EGOIST-MITHEL LA PEOR BRUJA

21

Narra Mildred

Habían sido dos cortas semanas en las que empecé el servicio junto a Ethel mientras trataba de disfrutar de mis vacaciones junto a Enid y Maud pero ahora habíamos vuelto a los horarios en Cakle, lo cual implicaba levantarse temprano, desayunar avena que parecía vómito de familiar y escuchar a la señorita Hardbroom gritarnos desde las seis de la mañana. Amo a esta escuela.

Debido a todo ello aquí me encontraba en el comedor junto a todas las demás brujas todas a excepción de Maud, Enid y Ethel quienes aún no habían llegado a pesar de que Maud odia levantarse tarde y Ethel suele ser la primera en llegar al comedor. ¿Y si se quedó en su habitación a llorar?.

No pude divagar más pues Maud e Enid aparecieron en el comedor y parecían discutir.

— Ya te lo dije Maud ni deberías hacerlo es algo tonto y lo arruinaría todo — insistió Enid ante cualquier cosa que le haya dicho Maud.

— Pero puede funcionar y sería increíble — .

Sin entender más de lo que dicen las tomo a ambas por los brazos y las separo — ¿De qué hablan chicas? —. En ese momento Enid sonrió incomoda y el rostro de Maud se vuelve pálido.

— Bueno resulta que — Las palabras de Enid se ven interrumpidas cuando Maud le tapa la boca de manera brusca.

— Resulta que Enid y yo vimos una película en la que un chico se enamora de su mejor amigo pero no quiere arruinar su amistad y a la vez quiere confesarse — dice Maud mientras suelta a Enid y le sonríe como si tratara de decirle algo. Me suena sospechoso.

Enid toma asiento y mira con asco un par de veces la avena sobre la mesa y por primera vez en el día me dice algo. — Resulta que Maud dice que el chico debe confesarse a su amigo y dar todo por él, yo digo que debe cuidar su amistad no sacrificarla por una confesión que puede salir mal y dañar la relación — dice mientras lanza un hechizo de dudosa procedencia sobre la avena. — ¿Tú que piensas? —.

— Bueno, yo pienso que — No logré dar mi respuesta al ser interrumpida para mi sorpresa por Ethel quien tenía ese típico aire de superioridad pero se podían notar un par de ojeras en sus ojos pero a pesar de ello no perdía su aire pulcro y cuidado pero lucia cansada.

— La señorita Hardbroom dice que a las seis de la tarde debemos arreglar el almacen de deportes, ¿Te espero? — A pesar de el tono frío en sus palabras esa última pregunta la suavizó y trató de esbozar una sonrisa débil como si tratara de agradarme.

El hecho de que Ethel se me acercarae dejó levemente sorprendida y a la vez temí por la reprimenda de Maud quien a estaba a mi lado y no lucia feliz por lo que decía Ethel pero solo me pude limitar a asentir despistada antes de que ella se fuera a la mesa junto a Felicity.

Cuando Ethel se fue las tres nos volvimos a sentar y Maud me dio una mirada castigadora. — ¿Y bien Mildred Hubble? — .

— Lo se, se que ella es mala para mi y no voy a hacerle caso a nada de lo que diga —.

Al escuchar aquello la mirada de Maud se suavizó mientras Enid parecía rodar los ojos con decepción. — Se que será así Millie, de hecho pensaba invitarte a las seis al viejo roble — Ella sonrió con dulzura e inocencia que le eran características y no me pude negar.

— Claro ahí estaré —. Si Ethel había tratado de arruinarme varias veces entonces creo que se lo merece.

Narra Ethel

Últimamente lo había pensado y si me iba a ir de Cakle al menos trataría de tener un perfil bajo y no dañarlo todo como lo había hecho antes.

Durante el desayuno ví a Mildred y a su pegajosa amiga Maud hablando y tan solo pude pensar en el tipo de persona que es Mildred y las cosas que ha hecho, talves ella nos es tan despreciable como yo la veo pero me sorprendió lo cortante que fue conmigo.