El amor puede presentarse de formas inesperadas y eso Wang Yibo lo descubrió al conocer a Xiao Zhan. Ambos se verán arrastrados por el deseo y la obsesión, iniciando un juego peligroso en el cual sus vidas serán llevadas al límite.
Deberán elegir e...
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— Maldita sea, maldita sea, estoy despierto, estoy despierto. — Yibo abrió los ojos a la oscuridad de su habitación, apago el reloj lo mejor que pudo y se levantó de la cama para darse una ducha y vestirse con su nuevo uniforme. Hoy era el primer día de nuevo periodo académico, no podía estar más impaciente por todo lo que se avecinaba, sus principales intereses eran las fiestas y las chicas atractivas de los grados superiores, finalmente dejaría de ser un niño para convertirse en un hombre.
Mirándose en el espejo, no pudo evitar sonreír por lo bien que se veía, el uniforme holgado ahora se ajustaba a su cuerpo, una de las cosas que más despreciaba de Wissen eran sus ridículos códigos de vestimenta; los estudiantes parecían estar viviendo en la Edad Media, usando esos pantalones anchos y chatos, pero él no sería como los demás; se vestiría a su manera, independientemente de lo que dijeran sus profesores o el propio director.
Corrió escaleras abajo para encontrar a su madre y su hermano desayunando como de costumbre, Jackson fue el primero en detallarlo de pies a cabeza antes de escupir el jugo de naranja en el mantel favorito de la madre.
—¿Escupiste en mi mantel? — . Mei envolvió el periódico y se preparó para golpear a su hijo con él, pero cuando vio a Yibo, su pensamiento se desvaneció como un suspiro. — Jeong te matará cuando vea lo que le hiciste a su impecable etiqueta de vestimenta.
Ken jeong era el director de la escuela a la que asistía Jackson y ahora Yibo, en el pasado ambos habían sido compañeros de clase y la mujer conocía perfectamente la complicada personalidad del hombre, apegado a las reglas y la etiqueta, siempre tan educado e impecable sin importar la situación.
Desde que su viejo compañero de clases había tomado la directiva, los alumnos se vieron obligados a seguir ciertos códigos de vestimenta y normas, cosa que no le molestaba en lo absoluto, considerando que los jóvenes en la actualidad necesitaban mucha disciplina.
— No Vivo en el siglo pasado, no me gusta llevar ropa muy holgada, le hice un favor a esta cosa. — Señalando su uniforme. — El viejo me lo agradecerá, además... lo importante en todo esto es mi rendimiento académico, no se porque hacen un escándalo por el como te vista o lleves el cabello, dah.
La mujer sonrió detallando lo mucho que habían crecido sus hijos y en lo rápido que el tiempo pasaba para ellos, pronto estarían en la universidad y luego se casarían para formar una familia y tener sus propios hijos, aquella idea la hacía tan feliz y triste al mismo tiempo, en el fondo quería verlos así por mucho tiempo más, que necesitaran de ella y seguir cuidándolos como si fuesen un par de niños.
— Buenos días joven. — Lixue coloco el platillo destinado al castaño sobre la mesa, el cual consistía en frutas picadas y sándwich en forma de dinosaurio con chocolate y una malteada de fresas y vainilla.
Yibo agradeció a la mujer con un beso en la mejilla como era costumbre, ambos tenían una buena relación desde que su nana se había marchado, ella se encargo de animarlo y consentirle en aquellos momentos cuando los problemas con sus padres no parecían acabar nunca.
