15.

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Capítulo 15.

¿Valiente yo? Soy una completa cobarde. Porque mientras entramos en el aparcamiento me arrepiento de ir con ellos. Los veo avanzar entre los coches mientras mis pies se adhieren al concreto. No puedo hacer esto, no puedo enfrentar a Paulette, es la hija del dueño de todo este lugar y no dudará en echarme a la calle cuando se entere que Niall y yo tuvimos una relación.

—¿Agatha? —Niall me llama cuando nota mi ausencia y aunque quiero decirle que no puedo hacerlo, las palabras se han quedado atascadas al fondo de mi garganta —¡Agatha ¿Dónde estás?!

Lo observo devolverse. Y cuando me encuentra, me observa lleno de preocupación.

—Yo... —No sé qué decir.

—Hey —Susurra depositando sus manos en mis hombros —¿Qué pasa?

—Yo...no puedo. Tengo...tengo mucho miedo.

Sus brazos me rodean con fuerza, esa fuerza que un día conocí y a la cuál estaba muy acostumbrada. Estar en sus brazos es como volver al pasado, a cuando era tan malditamente feliz.

—Agatha, tienes que confiar en mí —Susurra en mi oído —No tengas miedo, nada malo pasará.

—Pasará, por supuesto que pasará —Insisto —Es Paulette, la hija del jefe.

—Vamos, Agatha —Deidre está a nuestro lado —Confía en él.

Me alejo de Niall y observo a la rubia. Ella me sonríe genuinamente mientras él toma mi mano y me hace avanzar. Sé que debo confiar en él, pero no puedo evitar sentirme aterrada por la reacción que pueda tener su prometida. Oh Dios mío ayúdame.

—Deidre, llama nuevamente a Paulette, dile que iremos a mi apartamento —Le pide Niall apenas nos montamos en su coche y sale disparado de las instalaciones.

Mi corazón está al borde de un precipicio y en mi vientre se ha instalado un dolor inmenso debido a los nervios que siento.
El trayecto es corto, quizás de unos 7 u 8 minutos, y es que Niall no ha sido precisamente lento al conducir. Él vive en uno de los complejos de edificios que están situados a las orillas del río Liffey, por Palmerstown.

—Llegará en poco tiempo —Comenta Deidre, y me lleva solo unos pocos segundos darme cuenta que está hablando de Paulette.

El dolor en mi vientre es mucho más grande, tanto así que me cuesta respirar. Al llegar al aparcamiento, descendemos y Niall se une a mí tan rápido como puede. Él intenta tomar mi mano pero no se lo permito, las escondo en mi chaqueta y evito cualquier acercamiento que pueda empeorar la situación. Sobre todo porque hoy Paulette se enterará de que Niall no la ama y eso romperá su corazón. Y el mío también estará roto si ella toma represalias contra él.
Ya en el ascensor, evito mirar directamente a Deidre. Me siento avergonzada.

—Vamos, Agatha —Dice Niall suavemente, posando su mano en mi espalda baja y dándome un empujóncito para salir del ascensor cuando llegamos al piso 9.

Mis piernas se sienten como gelatina y mi cuerpo pierde toda fuerza mientras avanzamos. Nunca me había sentido, tan preocupada, tan alterada y con tanto pánico por lo que pasará.
Pero en cuanto él abre la puerta y me hace entrar a mí primero, todo tiende a desvanecerse. Y es que centro mi atención en su apartamento y lo maravilloso que es.

Mis ojos viajan desde los sofás negros de cuero que están en la sala de estar, hasta el bar que está situado en la esquina contraria. Los colores que predominan son los grises, blancos y negros. Ya sea en las cortinas, en la mesa de centro, algunos muebles, retratos, paredes y alfombras. Todo muy varonil, todo muy ordenado y pulcro.

ADIÓS, Y QUE TE VAYA BIEN - BY NATH 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora