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El aroma embriagante de su piel lo hacía pedir más, querer más, hasta perderse en la nube de pasión que te lleva al cielo. Tal vez no debió ofrecerle ese café, quizás no debió sugerir la copa de vino que le sucedió, probablemente no debió decirle el número de su departamento pero ya era demasiado tarde.

Cuando Bin entró, Sanha comenzó a mirar las cartas una por una, todas fechadas, desde el día en que habían terminado su relación sin nombre hasta hoy. Hoy le había escrito una bonita carta, toda decorada de hermosos dibujos de girasol. Sabía el esfuerzo que había puesto en ello porque si bien Bin es fotógrafo, no era de decorar porque sí, usaba la practicidad en su vida diaria, y el hecho de que le llevara esas decenas de cartas demostraba una cosa: de verdad lo amaba.

POV SANHA

Luego de tomar nuestro café le ofrecí vino, conozco a Bin tan bien que con tres copas lo tendría a mis pies. ¿Pero qué estoy pensando? ¿Cómo es posible que piense en embriagarlo de esa forma? Bueno, sí quería y sabía también que Bin lo deseaba. Se nota en la forma que mira mis labios, que muerde los propios y muestra su deliciosa lengua en medio de la conversación. Si alguien sabe de seducción en este mundo es Moon dios griego Bin, absolutamente nadie se podría resistir a esos encantos. Y como ya he dejado en claro antes, ya no quiero ser el guerrero más fuerte.

- Quieres otra copa Binnie? - intento actuar inocente, más sabe que estoy embriangándolo y por eso acepta la copa.

- Puedes venir aquí? Más cerca de mí... -  sus ojos se ven oscuros y tentadores, la mirada que me da está cargada de excitación, ¿quién soy yo para decirle que no?

- Sí, voy.

Me levanté con una copa de brebaje en cada mano, y me senté sobre su regazo. Si quiere jugar vamos a hacerlo. "Sanha" sale gutural de su boca, quiero que me ruege mientras lentamente hago movimientos circulares con mi trasero en su regazo y pongo mi cuello en sus labios.

- Sí? - puedo sentir su erección y me gusta, pasa su mano por encima de pierna y la acaricia, apretándome más a él.

- Por qué me haces esto? - toma el lóbulo de mi oreja y debo morder mis labios para no soltar un gemido - me vuelves loco

Me siento de frente a él esta vez, continúo mi movimiento de cadera y posiciona sus dos manos en ella, fuerte y brusco, haciéndome sentir lo duro que está. Intenta besarme pero lo esquivo "aún no llegamos a eso" susurró en su oreja y lo veo soltar una sonrisa y morderse el labio. "Mmmmh~" escucho mientras masajeo su pantalon con la mano y con la otra abro cada botón de su camisa. Dejo pequeños besos calientes mientras bajo hasta quedar arrodillado ante él. Quiero hacerlo, más me detengo al momento de abrir su pantalón porque toma mi cara con su mano.

- Yo debo complacerte - sentencia mientras me toma de la mano para arrojarme en el sillón - pienso en esto todos los días - dice bajito para mi y me hace estremecer.

Baja hacia mi erección y se deshace del pantalón con una precisión impresionante. Humedece sus dedos y mete sus manos dentro de mi polera, haciendo movimientos circulares sobre mis pezones. Comienza a lamerme tan deliciosamente que no me importa la intensidad de los gemidos que azotan cada parte de mi habitación, ni en los mejores sueños era tan bueno como esto "ahh~~ Bin~" puedo sentir su sonrisa al escucharme, sabe que me tiene. Aumenta el ritmo y cuando estoy a punto de venirme para de golpe.

- Hey - me quejo porque no es justo que me deje así.

- Hmm... - se sonríe - quiero hacerte más cosas.

Sonrío con malicia, quiero que me haga lo que guste, así que tomo su cara y lo beso, nuestras lenguas están en un movimiento perfecto. De repente, suena el estúpido citófono. Ambos nos detenemos, nuestras respiraciones irregulares delatan el estado en que nos encontrábamos. "Yoon Sanha, abre". La voz de Jun llena cada lugar.

EndgameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora