Epilogo

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Narra Mildred 

Cuando me gradué de la academia me había convertido sin quererlo en una persona muy reconocida dentro del mundo mágico, tanto por ayudar a la academia como por mis desastrosos intentos de magia que un par de veces salieron mal. 

Aquel día en el que 5 años se habían ido volando y ahora todo se resumía al escenario en el que estaba de pie dando mi discurso de despedida como head girl para entregar el mando a la ganadora del concurso de este año quien resultó ser Clarice. 

Aquel día todo pareció como si todo lo que había vivido fuese un sueño tan agridulce y vivido. Pero lo observé tan claro cuando la señorita Calle pasó al escenario y entregó los diplomas a cada una de nosotras y me llegó con las buenas nuevas de tener un marco personal en la academia que me conmemoraba como una de las mejores brujas de la historia de la academia. Todo había acabado, lo había logrado al final y quise llorar al saborear la victoria al cénit del camino… Aunque siempre pienso que en ese marco debió estar alguien más, cierra la bruja de cabellos rubios que un día se fue sin decir más. 

Aquel día y para desagradable sorpresa de todas, la Señorita Calle anunció su retiro y dejó a cargo de la academia a la señorita Hardbroom a quien ya se le asomaban las primeras canas y se la hacían notorias las arrugas laterales a los ojos como un recordatorio de que a pesar de su dura personalidad había sonreído mucho. 

Cuando salía de la academia de la mano de mi madre quien se había acercado con orgullo, sentí el lugar que un día había sido un mundo gigante, ahora como una pequeña casa. 

En el camino me crucé con Sybil a quien tantas veces le pregunté por el paradero de  Ethel y nunca supo. Ahora la pequeña y nerviosa bruja se estaba convirtiendo en una mujer habilidosa muy parecida a Esmeralda pero con un toque de algarabía como Ethel. 

En el camino me encontré a Maud quien había crecido poco menos de estatura que yo, se le habían afinado los rasgos del rostro y había bajado de peso fue entonces que me dijo — Gracias por todo y perdón por todo — para luego marcharse en las escobas junto a sus padres, no sin antes ponernos de acuerdo para visitar a Enid algún día pues la misma se encontraba de gira por el mundo compitiendo en todo tipo de pentatlones y carreras de atletismo. 

Finalmente el puente se nos asomó a mi y a mi madre y sentí una lágrima de alegría y nostalgia recorrerme la mejilla, pero antes de ello la señorita Hardbroom se materializó y para mi sorpresa se encontraba seguida de cerca por la señorita Pentangle. 

— No le puedo permitir marcharse antes de que conozca las buenas nuevas — habló con aquel tono calmado que nunca distaba del misterio. 

Pentangle soltó una risilla dulce y le habló acaramelada — pipsqueak, lo haces sonar como una tragedia y la pobre Mildred se va a asustar — ni mi mamá ni yo pudimos ignorar el leve gesto de indignación de la señorita Hardbroom a quien a la vez se le asomó un leve sonrojo. 

— weirdsister college contactó con la academia para ofrecerle esto — materializó un sobre el cual me entregó en la mano — quieren besarla debido a su notable desempeño — 

De inmediato mi madre y yo saltamos de la emoción sabiendo el valor de weirdsister college pues sólo las brujas y hechiceros más dotados tenían el honor de entrar. Pero entre mi desconcierto y mi felicidad me pregunté si a Ethel le hubiera gustado estar ahí. 

EGOIST-MITHEL LA PEOR BRUJA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora