No todo es lo que parece

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- ¿Qué está pasando? – estaba muy confundido.

- no todo es lo que parece – él sonrío, por primera vez – solo sígueme y después te explico todo.

- cinco mil, cuatrocientos ochenta y ocho ¿Cómo has estado? – alguien lo abrazo.

- mil, te extrañe ¿Cómo ha estado todo? – se separaron.

- por suerte, muy bien y me alegra escuchar, por cierto, encontré a varios de los tuyos.

- los fantasmas, sí, lo sabía, pero no podía decirles, estaba atrapado allí, pero ya salí – él nos miró.

- nuevos amigos, me presento, soy el experimento número mil, quisiera seguir, pero esto no es seguro, además voy a mostrarle de algo.

- ¿Estás trabajando para él? – lo señalé a él.

- sí, soy el lobo, es una larga historia, pero te la cuento adentro – me agarró del brazo y entramos al lugar.

- lo siento por la hostilidad de mi amiguito, lo que pasa es que él no confía hablar fuera de aquí – él cierra la puerta – es muy paranoico, les explicaremos todo a ustedes a ti y a tu compañero.

- es mi novio – él sonrió de manera maliciosa.

- ¿Puedo experimentar con ustedes? Quiero ver que tan lejos llega el amor, cuando piensan en ustedes mismos y no en él otro.

- ¡No, ni loca! – él se río.

- tranquila, igual lo haría sin preguntarle, si no hubiera cosas más importantes que hacer – miré a mi alrededor, el lugar estaba bien cuidad y había demasiada gente pasando de un lado para el otro – esté es nuestro hogar, tenemos muchas cosas, un laboratorio, unas camas, la sala de torturas, el comedor y ya, sería todo, es pequeño, pero muy útil y bonito y lo más importante, no es religioso.

- ¿Por qué están siempre peleando? Hagan las paces y ya.

- no es tan fácil, es religioso y dice que tengo que sufrir el castigo de Dios y que él es el mejor por seguir a Dios y todos sus pecados serán perdonados – él se río – yo no hago tratos con estúpidos, no voy hablar con él, si quiera guerra, guerra tendrá.

- solo aparentas que él gano, que te rindes y ya, todo se acabe.

- ¿Y asumir que la religión es mejor que la ciencia? ¡Jamás! Prefiero morir antes de eso – entramos a una habitación – además tiene que sufrir las consecuencias de todo, igual que yo, si él puede ser perdonado, yo también – miré a mi alrededor y vi armas de torturas hechas de maderas.

- ¿Qué demonios es esté lugar?

- la sala de experimentación, agarró a la gente y experimento con él, los capturo, los amarró y luego le meto sangre de las maravillosas cosas que están afuera, se las meto en las venas, luego ellos mueren, lastimosamente – yo estaba muy asustada, caminé para atrás y abracé a mi "novio" – no te preocupes, es por un bien mayor, es el avancé, vamos a avanzar, la humanidad tiene que evolucionar y yo les ayudaré.

- ¿Ellos dieron su consentimiento? – él se río.

- ¿Para qué? Es para el bien común, no les pregunto.

- por lo menos son tus enemigos y en la guerra se puede todo – dijo algo dudosa, quería verle el lado positivo a esto.

- si te hace sentir bien, si, solo mis enemigos, solo experimento con los que me quieren atacar.

- ¿Alguien me explica que pasa? No entiendo porque estamos aquí y el lugar, por favor explíqueme.

- yo te contaré mi historia – miré a Hugo - ¿Recuerdas lo de mí historia? – yo moví la cabeza de manera afirmativa – bueno, era mentira, parte de ella, me levanté unos minutos después, caminé casi muerto por los pasillos, me dolía todo el cuerpo, por suerte encontré a varias personas amables, me quisieron robar las cosas, pero maté a la mayoría.

Experimento 3308Donde viven las historias. Descúbrelo ahora