hay entre nosotros.

—¡Luana ella es Galicia! —la chica sonrió y estiró su mano, mis mejillas ardieron.

—Hola... Me alegra conocerte —dije en balbuceos, estirando mi mano para saludar.

—Oh Logan me ha contado de ti —mi vergüenza aumentó al ver la sonrisa de la chica, volteó a ver a Logan quien está rascando su cabeza ocultando su rostro.

—¡No tenías que mencionar eso! —dijo entre dientes, Su hermana y yo soltamos una pequeña risa.

—¡Déjala! —intenté reprender al pelinegro.

—Parecen mis madres —levantó sus brazos frunciendo sus labios. Haciendo reír a su hermana y a mí.

—Bueno, yo debo irme, solo vine acá porque Logan tiene que estudiar y por fin hoy aceptó esta propuesta —la pelinegra sonrió levemente despidiéndose de nosotros. Antes de irse tomó mi mano—. Tienes unos ojos hermosos, ¡recuerdo haberlos visto antes! —soltó una risa burlona, el pelinegro se sonrojó. Luego yo entendí el porqué, así que también me sonroje.

La chica se alejó de nosotros, voltee a ver al azabache quien tenía sus mejillas rojas sin mencionar ninguna palabra. Me reí por la escena, se veía muy lindo sonrojado, podría pagar por verlo más tiempo de esa forma si se pudiera.

—No te preocupes, es un lindo lienzo. Mi favorito —hice énfasis en la última frase, él sonrió y negó con la cabeza.

—Perdona a mi hermana, es un poco digamos emocional cuando de mi vida se trata —me reí mientras él peinaba su cabello.

—¡Es muy tierna! —Él asintió riendo mientras su pendiente estaba en movimiento. Ambos quedamos en un pequeño silencio que decidí romper yo misma—. Me alegra que tomaras la decisión de venir, será bueno para ti —Él sonrió asintiendo.

—¡No fue difícil! —me sorprendí y alegre a la vez por la buena noticia— ¿tú cómo vas?.

Pensé unos segundos antes de responder. —Puede que tenga problemas con mis padres y mi trabajo, pero no puedo dejarlo porque así pago mi universidad —su semblante se convirtió en uno serio, como si de enojo se tratara.

—¡Odio a los jefes! —sonreí por la ironía de que el jefe es mi padre—. Tienes que hacer tu propio trabajo, tal vez una pastelería —mencionó y ambos sonreímos al recordar mi pequeño sueño.

—Tal vez lo piense, pero tú serás quien atienda a las personas con esa sonrisa —dije emocionada como si se fuera a cumplir, conseguí una pequeña mueca de desagrado de su parte como si odiara la idea.

Su mirada se clavó en una chica pelirroja de ojos verdes que caminaba por los pasillos con unos libros, observe su rostro como cambio a una pequeña risa, eso revolvió mi estómago sin entender el porqué.

—¿Qué miras? —ya sabía su respuesta, pero aun así fui de tonta a preguntar.

Él sonrió, —Yo la conozco, ¡ella es como mi mejor amiga! —asentí con un rostro no tan alegre, lo amargo que se sintió ver cómo perdí su atención por aquella chica, realmente podía notar lo hermosa que ella es.

—¡Entiendo! — agaché la mirada sin decir nada más.

—¿Qué pasa? —captó mi atención.

—No nada, todo bien y tranquilo —él sonrió mientras yo fruncí mi ceño.

—¿Qué es tan gracioso? —él se acercó mucho a mí, dejando sus labios a pocos centímetros de mis orejas y susurro.

—¡Tu cara de celos! —me sonroje por el impacto de su voz, hace vibrar mis oídos al ser escuchada, intente fingir porque estoy segura de que no se trata de celos, no tengo razones para sentirlos.

—¿Celos?, naaah tú tienes derecho a todo tú y yo somos solo amigos —él parece no creer nada de lo que le digo.

—uh huh —rodé mis ojos, odio que no me crean, o su indiferencia, sus cortas palabras, o el hecho de que siempre tenga sus opiniones y nadie puede cambiarlas.

—¡Si no me quieres creer, vale! —me enoje cruzando mis brazos y comencé a caminar.

—¿A dónde vas? —me voltee para mirarlo.

—A mis clases o ¿no lo ves? —estaba realmente enojada sin darme cuenta. Caminando de espaldas choque a alguien me voltee inmediatamente para pedir perdón. Note su cabello rubio y una sonrisa orgullosa.

Me avergüenzo aceptando que hoy no era el mejor día de mi vida, Petter aclaró su garganta.

—¡Al parecer el destino nos quiere ver juntos! —fruncí mi ceño.

—No digas estupideces —me volteé, el tomo mi hombro para quedar de frente a él—. Qué te pasa estoy hablando con al...—vi los ojos del azabache, fulminarme con la mirada, sacó su dedo medio para luego chocar con las demás personas, eh irse del lugar.

—¡Vamos Galicia, Perdoname! —no sé por qué me quedé para escucharlo.

—¿Tú lo dijiste, no?, ya termino —remarqué para intentar ir, por otro lado.

—Sé todo lo que he dicho, y la verdad me arrepiento Galicia sabes intento ser mejor para ti, deje de un lado las cosas malas —me quedé en mi lugar por un segundo, en mi cabeza comenzaron a revolverse nuevamente sus palabras.

—¿En serio? —pregunté incrédula.

—¡Si lo hice!, por favor estoy intentando cambiar, confía en mí, te digo la verdad —fruncí mi ceño, realmente se me hacía difícil creer lo que él estaba diciendo.


—¡Déjame solo demostrarlo! —negué con mi cabeza—. Podemos ir hoy juntos a tu casa.

—La verdad puedes hacer lo que quieras, pero eso no significa que vaya a creerte, y tampoco somos algo —Sé que al aceptar hablar con él me compromete a muchas cosas, pero no estaba pensando claramente, el enojo que tenía por el azabache estaba blanqueando cada uno de mis pensamientos.

¿Quién era esa chica?, ¿Su mejor amiga?... Cada día solo me doy cuenta de lo poco que sé dé él y me frustra, quiero saber más de él, sé que no debería interesarme, pero mis barreras se están rompiendo.—¿Por qué debería creerte? —él agachó su cabeza.

Último Lienzo #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora