La luz...

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Todos se fueron a diferentes lugares, quería ir con mi "novio" y su hermana, ya que éramos amigas por ahora, pero el dolor se volvió más intenso, apenas podía soportarlo, entonces me acerqué a don Toño y lo agarré del brazo.

- necesito tu ayuda, me duele el cuerpo otra vez.

- te echaré anestesia local en la herida, mucho para que resistas y quizás no te duela nada.

- vamos – ambos entramos a una habitación con una cama.

- acuéstate – le hice caso y me acosté – listo, quizás esto te duela – se acercó a mí con una jeringa.

- eso se ve muy afilada.

- tranquila, estarás bien – me subió un poco la camisa.

- ¿Hay otra manera de no hacerlo tan doloroso?

- no te quejes, ya estás demasiada grande para mí – quería detenerlo, pero era lo mejor para mí – voy a contar hacía tres y te chuzare, lista.

- sí, solo hazlo – la espera me mataba y cada vez que miraba la aguja me daba miedo.

- está bien, uno... - me chuzo con la jeringa, yo me mordí el labio inferior para no gritar – listo, ya, no fue tan difícil.

- te mataré, eso dolió mucho.

- exagerada – él sonrió.

- gracias por todo – me paré, me sentía mejor.

- ya no siento nada.

- lo sé, yo mejoré un poco la anestesia.

- les avisaré cuando nos vayamos a ir.

- si mi capitana, buena suerte con todo.

Caminé por todas las habitaciones. Ann estaba con él chico inmortal, hablando y riéndose, si sobrevivimos, ellos dos van a estar juntos, estoy casi segura. Luego me dirigí a la habitación donde estaba mi "novio" y su hermana.

- ¿Puedo pasar? – como siempre, su hermana grito.

- claro, pasa, pasa – abrí la puerta y entré.

- te vine a ver – abracé a mi "novio".

- ¿Por qué tan cariñosa? – su hermana grito.

- solo, si sobrevivimos a esto, podemos ser novios de verdad – yo lo bese y él me correspondió el beso.

- nada me haría más feliz – su hermana volvió a gritar.

- ¿Qué dijo? – él se puso algo nervioso.

- que está feliz de vernos juntos – ella volvió a gritar y él se puso más nervioso.

- ¿Enserió es eso? O solo me estás mintiendo – ella grito – y tú cállate un momento, puedo hablar con él, por favor – ella se enojó, pero al final se fue de la habitación – ahora, dime si me equivoco.

- no, si te estoy mintiendo, quizás no debía, pero bueno, el daño ya está hecho.

- ¿En qué mentiste? Tengo muchas posibilidades en la cabeza.

- no acepta nuestra relación, si vuelve a vernos, después de esta misión, te matará.

- ¿Qué le prometiste? – él se quedó callado y miró para abajo – dime la verdad.

- que me iría con ella, te iba a abandonar, por eso nos ayuda, quiere que volvamos juntos, como los buenos hermanos que somos.

- ¿Cuándo me lo ibas a decir? – él miró a otra parte, me estaba evitando la mirada.

Experimento 3308Donde viven las historias. Descúbrelo ahora