Era 11 de noviembre a las 11:11PM, no podía aguantar más sus malos tratos, tenía que poner límites y aunque no quisiera, la presión me estaba matando, entonces decidí escribirle a Sam todo lo que sentía, lo mal que me trataba.
Escribí un texto de aproximadamente más de 2000 caracteres, el cual no voy a poner acá porque me da cringe leerlo, pero ha sido de los textos más sinceros que he escrito, también de los más dolorosos. Lloré antes de escribirlo, mientras lo escribía y cuando lo envié, después de eso lo bloqueé porque me daba mucho miedo su respuesta, probablemente se lo tomaría mal.
Esa noche lloré demasiado, lloré, grité, mordí todas mis almohadas, golpeé todas mis paredes. Al día siguiente, llegué destruida al colegio, con unas ojeras impresionantes, ojos rojos e hinchados, temblando y no precisamente de frío, casi dormida, apagada, mi luz interior se había ido porque se la entregué toda a él tratando de mantenerla a mi lado y se la llevó sin siquiera devolvermela o dar explicaciones. Recuerdo que ese mismo día, recibí una carta, era por parte de alguien que quería ser mi amigo, se llamaba Said; La historia de él, es otra historia aparte y para nada amorosa, pero recuerdo que durante un tiempo, me forzaba a mí misma a gustarme sólo para olvidarme de Sam.
Noviembre fue exactamente igual a septiembre, si suben unos cuantos capítulos y recuerdan lo mal que estuve ahí, podrán comprender lo mal que volví a estar en noviembre, recuerdo que incluso lo desbloqueé para ver si me escribía, pero nunca llegó ningún mensaje, no le importaba.
Intenté suicidarme varias veces, aunque soy tan inútil que fallé en todas. Él me dejó hecha pedazos. Lo peor era que aún lo quería, estaba mal porque estaba sin él, lo que yo creí superar en un mes, no lo he superado en ocho meses.
Mi vida era un caos total en ese momento, todo era un roller coaster de emociones, extrañaba al chico que tanta confianza me inspiraba, ese chico del que me enamoré a la semana y no entiendo porqué cambió tanto de la noche a la mañana, dejándome a medias con el corazón roto, dejándome tan confundida, cómo si nunca hubiésemos tenido algo especial entre los dos que ni siquiera definimos que era, ¿Donde quedó el chico que me enamoró y me conquistó siendo él mismo? Murió.
Un día, con mi amiga Katarina decidimos escribirle por Instagram para ver que opinaba de mi mensaje tan largo, ella le había dicho que quiso averiguarlo por su cuenta, aunque confieso que me daba demasiado miedo, pero al final respondió:
—No te sabría decir cómo me siento, pero sí sé que estoy en shock, la verdad, no pensé que estaba haciendo ese daño y me arrepiento de haber lastimado a alguien tan linda cómo lo es Maria. La verdad, me gustaría pedirle disculpas, pero no soy capaz de decírselo y seguir haciendo daño.
Odiaba que me llamaran Maria, pero no me molestaba si se trataba de él.
Quedé aún más confundida, no supe cómo reaccionar.
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Sam y Mariana: Una mala historia de amor
Teen Fiction"Dicen que todas las personas tenemos un hilo rojo en el dedo meñique amarrado a la persona que amaremos por siempre. El hilo se podrá contraer, enredar o estirar, pero jamás romperse.", eso es mentira. Sam y Mariana eran dos chicos con gran diferen...