Maullidos de amor 2.

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Hermione estaba asustada, con su varita en una mano apuntando al cuerpo de la fémina que le había llamado dueña, aquel ser con atributos de gato que tras sobar la pierna que se le había sido aplastada se fue a dormir viendo que la humana no le decía ni una sola palabra. Hechizos rápidos fueron conjurados, ataduras mágicas alrededor del desnudo cuerpo, un patronus fue mandado a dos personas, una talentosa magizoologa y una gran aurora.

Cosa de segundos tras ser recibida la nutria espectral. Un fuerte golpe a la puerta que casi consigue levantar el seguro, curioso que a pesar del estruendo el peculiar ser de peludas orejas ni se moviera.

Temiendo por la integridad de su departamento y estando conciente de que su amiga no se detendría hasta entrar o tirar la puerta, se apresuró a llegar a la entrada, giro la perilla y tiro de la misma, del otro lado, en el pasillo, una mujer de largos cabellos rosados lisos que ya estaba preparada para lanzar otra patada a la madera, a su lado, una chica mucho más baja de mirada ensoñada y largos cabellos platinados que brillaban con destellos dorados.

Hermione. - La aurora Nymphadora se mostraba sería, preparada para enfrentar cualquier peligro mortal - Rápido ¿A quien debemos de matar?

La violencia nunca debe ser la primera respuesta. - Regaño Luna Lovegood - Si me ha pedido que venga no debe ser tan peligroso.

Es...algo extraño - Aviso, rascando el cabello en su nuca - y no sé muy bien lo que pueda pasar ¡Así que las llamé a las dos! - Sin poder esperar más, tomo a sus amigas por los brazos y las metió al departamento a la fuerza - Hay algo en mi sala y necesito que...

Pare el carro, jefa. - La jefa de aurores se vio en la necesidad de interrumpir - Solo le advierto que pediré una compensación si me vuelves a poner a dar vueltas buscando gnomos.

La anécdota era digna de contar, una que se dió durante los primeros años de la castaña como ministra, un favor personal que había requerido de muchas horas para poder culminarla.

¡Hey! Te recompense por el favor que me hiciste. — Una semana con un periodo de almuerzo de diez minutos más no fue la mejor recompensa del mundo — Lo importante es que necesito que me ayuden para algo y estando aquí discutiendo no me ayuda en nada. — Indispuesta a más diplomacia guío a las dos mujeres por el recibidor hasta llegar a la cocina — Luna, a ti es a quien más necesito, es tu campo de trabajo el que se encargará de esto. Tonks, quédate aquí, con la varita lista en caso de que nos intente atacar.

Una vez más antes de que alguien consiguiera decir una palabra, tomo a la magizoologa y casi usándolo la como escudo humano la empujó para ir ella delante. El sillón que cubría a la creadora de tanto nerviosismo fue cruzado, un horizonte de sucesos inmenso apareció. Frente a amabas chicas aparecía la figura de una tercera fémina con peculiares orejas al igual que cola.

Los ojos de quién antaño portó los colores de la casa de Ravenclaw se abrieron lo más que la anatomía permitía, sus labios dibujaron un círculo perfecto producto del asombró.

¡Merlin santo! — Emoción más que desbordada transmitia su voz, el volumen fue suficiente para hacer que el ser felino se despertara de nuevo, levantando su cabeza, observando a todos lados antes de bostezar mostrando sus colmillos y comenzar a limpiarse — Hola, soy Luna Lovegood, magizoologa.

La felina entonces mostró interés en la nueva humana que estaba en su departamento — Pansy, miau. — Se puso de rodillas sobre el mueble, curvo su espalda para destensar, sus huesos sonaron un poco y se comenzó a acercar a la rubia de ojos peculiares — Tu cabello brilla. — Afirmó mientras sus ojos resplandecian en emoción, sus instintos le pedían comenzar a jugar con las onduladas hebras de cabellos.

Similar grado de emoción por parte de la bruja que se acercó aún más hasta quedar sentada junto al peculiar ser. Caricias tardaron muy poco en llegar, los delgados dedos de la rubia acariciando la cabeza de la chica, entre las dos puntiagudas orejas, ronroneos invadian la sala. La interacción estaba saliendo de una forma sorprendentemente buena, ningún zarpazo había sido lanzado y el ambiente se mantenía más que tranquilo.

Entonces... — El peculiar pánico que aún guardaba la voz de la castaña era evidente — ¿Sabes lo que es ella?

Ten cuidado con lo que dices, — Sugerencia cargada de reproche, una advertencia bien camuflada — ella te entiende casi a la perfección. — Información contrastada por el maullido que se dejó escuchar — La especie a la que pertenece nunca ha sido clasificada correctamente, depende del lugar que busques es como se le nombra. — La palma se fue entonces a la barbilla de la felina dónde comenzó a dejar caricias que con más ronroneos fueron recompensados — Kajitas, demonios, sucubus. He escuchado muchos nombres, aunque a mí me gusta mantener las cosas simples. — Una pausa dramática para mantener el suspenso fue convocada — Yo las nombró como chicas gato. — Rápidos parpadeos por parte de una leona que no podía creer que acababa de recibir una respuesta tan sencilla — Porque son, en su mayoría, gatos y chicas, las dos, al mismo y en un solo cuerpo.

Eso lo puedo ver. — Comento Hermione con un tono burlesco producto de su aún presente preocupación por lo desconocido — ¿Es peligrosa?

Tanto como cualquier gato. — Al instante contesto. Nueva curiosidad por saber la edad de la chica — Por favor ¿Puedes mostrame tus colmillos?
— La felina acepto la petición, con orgullo sus puntiagudos dientes mostró, con cuidado la rubia se acercó para analizar la dentadura, encontrando en ellos la información que quería — Oh, ya eres toda una señorita. — Permiso para volver a cerrar su boca — Pansy tiene unos 5 años felinos, 20 humanos. Parece estar muy sana, parece que su último guardian te cuido muy bien.

La señora de la tienda era genial, miau — A elogiar a quien durante tanto tiempo le cuido salto.

Solo necesitas comprarle un poco de ropa, no puedes permitir que tu chica gato se pasee desnuda por ahí — Un maullido más alto que el resto mostrando aprobación.

Yo creo que se ve bien así — Un intento de broma que terminó peor que mal.

Un sillón destrozado por las afiladas garras de su chica gato fue un precio bastante barato a pagar por tremenda falta de respeto que terminó por ser el inicio de una más que particular convivencia.


<...>

Hoy, ante ustedes, la segunda parte que probablemente nadie se esperaba, quizás innecesaria, pero en lo particular me gustó mucho escribirla.

Quiero aprovechar para una última información entregar: oficialmente hoy, dentro de algunas horas, comenzaré mi viaje a lo desconocido ¡La vida adulta me aguarda! Tengo otros dos one shots en la recámara, listos para ser publicados en las semanas que tocaría capítulo de una de las historias principales, espero que esto no les moleste, es una medida que tomo por el semestre que está próximo a comenzar y todo lo relativo a la adaptación.

De cualquier forma estaré intentando adelantar a las historias para quizás algún capítulo poder entregar.

Sin nada más que decir me despido, espero que pronto nos podamos volver a leer, y recuerden: girls just want to have fune (cómo amo está maldita canción)

Pansmione [One-Shots].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora