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Capítulo 7.

Anoche me tardé una eternidad en quedarme dormida. La última vez que miré la hora, eran las tres de la madrugada y aunque intenté conciliar el sueño, los pensamientos constantes en mi mente se volvieron mucho más fuertes. Tan fuertes que él se apareció en mis sueños, no puedo recordar con exactitud que hacía o que decía, pero sabía que estaba allí, hiriéndome, lastimándome.
Mi despertar no fue mejor, me sentía decaída y muy cansada, pero aún así me levanté, me di una ducha y luego me vestí.

Ahora me encuentro en mi puesto de trabajo, siendo exactamente las nueve en punto. Steven me dijo que el entusiasmo por llegar temprano me duraría solo una temporada, que después me volvería tan perezosa como el resto, pero se equivocó.
Hoy he llegado a la hora que debo llegar, porque mientras menos tiempo tenga para sociabilizar, más podré enfocar mi tiempo en el trabajo y las cosas que tengo que hacer.

Lo primero que hago es encender la computadora y entrar en la página web. Él todavía no ha llegado, así que lo agradezco, porque tendré algún tiempo para tomarme el té frío que he traído desde casa de manera tranquila y sin presión.
Mientras doy algunos sorbitos, leo los comentarios que han dejado en el muro, donde todos pueden opinar con respeto hacia sus escritores favoritos.
Pero mientras avanzo, uno llama mi atención. Es una chica que pide leer los escritos de otra muchacha, es poesía.
Llena de curiosidad entro en el link, dónde una página web se abre de inmediato. Es un blog personal y la escritora se llama Delilah, solo Delilah. No hay mucha información personal, pero sus poemas están allí y comienzo a leerlos.

No se trata de lo que dejamos atrás
Sí no de lo que un día pudimos haber sido.
Esos sueños y anhelos que aún están deambulando en el pasado.
Todavía puedo ver esa casa que nunca construimos, esos cimientos que esperan pacientemente ser levantados.
No se trata de lo que un día dejamos atrás
Sí no de lo que hubiera pasado, si nos hubiéramos quedado.
Pero tú ya estás lejos, construyendo tu vida con alguien más, mientras yo espero que la casa que jamás construimos se derrumbe, y en el lugar nazcan flores amarillas, las mismas que un día me regalaste, antes de tu partida.

No es un buen momento para sentir como mis ojos se humedecen por la poesía que esta chica Delilah a escrito. Alcanzando un pañuelo me quito las lágrimas que se han derramado por mis mejillas. Sus palabras me han llegado directamente al corazón, porque es así como me siento en este momento.
Durante algunos minutos continúo observando su blog, y prometiéndome que hablaré de ella cuando se dé la oportunidad. Desde que sé de la existencia de esta editorial, jamás he visto un escritor de poesía y sería interesante darles una oportunidad.

Al rededor de las nueve y quince, observo el escritorio de Niall, que continúa vacío. Se suponía que hoy armaríamos un plan de trabajo para los nuevos escritores que se han unido a la editorial, pero en vista de que no se ha presentado, salgo de la oficina y camino hasta el último pasillo, donde están los archivos.
Al entrar, me encuentro con Brianna, esta mujer que podría ser mi madre y que cada vez que nos vemos me sonríe con afecto, me invita acercarme.
Rápidamente le explico que Niall no ha llegado y que por ahora no tengo mucho que hacer, salvo leer el cuarto libro de la saga de Finebar, pero eso lo dejaré para cuando llegue la tarde.

-Puedes quedarte aquí conmigo hasta que Niall llegue, así me haces compañía.

-Me encantaría ¿Que debe hacer aquí?

-Solo reorganizar los archivos.

-¿Puedo ayudar?

Ella me dice que no es necesario, pero insisto hasta que me deja ayudarla. Me explica como hacerlo y mientras aprendo su método, charlamos de nuestras vidas, ella me cuenta de sus hijos y su esposo, y yo le hablo de mis padres, de Darren y Sophia. También mencionamos mi heterocromía, porque es imposible pasar desapercibida con la herencia de mi padre.
Al rededor de las diez, ella se marcha para atender algunas llamadas telefónicas, así que me quedo sola.
A la distancia puedo escuchar a Deidre reír y charlar con los demás. Si fuera mucho más sociable intentaría integrarme, pero aquí estoy bien. Prácticamente escondida, pero bien.

ADIÓS, Y QUE TE VAYA BIEN - BY NATH 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora