16.

571 80 36
                                    

Capítulo 16.

Supongo que después de todo, si soy una cobarde. Porque no vuelvo a la oficina después de la intensa charla con Deidre, Paulette y Niall.
Tuve que fingir no sentirme bien para poder escaparme de la abrumadora sensación de estar cerca de él en el trabajo. Sé que no podré escapar para siempre, de hecho, mañana tendré que enfrentarlo. Pero ahora no me siento en condiciones de pensar en Dalilah y sus poemas. Estaré distraída y detesto no dar un buen desempeño en mi lugar de trabajo.

Así que llegando al apartamento, me doy una ducha, me pongo mi pijama y me meto bajo las sábanas. Son apenas las 3 de la tarde, pero mi mente es una caos, un confuso caos que tiene nombre y apellido.
Jamás hubiera imaginado lo de Deidre y Paulette, no cuando la morena está comprometida en matrimonio con el hombre que sigo amando. ¿Cómo se supone que terminará todo esto? ¿serán capaces de llegar tan lejos? Hay tantas preguntas dentro de mí, y sé que solo él puede darme aquellas respuestas. Y aunque se ofreció a darmelas, necesitaba alejarme, realmente necesita mi propio espacio.

Acurrucada contra la almohada me dispongo a dormir, a relajarme y disfrutar del silencio e intentar no pensar en nada, pero mi móvil suena y aunque no deseo observar la pantalla, lo hago.
Es Tara, diciéndome que llegará tarde debido a una celebración de cumpleaños por parte de una de sus compañeras de clase. Sonriendo le digo que está bien, no comento nada y tampoco le hago saber que estoy en casa, no quiero preocuparla.
Ella me responde segundos después, envíandome emojis de corazones. Vuelvo a sonreír, pero luego mi sonrisa desaparece cuando un mensaje entrante de Niall aparece en la pantalla.

Niall H: ¿Cómo te sientes? He estado un poco inquieto desde que te has marchado. Por favor, no huyas de mí. ¿Has probado el té Chai? Hay una cafetería cerca de la editorial, podría comprarlo y llevarlo a tu apartamento.

Leo su mensaje tantas veces que en poco minutos ya me he aprendido de memoria más de la mitad, incluso puedo oír su voz mientras lo leo.
Decirle que sí es volver a verlo antes de mañana, es encontrar las respuestas que están en mi cabeza y darle espacio al miedo para embargar mi corazón.
Ese miedo que proviene directamente desde el pasado, desde aquél día que hablamos por última vez en la cafetería cerca de la universidad en Mullingar, donde nuestra relación llegó a su fin por su infidelidad.

Sé que Deidre y Paulette ya no son un problema en nuestro camino, pero su infidelidad continúa latente dentro de mí. Y me asusta mucho el volver a darle una oportunidad para terminar como la primera vez. Él jamás podrá siquiera entender el daño que causó en mí verlo en aquella cama con esa mujer. Esa cama donde me hizo el amor tantas veces, esa habitación que se había convertido en nuestra burbuja de amor y habíamos planeado nuestro futuro. El recuerdo se vuelve doloroso, pero no dejo que me domine.

Agatha F: Hola, me siento mucho mejor. Al parecer sí necesitaba descansar un poco. Nunca había escuchado del té Chai, quizás mañana después del trabajo vaya a esa cafetería.

Es lo correcto, Agatha.

Niall H: No huyas de mí, comunícate conmigo, por favor.

Alcanzo mi almohada y me cubro el rostro. ¿Porqué debe actuar así? Necesito pensar, necesito que él salga de mi cabeza, no que intente con todas sus fuerzas querer permanecer.
Cuando tomo mi móvil, tengo otro mensaje de él.

Niall H: Sé que no estás enferma, te conozco lo suficiente como para saberlo. Y está bien, no puedo seguir insistiendo si no deseas comunicarte conmigo. Te veo mañana.

Oh no ¿Porqué me duele el corazón con este mensaje? Grito de frustración y al final, después de varios minutos donde mi mente es un total torbellino, respondo su mensaje.

ADIÓS, Y QUE TE VAYA BIEN - BY NATH 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora