La vida está llena de problemas, ella no sería la excepción. El llegaría a su vida problemática para darle la pizca de felicidad que ella necesito todo este tiempo, ambos son perfectos juntos como si el agua fluyera por la cascada más grande del mun...
Paso en el medio de algunos autos, saltando algunas señales rojas. La verdad es que no me importan romperlas, El frío se siente mal, mis pensamientos van acompañando ese frío tajante que me aturde en segundos, mis ojos están llenos de lágrimas. Observó algunos carros delante, pero no me impiden avanzar.
—No otra vez, por favor —logró decir eso sintiendo como mi garganta quema.
Mi respiración se aceleró, el camino se estaba haciendo largo a pesar de lo cerca que estoy. Paso el último semáforo intentando cuidar de mi propia vida, me estaciono sin poner el seguro, el recuerdo de su risa, de su voz, sus palabras. Está dañándome peor de lo que ya estoy. Recorro los pasillos del hospital con rapidez observando las salas de espera intentando a ubicar al castaño, Finalmente doy con él. He estado en este hospital antes porque mi madre trabaja acá.
Me acerco al castaño que tiene un rostro pálido.
—Logan... Llegaste —suelta con nerviosismo.
—¡Qué observador! —Él me da una risa nerviosa, yo no se la devuelvo—. ¿Es en serio lo de problemas en el corazón? —Él asiente.
—¡No es algo de lo que debías enterarte! —dijo con un tono de voz alterado.
—¡No vamos a hablar de esto ahora!, ¿te han dicho algo? —pregunto observando mis alrededores.
—Aún no, pero sus padres y su estúpido novio ya vienen en camino —dijo sin ganas—. En fin, solo hace falta esperar —asiento peinando mi cabello hacia atrás de la frustración.
—¿Crees que esté bien?, ¿Esto es mi culpa, verdad? —suelto preguntas al azar como si mis ataques de pánicos comenzarán.
Él negó acercándose ami.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡Gracias!.
Una voz femenina llamó mi atención, la voz de mi madre llama a los familiares de Galicia Wayne, no puedo creer que sea mi madre la que esté a cargo de ella.
—Yo soy su novio —hablo Petter, mi madre me observa y luego vuelve a él.
—Perdón solo puedo dar información a familiares —los padres de Galicia se aproximaban, llegando a la par de mi madre hicieron acto de presencia.
—¡Nosotros somos los padres! —el padre de Galicia se acerca dándome una mirada despectiva.
—Yo soy la doctora Linda Daw... —interrumpo a mi madre aclarando mi garganta—. Linda Park —Captó mi referencia—. Estoy a cargo del control de su hija, quien ya despertó nuevamente, pero deberá permanecer esta noche y puede que la siguiente. Ya saben algunos chequeos necesarios —los padres se abrazaron y agradecieron.
—¿Podemos pasar a verla? —mi madre asintió guiando su camino.
Luego de unos segundos ella volvió nuevamente, haciendo una mueca que significaba ven acá. Me acerqué a ella. Su rostro es serio y para nada convencida, puedo reconocer su enojo.
—En cuanto vi sus ojos supe que estarías acá —sonreí ante la aclaración de mi madre.
—¿No es hermosa? —mi mamá sonrió conmigo.
—¡Lo es! —ella se acercó más ami—. ¿Por qué no quieres que lo sepan?.
Sacudí mi cabello, —Porque puede ser un problema para ti —ella niega lentamente—. Solo no lo digas señorita Park —. Mi madre ama ese apodo, se lo puse cuando era mucho más pequeño, me gusta ponerle apodos a mis familiares.
Mi madre sonrió soltando una pequeña risa, —Bueno, ya ve, debo volver a su sala —asentí.
