"El alma que puede hablar con los ojos, también puede besar con la mirada"
En estos últimos años de mi vida, todo se ha ido a la mierda: mi estabilidad, mi cordura, mi nueva vida. Absolutamente todo. Justo ahora, pienso descubrir quien soy realmente, pero entre lo negativa que es mi mente, sigo con el pensamiento de que no soy nadie.Y es bastante curioso, ya que, como toda mi vida me lo han hecho creer, si soy alguien.
El problema es saber qué tipo de alguien soy.
Así que ahora arrastro mis maletas, buscando por toda la multitud de gente que ha estado más de once horas con el culo pegado a un asiento de avión, aunque en mi caso fue uno privado. No todos tuvieron ese privilegio. Mis tacones resuenan mientras avanzo, chocando a imbéciles que al parecer no se dieron cuenta de que están en un aeropuerto, y no en sus casas.
¿Dónde diablos están?
Cambio de dirección, apenas tengo la paciencia suficiente para no dormirme aquí mismo. Dormir en los aviones es lo peor del mundo. Pero me detengo justo en las escaleras eléctricas, se supone que los chicos deberían haberme esperado justo al bajar del avión.
Tuve tantas esperanzas de que lo de inútiles se les quitara.
—¡Phoenix! —Me giro, entrecerrando los ojos hacia lo lejos. —¡Al fin, aquí estás!
Sonrío. Dejo las maletas aún lado para poder sostenerla en el momento que ella se abre paso para abrazarme. Hacía dos años que no la veía, pero es claro que el cambio le sentó bien. Mi sonrisa no se borra pese a la fuerza que ejerce en el abrazo, había olvidado lo fuerte que es a pesar de su tierna apariencia.
—Lea, ya suéltala —gruñe Luke, con los brazos cruzados y el ceño fruncido. —La estás asfixiando.
—Oh —Se aparta de mí y siento que ya puedo respirar. —Lo siento, es que estoy muy emocionada ¿ustedes no?—Dejo de observarla para posar mi atención en ellos.
Avanzo despacio hacia ellos, tomándolos por sorpresa cuando dejo un pequeño beso en la mejilla de cada uno. Suelto una risita con ternura al ver el sonrojo de Luke. Solo hacía falta coger un avión hasta suiza para ver al pelinegro carente de emociones demostrar que si las tiene.
Antes, Luke disfrazaba todas sus emociones para protegerse del daño que le podían hacer estas. Claro, salió más herido por eso, pero igual nunca se aclaró consigo mismo, ni siquiera cuando yo misma le ofrecí ayuda. Decía que al ser menor que él, era estúpido perder el tiempo con mi falta de experiencia.
Pero tal parece que las cosas sí cambiaron, tarde, pero cambiaron.
—¿Esto es un sueño? —inquiere Axel cuando se aparta de mí. —¿Estás dando demostraciones de cariño? ¿Tú?—Se ríe, como si fuera un puto chiste y yo una maldita payasa.
—La verdad es que no —les muestro a cada uno su billetera. La verdad es que estos dos años que he estado en Brasil he aprendido tantas cosas que si tuviera que contarlas no acabaría hoy, ni siquiera en este año. —Para ser honesta, la mía se quedó en mi asiento del taxi de camino al aeropuerto. No me culpen.
—No puedes ir robando cosas que no te pertenecen, Phoenix —Sonríe Logan divertido. —Podrías tener serios problemas por aquí.
Me rio.
—¿Como cuáles? ¿Qué me corten el cabello como Ethan?
Este bufa. Entre coqueto y bastante divertido. Estoy segura de que la razón de su extraño corte de pelo tiene que ver con nuestros traumas. Apostaría lo que sea a qué lo lleva haciendo desde que escapamos, ¿pero qué derecho tengo yo ahora de opinar? Después de lo que hice, ni siquiera merezco que ellos estén aquí.
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SIBILINO [+21]
Mystery / ThrillerUna mujer. Tres hermanos. Un desastre. Me veo obligada a irme a suiza por culpa de mi pasado. Una parte de mi vida que espero dejarla atrás, pero el mundo tiene planes diferentes para mi. Nadie puede salvarme, ni siquiera mis mejores amigos. ¿Qué pu...