𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 9 (Parte 2)

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— Nunca pensé que llegaría este momento

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— Nunca pensé que llegaría este momento. — El castaño bromea caminando dentro del aula. — Fui el primero en llegar, siempre suelo ser el último.

— No está mal ser puntual, deberías hacerlo más seguido.

— Tienes razón. — Yibo toma su lugar al final de la fila junto a la ventana, Moria por ver la cara enfadada de Arthur por recuperar su lugar. — Quería darte las gracias nuevamente por dejarme quedar en tu casa, Y-yo estoy en deuda contigo.

— No tienes por qué agradecerme Yibo, somos amigos, no está mal ayudarnos —. Zhan se queda en silencio, notando la decepción en la mirada del castaño.

—¿Podemos hablar después de clases? —. Yibo inclina su cabeza hacia atrás, expectante a su respuesta. — Solo seremos dos amigos hablando, lo juro, no te pondré en una situación incómoda Zhan-Ge.

— Está bien. — Zhan mira sus ojos, pareciéndole sincero, pero sin importar lo que sea que tuviese en mente, jamás se negaría a verlo, aunque todo acercamiento estuviese mal, quería seguir viéndolo. — Veámonos después de clases, te invitare un helado.

— Genial. — Yibo sonríe complacido, humedeciendo sus labios con la punta de su lengua, bajo la atenta mirada del pelinegro. — Que sea de chocolate y vainilla, me gustan las cosas muy dulces.

— S-sí, lo que quieras. — Zhan aparta la mirada avergonzado.

¿Desde cuándo Yibo actuaba de esa forma tan descarada?

Por suerte el sonido del timbre escolar lo hizo reaccionar, despidiéndose del castaño para ir a su salón, pero recuerda que debía entregarle el frasco de pastillas.

— Creo que esto es tuyo. — Zhan coloca las pastillas sobre la mesa.

— ¿C-como es que las tienes? — . El castaño toma el frasco entre sus manos, recordando haberlas perdido. — Y-yo.

— Mientras caminabas junto a Jackson note que se habían caído de tu bolsillo y quería devolvértelas, pero olvide hacerlo. — El pelinegro toma asiento frente al castaño, obteniendo su atención cuando coloca su mano sobre la suya. — No tienes por qué contármelo si no puedes hacerlo, lo entiendo. — Acaricia su mano con suavidad, regalándole una cálida sonrisa. — Nos vemos después, ten un buen día.

— ¡Zhan-Ge!. — Yibo le toma de la mano antes que pudiese levantarse de la silla.

— ¿S-sí? —. El pelinegro le mira con atención.

— G-gracias, prometo que algún día te lo contare. — Yibo traga saliva, recorriendo con su mirada los labios de Zhan, encontrándose con sus ojos color marrón, sintiéndose un poco nervioso al mirarlos.

Xiao Zhan no tenía idea del increíble poder que tenía sobre él y la forma que desestabilizaba su mundo cuando lo miraba a los ojos, era asfixiante tenerlo tan cerca y a la vez tan lejos como a las estrellas, Porque eso era el pelinegro para él, una hermosa estrella que podía apreciar desde la distancia, sin oportunidad de tocar.

𝑺𝒍𝒆𝒆𝒑 𝒐𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝒇𝒍𝒐𝒐𝒓 ♥ / ʏɪᴢʜᴀɴ / ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora