-—Llegamos guapa —anunció Liam al estacionar su coche.
—Vamos —habló Alexa sonriendo mientras desabrochaba el cinturón de seguridad.
Se adentraron al lugar. Pasando entre el gentío y la música a todo volumen llegaron a la barra y pidieron sus bebidas. Tomaron un par de copas mientras charlaban sentados y posteriormente se unieron a la pista de baile. Bailaban alegres, riendo y platicando mientras movían sus cuerpos juntitos al ritmo de la música que retumbaba por todo el lugar.
—Me he divertido mucho estas semanas que hemos salido -confesó Liam casi gritando en el oído de la morena.
—Me da mucho gusto. Yo también me la he pasado muy bien, Liam —respondió mostrándole sus dientes con una amplia sonrisa.
Liam, que tenía un cabello rojizo y una piel blanca, con delicadeza tomó por el cuello a Alexa y le dio un beso intenso. Alexa cortó el beso con sutileza.
—Ale, me gustas mucho. Me gustaría que empezáramos a salir en serio —confesó con una sonrisa.
—Liam... es que, no puedo corresponderte. Lo siento —dijo ella apenada, y él soltó una risita de resignación.
—Entiendo, no quiero presionarte, ni incomodarte. Podemos seguir siendo amigos como hasta ahora sin problema.
Alexa asintió, sonriendo aún apenada. Una cosa era divertirse y otra tratar de olvidar a Nickolas estando con alguien más. Nunca le gustó ese dicho de "un clavo saca a otro clavo". No se le hacía justo.
Con sus castaños ojos divisó a lo lejos, atravesando la entrada del lugar, el dorso de un hombre que se le hizo muy conocido. El sujeto fue veloz al caminar y no pudo verlo bien. No le tomó importancia y siguió bailando alegre con Liam. Un par de horas después se fueron de Phonox.
—Emma, ¿estás despierta? —habló Alexa al otro lado de la puerta del departamento de su amiga.
—Voy —se escuchó la voz constipada de Emma.
—¿Cómo te sientes? —inquirió la morena, adentrándose al departamento.
—Mejor. ¿Cómo te fue con Liam? —inquirió la pelinegra.
—Muy bien, aunque... me propuso salir en serio —dijo ella suspirando, recostándose en el sofá.
—¿En serio? ¿Y qué le dijiste? —cuestionó, sentándose a su lado.
—Obvio le dije que no, seguiremos siendo amigos, justo como siempre ha sido —explicó—. ¿Sabes? Me dolió rechazar la invitación de Nickolas —admitió arrastrando las palabras—. Pero es la decisión que tomé —se recuperó incorporándose en el sofá.
Emma no dijo nada, solo asintió a lo último que su amiga dijo.
—¿Puedo dormir aquí esta noche?
—Pero puedes contagiarte...
—No importa. La verdad, aun siento que alguien me acecha —mostró un gesto de desagrado.
—Está bien, quédate entonces —concedió Emma, sonriendo—. No hay algún indicio de Axel, ¿verdad?
—Es como si la tierra se lo hubiera tragado.
—Ojalá.
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—¿Cómo va lo que te encargué?
—Ya estamos trabajando en eso, señor. No se preocupe, lo mantendremos al tanto —respondió apresurado al otro lado de la línea.
—Si no tuviera trabajo lo haría yo mismo. Confío en que te encargarás bien de que el lugar sea apto para lo que lo necesito. No hay prisa, pero tampoco espero que te tardes tanto. Espero tu llamada —colgó.
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SIN BESOS
RomanceNickolas y Alexa se conocen por primera vez en un antro, mantienen una divertida relación abierta en la que los besos no están permitidos. ¿Quién crees que se enamore primero en este divertido juego en donde los besos están prohibidos? ¿Y qué pasa...