La mano derecha de Dios

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Me levanté y no vi a mí "novio" en el cuarto, creo que está comiendo o hablando con alguien, así que no me preocupo, además él es muy fuerte, nada malo le va a pasar. Salí del cuarto y miré a mi alrededor, no vi a nadie.

- les aviso a todos los que están perdidos o los nuevos, por favor vayan al comedor, hay varias señales que les pueden servir para llegar – dijo una voz.

- gracias.

Camine por el lugar y vi una flecha que apuntaba detrás de mí que decía comedor, lo que significa que me tengo que devolver, maldita sea; me devolví hasta que el camino se dividió en dos, izquierda y derecha, a la izquierda se llegaba a una granjita, donde hay animales, no sé cómo metieron animales aquí, quizás ya tenían adentro o personas parecieron con vacas o cerdos; y el otro lado está el comedor, caminé a la derecha y después de unos llegue al comedor o uno de los comedores, al parecer son siete y se distribuyen entre todos el espació.

- hey tú, la nueva, dame tú nombre.

- te refieres a mi nombre, el nombre de verdad o mis números.

- aquí el nombre son los números, dejamos atrás esa vida y nos llamamos como se debe, puedes decir tu nombre a los que te importa, pero normalmente te dirán con el código de números.

- soy tres mil trescientos ocho – él lo anotó en un papel.

- te toca la mesa número tres, tú novio ya entró – yo lo miré con duda, él no tenía número - ¿Qué pasa?

- ¿Cómo sabías donde iba en la mesa? Apenas te di mi código de números o como dicen ustedes, mi nombre.

- te pusieron como la nueva, igual que tú novio, nos pusieron, nuevo y nueva van a estar en la mesa tres, ahora ya te podemos llamar como se debe, experimento tres mil trescientos ocho.

- y ¿Cuál es tu nombre, experimento? – lo dije algo enojada.

- dos mil quinientos cuarenta y siete y estoy orgulloso de serlo, ahorra ve, que hay más personas que atender.

- gracias por todo – sonreí.

Caminé por el lugar, en busca de mí "novio" y hacerle ciertas preguntas, pero el lugar está repleto de personas que no creo que podamos hablar y si lo hacemos, alguien nos escuchara y eso es lo último que quiero que pasé. Vi una fila que iba para la cocina y salían con comida, así que me hice detrás de la dila y esperé unos cinco o seis minutos, bastante rápido comparado con la fila que había, pensé que el en mejor de los casos iba a tardar medía hora, pero no fue así, fue bastante rápido. Agarré una bandeja y lo puse delante de un señor con gorro de chef me puso arroz, carne de cerdo y un plátano asado, agarré los cubiertos y una copa de jugo de mango y caminé por todo el lugar para encontrar a mi "novio", pero en realidad el me encontró primero, él se levantó de su silla y levantó la mano, yo lo vi y caminé hasta él.

- ¿Cómo estás hermosa? – me senté a su lado.

- muy bien y tú – vi que adelanté nuestro estaba Ana, mil y Hugo.

- veo que mejoraron en su relación ya son más juntos, me alegro – dijo alegre.

- gracias mil, poco a poco este hermoso niño – lo abracé del cuello.

- muy bonito todo, pero tenemos que hablar algo muy importante – dijo sin ningún sentimiento Hugo.

- está bien, pero esperen como, porque no he comido muy bien estos días.

- está bien, pero vamos a empezar a hablar – yo empecé a comer.

- por cierto ¿Quién es la nueva amiga que está a tu lado? – Ana intentó decir algo, pero no pudo, apenas soltó un pequeño sonido.

Experimento 3308Donde viven las historias. Descúbrelo ahora